Concepto de juego.
El juego
es la actividad que por excelencia realiza el niño. Etimológicamente, la
palabra juego, viene de IOCUM, que significa broma o diversión. El diccionario
de la real academia lo define como un ejercicio recreativo sujeto a reglas en
el cual se gana o se pierde.
Mediante
el juego el niño desarrolla entre otras
facultades su imaginación, su creatividad, sus dispositivos motores, su
coordinación… y en él, desempeña un rol
o papel, que aunque no sea real, le posiciona dentro de su grupo de clase o
grupo de juego en el que se desenvuelve.
¿Qué desarrolla el juego en el niño?
Con los
juegos o con el juego el niño desarrolla su fantasía, la imaginación, la
creatividad, la comunicación y la propia autoestima.
La fantasía. La desarrolla
el niño ante situaciones reales en la ficción
imitando a los adultos o ante situaciones irreales viviéndolas en la
ficción.
La imaginación. La
desarrolla el niño al pasar por una serie de roles y situaciones como
participante, pues en el juego puede haber o hay una historia, unos personajes
y un espacio donde esta se localiza, que debe desembocar en un final. De no ser así el juego queda
inacabado, en suspenso, hasta una nueva reanudación; pues toda historia debe tener
un principio, un desarrollo y un final.
La creatividad. La fomenta
y estimula el niño al confeccionar las reglas o leyes del juego. Estas reglas
necesitan por un lado de su elaboración y por otro, la de su aceptación por parte de los que van a jugar. Por regla general el
juego se basa en algo que ha sucedido en la realidad o en una historia que se
inventa y esto también desarrolla la creatividad.
La comunicación. Se estimula en el niño al discutir sus reglas durante la
elaboración. Al interpretar el papel que cada uno tiene en el juego como
participante y en las discusiones sobre las propias reglas del juego cuando uno
de los participantes ve su
incumplimiento o desviaciones. Todo
esto no sólo favorece la comunicación sino que reafirma la personalidad de los
participantes, al apoyarse en las reglas que se elaboraron antes de comenzar a
jugar y que dentro de la dinámica del juego no se cumplen.
Si deseáis profundizar aún más sobre el juego podéis consultar en https://www.mheducation.es/bcv/guide/capitulo/8448171519.pdf
Los esposos Bühler, consideran que la característica
principal del juego radica en el modo
subjetivo con que el niño procede durante él. Esta conducta se caracteriza por
la vivencia de un singular placer o goce.
El juego; estadios evolutivos.
El juego en el niño pasa por una serie de etapas. Piaget, ha
descrito los principales tipos de juegos, su aparición cronológica durante la
infancia, estableciendo unos estadios evolutivos.
- Estadio
sensoriomotor. (0
a 2 años) en el que se da el juego funcional o de
ejercicio.
- Estadio
preoperacional. (2
a 6 años) en la que predomina el juego simbólico.
- Estadio de
las operaciones concretas. (6
a 12 años) en el que predomina el juego de reglas.
Paralelamente a estos tipos de juegos aparece el juego
constructivo a partir del año de vida.
El juego funcional o de ejercicio.
Se da, dentro de la etapa sensoriomotora y se desarrolla en los
dos primeros años de vida. Son juegos de acciones repetitivas.
A continuación enumero y
agrupo las distintas acciones:
- Sonreír,
gritar, tocar, esconderse… Son acciones que tienen que realizarse
con personas y que desarrollan la interacción social y la puesta en
funcionamiento de los dispositivos motores. Una de las primeras formas de juego es el
retozo.
- Chupar,
morder, golpear, agitar… Son
acciones y ejercicios que se realizan con objetos. Favorecen el desarrollo sensorial
y la coordinación óculo-manual.
- Gatear,
arrastrarse, balancearse… Son
acciones y ejercicios que realizamos con
el cuerpo y que desarrollan la
coordinación de movimientos y desplazamientos, el equilibrio estático y
dinámico, el concepto y dominio del espacio.
El retozo.
Primera forma de juego que consiste en la puesta en funcionamiento
de los dispositivos motores que se poseen. Constituye el 90% de la actividad lúdica del primer año de
vida. En él se desarrolla la confianza del niño/a con los adultos más cercanos.
Este tipo de juego implica
contacto físico visual, y en él, la
madre, cuidador o cuidadora, juegan a comerle los pies, sus deditos, la
barriguita… etc. Los participantes deben sentirse cómodos y si el niño/a ofrece
alguna parte de su cuerpo sin temor o inquietud alguna, lo que está manifestando
es confianza.
En este tipo de juego con los bebes de tres a seis meses se pretende conseguir dos objetivos.
- Captar la atención del niño.
- Favorecer el desarrollo del proceso comunicativo.
Estos juegos superan cronológicamente el año de vida llegando a
los 3 o 4 años o incluso más, dándose en determinados momentos durante la
infancia.
