sábado, 24 de mayo de 2008

Plan de calidad de la enseñanza.


El día 21 de mayo de 2008, ha tenido lugar en nuestra comunidad andaluza, una jornada de huelga del profesorado para exigir la retirada del llamado “Plan de calidad de la enseñanza”, al parecer publicada en una orden conocida con el consabido nombre de: “Orden de los incentivos”.

Sin entrar en valoraciones sobre el seguimiento de esta jornada de huelga que según tengo entendido han convocado los sindicatos llamados minoritarios, pero que consultadas algunas fuentes parece ser que dichos sindicatos aglutinan el mismo número o más de profesores que los tres grandes, y sin jugar con las cifras que corren de boca en boca y que se dice que ofrecen por aprobar alumnos, tengo que manifestar mi sorpresa y pena ante toda esta serie de barbaridades y las que pueden derivarse de la combustión de esta nueva mecha.

La calidad de la enseñanza parece ser que tiene un culpable el colectivo de profesores ya que se le ofrece a este colectivo la posibilidad de acogerse a esta orden que en definitiva consiste en más dinero por obtener mejores resultados; es decir, como no lo estáis haciendo bien , os pagamos más para que lo hagáis mejor.

Esta medida a priori, divide al profesorado en buenos y malos. Al parecer, son buenos aquellos que se acogen a ella y malos los que no quieren adherirse. Los buenos serán recompensados económicamente y a los malos se les dejará sin esta recompensa. Por supuesto en los buenos se verán unos resultados positivos con un porcentaje de aprobados alto pues si éste no se da ¿Cómo justifica cada profesor premiado su bondad?

En serio; me parece que la calidad de la enseñanza no se puede conseguir con leyes o medidas de este tipo. Que hay que invertir más dinero, por supuesto que sí; pero no de esta forma.

Parece ser que Andalucía está por debajo de la media nacional en inversiones para la enseñanza por alumno en más de mil euros y por supuesto no la voy a comparar con comunidades más privilegiadas que llegan a superar esta inversión en más de 2.500 €.

Esta diferencia monetaria y afán por igualarnos a las comunidades más favorecidas podría llevarnos a emplear ese dinero en soluciones que iniciarían una mejora en la enseñanza:

  • Disminuir la ratio de las clases hasta llegar a 16 por aula. (Esta primera nos llevaría a duplicar la plantilla de los Centros).
  • Formación permanente del profesorado para afrontar la problemática de la sociedad actual.
  • Potenciar mediante la aplicación de programas educativos impartidos por personal idóneo la integración y aceptación de inmigrantes y no como una actividad puntual.
  • Actuar con energía ante el absentismo y la objeción escolar dotando tanto a los escolares como al núcleo familiar que los soporta y padece de los medios y personal especializado para su tratamiento adecuado.
  • Disminuir el número de horas de clases teóricas e implantar dentro de los horarios y de las propias asignaturas actividades y unidades didácticas más prácticas dentro de los programas que se adapten a las exigencias y demandas de los escolares y de la sociedad en general.


¿Cómo podríamos lograr esa educación sin fracaso escolar?

Todo se puede decir que está dicho ya tanto en la Ley de Calidad en la Educación (LOCE 2002) como en la Ley Orgánica de Educación (LOE 2005), y en numerosos escritos sobre este tema. No tenemos más que leerlos, meditarlos y por supuesto ponerlos en práctica cosa que creo no se ha hecho. En resumidas cuentas podríamos comenzar para conseguirlo desarrollando estos tres puntos

  1. Acabar con la objeción escolar mediante la actuación conjunta de los distintos Centros con los Ayuntamientos permitiendo la influencia directa y el trabajo donde se necesite, de personal especializado capaz de dar una asistencia que reeduque e inserte a este tipo de alumnado consiguiendo dentro del núcleo familiar una total normalidad.
  2. Trabajar por una educación que nos lleve a ideales de paz, libertad y justicia social donde la tolerancia sea el lema fundamental y predominante.
  3. Dar a los alumnos mediante la comprensión lectora acceso al conocimiento humanístico, al conocimiento científico-tecnológico y al desarrollo teórico-práctico de la variada gama de actividades y ocupaciones que se dan en nuestro mundo actual.


Mucho hay que decir sobre todo esto y en sucesivos escritos intentaré desarrollar este tema en el que siempre creo que nos quedaremos cortos; el primero yo, al finalizar este artículo.

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