lunes, 23 de abril de 2012

La flauta dulce, flauta recta o flauta de pico.





Las flautas son conocidas desde el IV milenio antes de Cristo y se han fabricado con diversos materiales: tallos de espigas de trigo, cortezas de árboles, caña, caña de bambú, madera, metal... y hoy día de plástico.

El tipo de flauta a que hace referencia  el título, es conocida con el nombre de flauta dulce, porque la emisión de los sonidos es suave no pudiendo competir en sonoridad e intensidad con la flauta travesera u oblicua;  También llamada flauta recta porque se toca hacia delante, y por último denominada  flauta  de pico, por la forma afilada que adopta la cabeza por donde se insufla el aire; la embocadura.

Es un instrumento de viento antiguo que tuvo una gran popularidad desde la Edad Media  hasta finales del Barroco. Pasa su popularidad por tres épocas, las  ya nombradas y  el Renacimiento, época que cae entre estas dos. La Edad Media  es un largo periodo  que va desde el 476, fecha de la caída del imperio romano de occidente, siglo V,  al 1492, año en el que tuvo lugar el descubrimiento de América, segundo año de la última década del siglo XV. El Barroco es un periodo bastante más corto que abarca desde 1600 al 1750. Es decir; que una vez consumidos estos  últimos 150 años,  pierde esta flauta su popularidad y queda en el olvido hasta que a partir de la década de los 70  del pasado siglo XX,  comienza a tener una gran importancia como una excelente herramienta pedagógica que se utiliza a nivel escolar  para la iniciación musical en los colegios cuando este tipo de flauta se construye de plástico y de una sola pieza con digitación alemana.  

Para conocer y ver la diferencia que existe entre la digitación alemana y la barroca consultar las ilustraciones que aparecen a principio de este artículo en ellas se expresan los ocho primeros sonidos de la escala diatónica mayor en ambas digitaciones.  Para más información  podéis  consultar:   http://es.wikipedia.org/wiki/Flauta_dulce  en donde podéis ver también que existen para algunos sonidos en la flauta dulce o de pico,  varias posiciones.  

Técnica de la flauta dulce. La flauta no se sopla. Para comenzar a trabajar  la flauta dulce con los niños  hay que dejarles totalmente claro que ésta no se sopla, y para inculcarles esto, los pasos a seguir con ellos son los siguientes:

1. Hacer con los niños la sílaba “de”.                                                                  

La sílaba “de” es sorda si prescindimos de la vocal “e” para pronunciarla, pues de esta forma  no hacemos vibrar las cuerdas vocales. Al articular la consonante “d”,  utilizamos básicamente la punta de la lengua, la parte anterior del paladar, y los dientes; y sólo al hacerlo así, expulsamos una pequeña cantidad de aire al pronunciarla.  Este aire lo expulsamos cuando separamos la lengua del paladar y los dientes, produciendo de este modo la articulación de dicha consonante dando la impresión de que la escupimos.
Para comprobar de un modo asequible  todo lo expuesto con los niños, los invitaremos a  colocar el dorso de su mano  izquierda cerca  de la boca y aproximando los labios a la posición de la vocal “u” sin dejar de articular la “d”,  notarán que  el  aire que expulsan choca contra su piel. Este aire que expulsan es el suficiente para articular los sonidos en esta flauta. De esta forma cortamos la falsa creencia de que se necesitan unos buenos pulmones para tocar la flauta dulce.


Con posterioridad  a medida que vayamos avanzando en el estudio de este instrumento se les informará  que para articular los sonidos en esta flauta se pueden utilizar varias sílabas. Estas sílabas se forman  con  las vocales  “a”, “e”, “u”, unidas a las consonantes “d” y “t”   acompañadas siempre del “toque o golpe de lengua”; dichas sílabas  se emplean en este instrumento por los profesionales para conseguir diversos matices: sobre todo los ligados y los stacatos. 





A los alumnos al principio se les da unas normas:

1.       La flauta se coge siempre con la mano izquierda.
2.      Se coloca la mano izquierda arriba y la mano derecha abajo.
3.      Tapar con el dedo meñique de la mano derecha, el orificio último que nos da el sonido más grave.

1. La flauta se coge siempre  con la mano izquierda. Tapando con el pulgar  de dicha mano el portavoz único agujero que se encuentra en la parte posterior del cuerpo de la flauta y con el índice el orificio que está  en la parte anterior a la altura del referido portavoz.

2. Para tocar la flauta se coloca la mano izquierda arriba y  la mano derecha abajo. Esta norma a pesar de repetirla mil veces por algunos alumnos es ignorada,  cogiendo la flauta como les viene en gana y manifestándote para justificar el no hacerte caso su gran razón: “que  ellos son diestros” por lo tanto sobre todo al principio  hay que estar muy atentos. Es muy bueno y desarma sus razonamientos el  decirles que los músicos somos ambidiestros pues utilizamos las dos manos.