El cucu-tras. Es
uno de los primeros juegos. Es un juego repetitivo, que consiste en taparse la
cara con las manos al decir “cucu”
y, al decir “tras”, se destapa la cara mostrándola alegre y
sonriente. Con estas dos acciones tan simples, parece mentira que el bebé se ría
tanto.
Los cinco lobitos. Consiste
en girar la muñeca con los dedos hacia
arriba al tiempo que se canta la canción.
Cinco lobitos, tiene la loba
cinco lobitos detrás de la escoba
cinco parió y cinco crió
y a todos los cinco
tetita les dio.
El retozo en realidad consiste en juegos de palabras acompañados de contacto físico
y visual. En ellos las frases se expresan de variadas formas, según la zona en
la que éste se esté realizando; una de estas variantes es:
Con los dedos de la mano yendo del dedo meñique al pulgar del niño
se va diciendo:
Cogiéndole el dedo meñique expresamos:
Este fue a por leña,
Cogiendo el anular:
Este
le ayudó.
Pasando al dedo corazón
continuamos con:
Este encontró un huevo.
Tomando el índice volvemos a decir:
Este lo frió.
Y por último sujetando el
dedo pulgar completamos,
Y este gordito zampabollos, se lo comió.
Otras rimas para retozar son:
Este piececito no sirve “pa” “na”
No tiene huesito ni carne ni “na”
¡Ay! Que me lo como.
Ya me lo comí.
Con dos o tres años, os expreso también otra
estrofa de las muchas que existen, en la que a parte de la propia rima, tiene
una gran importancia las inflexiones de voz que empleamos al recitarla.
Pimpinillo sabe arar,
Retejar,
Dar la vuelta a la redonda
Pimpinillo que te escondas.
Con esta
estrofa el niño pone sus manitas extendidas
con los deditos separados sobre una superficie (mesa, banco…) o sobre
los muslos de su padre o madre. El adulto, por cada sílaba de la rima que
recita, va pellizcando sus deditos, y al llegar a la última sílaba de la rima,
el último dedito pellizcado debe esconderse. Se vuelve a empezar la rima y se
va repitiendo hasta que queda un solo dedito sin esconder. Y a continuación el adulto dice:
¡Este dedito se libró!… Pero, a ti te voy
a comer enterito… se siguen con cosquillas y abracitos que se mezclan con los
jaleos, risas y grititos de ambos.
El juego simbólico.
Se da según Piaget, en la etapa preoperacional, entre los 2 a 6 años. Este tipo de juego se realiza sobre una cosa u objeto
confiriéndole un rol que no se ajusta a la realidad. Ejemplo: el niño coge una
ficha de dominó y juega con ella como si fuera un coche. El niño está jugando
con un coche no con una ficha de dominó. El juego simbólico aparece a los dos
años y predomina hasta los seis años aproximadamente.
El juego infantil con reglas.
Este tipo de juego se da según Piaget, en la etapa de las operaciones concretas. Hacia
los seis años aparece y adquiere un papel dominante el juego infantil con reglas como el de las canicas, que va a marcar de un
modo considerable al niño ya que los rasgos adquiridos durante la infancia con
este tipo de juegos los va a conservar en la adultez. Este fenómeno se denomina
neotemia.
El juego ficticio.
Consiste en la imitación de personas,
animales u objetos animados. El juego ficticio es el que surge de la
imaginación del jugador sin tener correlación con la realidad. En él se crean
personajes (duendes, hadas, sirenas, centauros, superhéroes…) o situaciones no reales que viven y
experimentan acciones irreales. Por
ejemplo: entrar en las noticias de un periódico y vivirlas en primera persona,
ser espectador de una fotografía y tener
la capacidad de recrear en la ficción la acción que recoge la imagen dándole un final.
El juego receptivo.
Cuando el niño toma el rol o papel de espectador. (TV, láminas,
dibujos, tebeos… etc.) son juegos que estimulan la sociabilidad, el lenguaje,
la creatividad, el sentido del humor, la memoria…
El juego del veo, veo, ha llegado a puerto un barco cargado de…
los trabalenguas, …
A los cuatro años tanto el juego ficticio como el receptivo ocupan
el 72% de la actividad lúdica del niño, el resto lo ocupa otro tipo de juego:
El juego constructivo.
El juego constructivo. Aparece en el niño sobre los 3 años, y a
medida que el niño crece va ocupando mayor espacio en su actividad. Destacan en
él, el propósito creador y en él se
conforman las diferencias entre la actividad lúdica y la actividad laboral.
Mención especial merecen los juegos al aire libre como, el esconder,
el corro, el saltar a la comba, el pase mi sí, las chapas, el trompo, los
bolos, la rana, la herradura, el teje, el diabolo, la gallinita ciega...
Sirva como introducción al juego todo lo expresado. Para un
estudio y un conocimiento más profundo deberéis consultar bibliografía especializada.