A lo
largo de 2015, según las últimas estimaciones consultadas, son cincuenta y
siete mujeres y nueve menores las victimas mortales por violencia de género en España. Todas
las mujeres y sus hijos han perdido la vida a mano de sus parejas o exparejas
dejándonos también este tipo de violencia a 50 niños huérfanos. Ante
editoriales como: “Mata a su mujer y a su hija de 9 meses y se suicida…” ¿Se
plantea la sociedad dar una respuesta o
buscar soluciones?
Pero… antes de nada:
¿Qué entendemos por violencia de género?
Conocemos por violencia de género a la
violencia física o psicológica ejercida contra una persona por su sexo o
género. Se utiliza el término género para distinguirla de la violencia común y atenta
sin temor a equivocación contra la integridad, dignidad y libertad de la mujer.
La violencia de género abarca las violaciones,
el acoso, la prostitución forzada, el tráfico de personas para prostituirlas,
la ablación de clítoris, todo tipo de castración, los ataques homofóbicos a homosexuales, bisexuales, transexuales o
transgéneros.
Imagen tomada de https://www.google.es/search?q= violencias+de+género&espv |
Normalmente la asociamos a la violencia contra
la mujer. Violencia que es consecuencia de la discriminación y las
desigualdades que sufre aún hoy día y que se dan en múltiples ámbitos tanto sociales
como laborales. Tiene su origen en la propia Familia, la Escuela , la Iglesia , el Estado. Esta
violencia va desde la discriminación y el menosprecio hasta la agresión física,
sexual y psicológica, desembocando en la mayoría de los casos en el asesinato.
La violencia de género es la que ejerce un
sexo sobre el otro y se manifiesta en
las parejas generalmente mediante la violencia del hombre sobre la mujer. En la
propia familia es conocida como
violencia doméstica, que no es más que la que ejerce el padre de familia sobre su
mujer y en algunos casos también sobre sus hijas. En realidad es una violencia machista. Incluye el uso de la
fuerza, del poder físico, de las
amenazas y del aturdimiento mental consiguiente, desembocando en la mayoría de
los casos en lesiones, secuelas psicológicas e incluso en la muerte.
Tipos de violencia de género.
Existen tres tipos de violencia de género:
Para conseguir un dominio mayor, el hombre
intenta en el plano económico cortarle todas las fuentes de ingreso impidiéndole el acceso al trabajo y al dinero
familiar, consiguiendo de esta forma que dependa de él. Por otro lado intenta
aislarla, que no tenga contactos con nadie para que no puedan abrirle los ojos
y llegue a tomar una conciencia real de
su propia situación.
Este tipo de violencia en la mayor parte de los casos no es
denunciada por sentirse la victima atemorizada o avergonzada de vivir esta situación.
¿Cómo solucionar y erradicar la violencia de genero?
Lo primero que tenemos que ver es donde está la raíz del
problema y si profundizamos un poco la encontramos en la propia sociedad, en
una errónea educación que sitúa a la mujer en un plano de desigualdad e inferioridad con respecto al hombre
llevándola a una subordinación en relación con él, que implica el que la mujer
asuma las relaciones de poder históricamente desiguales que ha habido entre
ambos y que han venido manifestándose desde hace muchos años y que
desgraciadamente han alimentado la familia,
la escuela, la iglesia y el estado..
¡Cómo conseguir erradicar la violencia de género?
Desde la propia familia, es decir; desde las
edades más tempranas y en total conexión con la escuela eliminar los
estereotipos heredados de la cultura patriarcal, enseñar a ser persona en lugar de enseñar a ser “Hombre“ o “Mujer”
No establecer o eliminar estereotipos como
que la agresividad, inflexibilidad, irascibilidad,
prepotencia… son rasgos masculinos, rasgos
de un ser dominante que adornan al hombre
Ni
tampoco ofrecer como rasgos destacables en la mujer ideal la sumisión, el
sacrificio, el silencio, la obediencia…
Imagen tomada de . https://www.google.es /search?q=violencias+de+género&espv |
Y para ello siendo reiterativo hay que enseñar
a ser persona. Es persona el que respeta a los demás, es tolerante, no se cree
superior a nadie, en definitiva, empatiza con lo que les sucede a las personas que
están a su alrededor. Es decir, sufre con, se alegra con, siente con y padece con los que pasan por todos estos
estados de animo.
Ser persona es saber escuchar y resolver cualquier tipo de conflicto pacíficamente.
En la resolución de cualquier conflicto juega un papel preponderante el
diálogo, la comprensión, la tolerancia, sin hacer distingos ni tener perjuicios
por raza, religión, sexo….
Ser persona es tener una autoestima y estima
de los demás equilibradas dándose a todos y recibiendo de todos vengan de donde
vengan. En definitiva es persona el que es capaz de afrontar las
vicisitudes y desafíos de la vida con responsabilidad y sin temor a expresar y
manifestar sus sentimientos y afectos, riqueza que se posee y
atesora por las vivencias..
Ser persona es no tener perjuicios de género,
“esto es de niñas o esto es de niños” Todo es de todos y hay que practicarlo en
todos los ámbitos: en el familiar, en la escuela, en la iglesia, en lo laboral
y en el Estado. No hay juegos, ni tareas,
ni profesiones, ni cargos, que no
pueda desempeñar cualquier persona con independencia de su sexo.
Hay que aceptar a todo el mundo como es y no
pretender que sea otro pues ya no sería el que es. Por lo tanto no hay que
menospreciar a los que no se adaptan al modelo de masculinidad dominante ni tampoco
debe de menospreciarse a las que no se acomodan al modelo de feminidad
dominante. Que tanto hombres como mujeres desde su más tierna edad sean
educados de tal forma que incorporen a sus
vidas las vivencias y expresen sus sentimientos y emociones ya que de
esta forma humanizan y enriquecen sus relaciones personales.
Erradicar la violencia de género es un problema de educación y de un cambio profundo de nuestra sociedad; es en definitiva, conseguir un cambio de mentalidad generalizado que podemos alcanzar con la coeducación vía segura para eliminar los estereotipos. No consiste sólo en concienciarnos fijando días conmemorativos y jornadas de lucha contra tantos azotes sociales de los que tenemos plagado e incluso saturado el calendario.