viernes, 29 de abril de 2016

Coeducación, educación mixta, educación diferenciada.

Podríamos definir “a grosso modo”  la coeducación, como la educación que se imparte juntamente a niños o jóvenes de ambos sexos. Por supuesto, también podríamos aplicar la misma definición para la educación mixta, es decir; que nos daría lo mismo emplear el termino coeducación que el término educación mixta.

En realidad existen diferencias notables.

No podemos decir que estamos coeducando,  por el sólo hecho de tener alumnos de distinto sexo en las clases. Agrupar alumnos y  alumnas para impartir las materias del currículo sin otros objetivos sólo puede contribuir como máximo “por simpatía o roce” a eliminar algunas de  las barreras o muros existentes entre los dos sexos, hombres y mujeres, que se logran sólo por el hecho de no estar separados. Pues al no  estar separados, al no ser una educación diferenciada la que se imparte y  tener forzosamente que relacionarse,  los alumnos/as, deben superar  no sólo los problemas comunes que se dan en un grupo de educación diferenciada sino que a estos se suman los que puedan plantearse por la diferencia de sexo.






Tanto el grupo de educación diferenciada, como el de educación mixta, deben superar los problemas de convivencia que se dan en cualquier grupo sea este mixto o no. Y también, deben superarse los que genera la marcha de un curso escolar: trabajar los temas del currículo en las diferentes materias, realizar controles  parciales y exámenes finales sobre ellas, tener que trabajarlas tanto individualmente como en grupo,  presentar los frutos de lo realizado, participar activamente en las puestas en común, asumir y desempeñar los distintos cargos a nivel de clase o de Centro para los que hayan sido elegidos, efectuar salidas y excursiones … con lo que a los dos sexos se les presenta la misma problemática: superar un curso escolar aprobando todas las asignaturas, a la vez que por necesidad, a nivel individual, deben alcanzar un desarrollo social conveniente.


Pero… ¿Es eso todo lo que puede ofrecernos la convivencia en común de los dos sexos?

Al agrupar niños y niñas, los que con el paso de los años serán hombres y mujeres, y, al hacerles compartir el espacio clase, los espacios docentes auxiliares (léase: gimnasio, patio de recreo, biblioteca, sala de manualidades, laboratorios, taller de tecnología…)  debemos hacerles responsables no sólo de dichos espacios y del material, sino de  todo lo que dentro de ellos se genere o pueda generarse.

Aquí es donde juega un gran papel la coeducación facilitando y fomentando  la creación de una nueva sociedad. Mediante  puestas en común en la hora de tutoría,  reuniones de nivel, de ciclo e incluso de Centro y de Zona  en las que se analicen limen  y eliminen estereotipos y herencias de la sociedad patriarcal que tanto daño ha hecho y sigue haciendo hoy día a nuestra sociedad.

¿Cómo se eliminan estos estereotipos?

Desde muy pequeños haciendo partícipes a  niños y niñas de los distintos cargos que existan o puedan existir en la clase y espacios auxiliares para su buen funcionamiento.





A medida que vayan siendo mayores, surgirán nuevos cargos prevaleciendo o desapareciendo otros ya existentes por inadecuados. Delegada/o de clase, Subdelegada/o, Jefa/e ó responsable de grupo de trabajo, de reparto de material,  de decoración, del huerto escolar, de la limpieza, de relaciones con el entorno y los que pudiéramos  añadir como: creación bien a nivel de aula o de Centro de cooperativas, de emisoras de radio, de exposiciones sobre  trabajos, pinturas, manualidades, formación de grupos de teatro, música... 

Se eliminan también estos estereotipos mediante la puesta en común y análisis sobre las barreras de género  que se dan entre ambos sexos en nuestra sociedad.

- Barreras en el empleo: las mujeres cobran de un 17 a un 24% menos que los hombres.

- Barreras en la formación: Se forma a las mujeres para ocupaciones femeninas .y a los hombres para las tecnologías modernas.

- Barreras de género propiamente dichas: Eliminaremos estas barreras de género cuando dejemos de catalogar ciertas profesiones como de mujeres y las restantes de hombres abriendo todas las profesiones a los dos sexos.

En definitiva; si queremos llegar a más, deberemos echar mano de la coeducación, que es educar en  igualdad de oportunidades a niños y niñas (chicos y chicas). Tratar la individualidad y la diversidad de cada unos de ellos, corrigiendo actitudes sexistas, previniendo la violencia machista, fomentando la autonomía personal, corrigiendo las discriminaciones y estereotipos, erradicando de esta forma conductas como la violencia de género.

Debemos ante todo eliminar las conductas sexistas ya que éstas implican relaciones de género inequitativas en las que el género dominante, los hombres, acumulan privilegios a costa de la subordinación del otro género, las mujeres, aferrándose en la mayoria de los casos a ciertas ideologías.

Para todo ello no sólo deben revisarse los contenidos de los textos, deberá también  cuidarse la formación del profesorado y la del entorno dando participación en el proceso a las APAS, AMPAS… dinamizando las asociaciones de alumnos,  la escuela de padres… es decir, implicando no sólo a toda la comunidad educativa sino que sea extensivo también a todo el entorno escolar. Ayuntamiento, barrio, asociaciones de vecinos, familiares… deben estar concienciados e implicados en todo este proceso.

Coeducar significa no establecer relaciones de dominio que supediten un sexo a otro sino también incorporar en igualdad de condiciones las realidades y la historia de los hombres y de las mujeres para educar en la igualdad desde la diferencia.






¿Qué debe evitar, fomentar o transformar la coeducación?

Debe evitar y desterrar en la escuela y desde el seno familiar comentarios que lleven a fijar en los individuos estereotipos sociales que circulan como normales. (Los niños no lloran, el color rosa es de niñas, las niñas no saben correr, saltar…)

Debe transformar y concienciar al género masculino de lo absurdo que es el que los hombres, por regla general, eviten realizar los trabajos de casa por creer que éstos son de mujeres.

La coeducación debe fomentar las tareas compartidas desde temprana edad. Recoger la mesa, colocar los platos sucios en el fregadero, organizar el lavaplatos, fregar los platos, hacer la cama, quitar el polvo, limpiar,  recoger y ordenar los armarios… 

Otra visión distinta sería la que promueve la educación separada o diferenciada en la que los colegios tienen sólo alumnos o alumnas. Este tipo de educación trata de contentar mediante la separación de sexos a los sectores de población que fundamentan dicha separación en cuestiones de tipo religioso que dan a cada sexo un rol diferente en la sociedad.


Me doy por satisfecho si cumplo el objetivo de este artículo que no es más que dejar claras las enormes diferencias tanto didácticas como ideológicas que existen entre coeducación, educación mixta y educación diferenciada.