Durante los últimos
años de mi vida como docente he tenido
que enfrentarme a conductas atípicas de algunos alumnos que rayaban el acoso y
en algunos casos dinamitaban el normal funcionamiento de la clase.
Si rastreásemos
algunos de los ordenadores del último Centro donde presté mis servicios, con
toda seguridad aparecerían vestigios de las actuaciones que llevé a cabo al
respecto ante este tipo de conductas.
Las
orientaciones que ofrezco a continuación no son más que algunas de las que puse
en práctica por entonces para solventar no sólo
la problemática que teñía al grupo
clase del que era tutor sino que por añadidura me salpicaba como responsable
de la marcha del mismo.
Denominamos
acoso escolar al maltrato psicológico,
físico o verbal que de una forma reiterada se viene produciendo cada vez con
mayor asiduidad en el ámbito escolar Es
una forma de tortura metódica y sistemática que usando como armas la
indiferencia, el silencio, la burla, el menosprecio, internet… y. la
complicidad de otros compañeros del grupo al que acosador y acosado pertenecen,
pretende conseguir que la víctima llegue a un estado de impotencia, nerviosismo,
tristeza, soledad…etc. ante el aislamiento social y la marginación a la que se
ve sometido/a presentándolo/a ante todos
como un ser débil, llorica, estúpido/a… de esta forma, queda garantizado el
desprecio, el enjuiciamiento negativo y su exclusión; un rechazo generalizado
que el acosado/a percibe al ver que nadie le habla, ni quiere estar con él, que todos los
compañeros/as se mofan, le ponen motes y
lo apartan sistemáticamente de toda actividad grupal, de situaciones de esparcimientos en los
recreos, de juegos…llegando incluso a degenerar en enfrentamientos violentos
que sirven de espectáculo al propio grupo o parte de él y en las que el acosado/a tiene siempre las de perder.
Estas anomalias
conductuales se vienen dando con mayor asiduidad últimamente en algunos Centros
y han llegado a preocupar a toda la
sociedad por las consecuencias tan graves que de ellas pueden derivarse. Son conocidas, con el anglicismo Bullying y
suelen tener lugar en el aula o en le patio de recreo de los Colegios e
Institutos en alumnos/as con edades comprendidas generalmente entre los 12 y 15
años.
La denuncia al
tutor por parte de cualquier alumno/a o el más leve síntoma sobre la existencia
de este problema en un Centro o en un curso en particular, es causa más que suficiente para activar una serie de medidas encaminadas a solventarlo.
Existen protocolos que de un modo general marcan pautas de actuación ante este hecho, pero es
mucho más efectivo que el tutor y el cuadro de profesores que
imparten clases en el curso en concreto en el que se presupone la existencia de
dicho problema o el claustro si el problema es a nivel de Centro, den los primeros pasos.
El equipo
directivo debe ser informado con presteza de la existencia del
problema y una vez corroborado el hecho
y efectuadas las primeras actuaciones deberá ampliarse esta información al
departamento de psicología del que se recabará ayuda inmediata, haciendo extensiva esta información al Claustro en general, Consejo
Escolar, Inspección, padres de los afectados y Comunidad Educativa en general
Si tenemos en
cuenta las peculiaridades del Centro, la
zona donde está enclavado, tipo de alumnado que a él asiste y la propia
comunidad educativa a la que se sirve es
a todas luces necesario no soslayar el problema sino enfrentarse a él,
ponerlo en conocimiento de todos solicitándoles su colaboración para atajarlo.
Ni todos los
Centros escolares son iguales ni por supuesto tampoco lo son los cursos en los que
se originan este tipo de problemas. Los profesores y maestros sabemos que en
todos los cursos no son igual de eficaces los métodos que empleamos ya que
estos se ven afectados y condicionados
por el tipo de grupo, las edades de sus componentes, las
circunstancias tanto ambientales como
familiares no sólo del propio grupo sino en concreto de los sujetos que protagonizan el problema.
Consulta entre
otras direcciones en http://es.wikipedia.org/wiki/Acoso
o bien en www.acosoescolar.com para descubrir si nuestros alumnos o hijos están
sufriendo esta situación.
Si necesitamos protocolos de actuación podemos ver cualquiera
de los publicados en las distintas autonomías. Entre ellos, podemos contar con el protocolo de actuación en PDF, para los Centros
Educativos en casos de acoso entre compañeros de la Consejería de Educación
del Gobierno de Cantabria.
El acosador por
su escasa sociabilidad, necesita sentirse poderoso, dominar y ser reconocido
por el resto como un líder. Se caracteriza por carecer de empatía, por tener
problemas en su hogar, por manipular la realidad a su antojo y conveniencia,
por no ser autocrítico…
El acosado se
caracteriza por ser sumiso, por tener una personalidad insegura, baja
autoestima, por ser incapaz de defenderse, por pertenecer a una familia que lo
tiene sobreprotegido, por tener
diferencias con el resto de los compañeros en cuanto a raza, religión, físico…
Ante una
situación en la que un tutor detecta o es informado de acoso los pasos a seguir
serían los siguientes:
Informe a la dirección del Centro verbalmente en principio y por escrito seguidamente en el que se detalle el problema detectado adjuntando
los pasos que se piensa seguir; es decir, el protocolo de actuaciones que el
tutor con la colaboración del equipo de profesores que imparte clases en dicho
grupo va a seguir de inicio.
Ninguna
actuación deberá quedarse en las palabras; se expresará por escrito desde
ese mismo momento todo lo que se trate sobre este asunto.
Tanto el acosador con sus bromas, burlas,
menosprecio…etc. como el grupo clase con su silencio y las posturas que como
espectador de las situaciones vividas adopta, no son totalmente conscientes del
daño que están haciendo al acosado por ello es necesario que los primeros pasos
vayan encaminados a echar fuera todo lo que guarden mediante las asambleas de
clase y reuniones con el tutor donde se analicen los hechos hasta el momento
acaecidos, valorándolos y aportando soluciones pues de esta forma evitamos que el
problema se enquiste y vaya a más.
Para estas reuniones y asambleas se aprovechará la hora semanl de tutoría y cualquier hora de clase si fuera necesario.
A partir de
detectado el problema se iniciará un movimiento asambleario en la clase que puede ir
en paralelo con reuniones con los alumnos implicados (acosador, acosado,
padres de ambos…) para evitar el
silencio, complicidad, rechazo… por lo
dañinos que estos pueden resultar.
La lectura y
conformidad por los asistentes (entiéndase delegado de clase o comisión de
alumnos constituida al efecto) sobre
todo lo tratado en cada toma de contacto o asamblea, así como las conclusiones y actuaciones a
posteriori a las que se hubiere llegado es de vital importancia.
Habrá un punto
fundamental que deberá tratarse en todas las reuniones: Revisión y seguimiento de los acuerdos tomados en la reunión o asamblea anterior y su cumplimiento.
Es necesario
hablar con el acosado pidiéndole que informe sobre todo lo que le está
sucediendo y animándolo a no tener miedo en absoluto de la situación que está padeciendo o empezando a padecer, dándole pautas para enfrentarse a ellas.
Todo deberá ponerse por escrito pidiéndoles a los asistentes o comisión su
conformidad.
- Hablar con el
acosador/a u acosadores/as, realizar un análisis de las situaciones concretas
vividas por ellos/as, reconocer la
gravedad de las mismas, comprometerse a la no reiteración de estos hechos… son un
primer paso para erradicar el problema.
- Comunicar todo esto a sus padres dándoles una copia de todo lo tratado si fuera necesario para
que la firmen y den su conformidad sin obviar una cita con ellos para
comentar el problema en profundidad y pedir su colaboración.
- De todo lo
acontecido se pasará un informe comunicándolo a la dirección del Centro.
- Se comunicará también al
Departamento de Psicología (psicólogo del Centro) que estará aconsejando y
siguiendo de cerca todo el proceso,
-Así mismo se dará cuenta a todos los
estamentos de la comunidad educativa tomando las medidas disciplinarias y
sanciones que reintegren al acosador y acosado a su grupo con entera
normalidad.
Cierro esta
entrada con la esperanza de haber
aportado un abanico de actuaciones que generen mecanismos encaminados a
solucionar con prontitud un problema que por su gravedad preocupa e inquieta a nuestra sociedad.