3. Tener tapado siempre  al principio el orificio de la parte del do.Para evitar errores en la colocación de las manos, podemos utilizar la tercera norma.  Esta norma  resulta bastante útil  para que los niños, si son muy  pequeños, al principio no te cambien las manos y para que el profesor se de cuenta con facilidad en una clase numerosa de una colocación errónea de éstas por parte de alguno o algunos de ellos.    

Dicha norma consiste en tapar con el dedo meñique  de la mano derecha el orificio último que nos da el sonido más grave, el “do”, y que al principio por la dificultad que existe para emitirlo no lo utilizamos. Por lo tanto el tener tapado este orificio no afecta a los sonidos que trabajamos puesto que estos sonidos no requieren  todo el largo del tubo. Este orificio, el que nos da el sonido más grave,  es el único que esta ligeramente desplazado hacia la derecha y resulta a simple vista forzada la posición de la mano si tratamos de taparlo con el meñique de la mano izquierda.  El dedo meñique de la mano  izquierda al no llegar con comodidad a este último orificio  nos  hace tomar una postura forzada tanto del brazo como de la muñeca de dicha mano pudiendo visualizar fácilmente el profesor la  incorrecta posición de las manos.


El dedo pulgar de la mano derecha debe estar colocado en la parte posterior  del cuerpo de la flauta  donde se encuentra  un solo orificio, el portavoz y su misión es la de sujetar la flauta.  Debe colocarse en una zona que no esta lisa como el resto  de la flauta  sino que está estriada y se nota algo áspera al tacto. Todos los orificios de la flauta se encuentran en la parte anterior del cuerpo; sólo el portavoz y la zona estriada se encuentran en la parte posterior. La referida zona estriada donde se coloca el pulgar de la mano derecha está situada   entre el cuarto y tercer orificio  (Posición MI- FA).

El dedo pulgar de la mano izquierda debe colocarse  con la uña mirando hacia el que toca, no hacia abajo o hacia el suelo, pues no es el que sujeta  la flauta. Esta posición del pulgar colocado de esta forma facilitará la ejecución de los sonidos agudos cuando tapamos la mitad del orificio del portavoz para emitirlos.  

2. Realizado todo lo anterior  cogeremos la flauta y daremos el sonido “si” pronunciando la sílaba “de”, es decir; de esta forma estaremos articulando el prìmer sonido de la flauta: el sonido “si”.
¿Por qué el sonido “si”? Porque es el más fácil de producir ya que tapamos sólo dos orificios cuando lo ejecutamos utilizando la digitación siguiente: tapando el portavoz, único orificio situado en la parte posterior del cuerpo de la flauta con el pulgar de la mano izquierda, y el  orificio más próximo a la cabeza situado con el resto de los orificios en la parte anterior del cuerpo, con el índice de dicha mano.  

Hay que emitir el sonido “SI” muchas veces con la sílaba “de” utilizando  un golpe de lengua o  articulación por cada vez que ejecutamos  este sonido con la flauta.  Ahora los niños comprenderán mejor lo de “LA FLAUTA NO SE SOPLA”  No permitiremos y tendremos sumo cuidado para que los niños no inflen los mofletes o carrillos, pues estarán soplando no articulando.
Estos preliminares  o normas hay que ir inculcándolos a los alumnos  en cuñas sucesivas a lo largo de las clases.
Para trabajar todo esto y aplicar todos estos recursos y estrategias con el  alumnado podéis consultar las siguientes direcciones:

En el artículo “Color y sonido” publicado también en este blog el 27 de mayo de 2009, hice hincapié en la importancia que sobre todo tiene la letra de la lección o canción para trabajar el lenguaje musical en nuestras clases.
Si os apetece podéis consultar:
http://elinquietojubiladocristobal.blogspot.com/2009/05/color-y-sonido.html

Cuando los niños son muy pequeños se trabajan los sonidos en este orden: SI, LA, SOL, DO’, RE’,   a los que en cursos siguientes se añade el resto de los naturales en el orden que sigue:  FA , MI, MI’, FA', RE, DO, completándolos con los alterados  SIB, FA#, DO#.
Otro orden de aprendizaje de los sonidos cuando los alumnos no son de tan corta edad  es el que se expresa en la animación que sigue: 

Empleamos el nombre de un sonido con una coma o apóstrofe en la parte superior derecha donde ponemos generalmente un superíndice  para indicar que ese es un sonido agudo. Así, si escribimos: MI,  estamos indicado un sonido grave, el MI, de la octava baja. Si por el contrario expresamos MI’, estamos expresando un sonido agudo el MI perteneciente a la octava alta. 

Espero  desde aquí  haberos prestado la ayuda suficiente para  que apliquéis con éxito  todo esto a la vez que os hago partícipes de la importancia que para la iniciación de los escolares en las actividades musicales tiene este instrumento. 

lunes, 9 de abril de 2012

Las claves; su origen y construcción.






El empleo de dos palos de madera para ser golpeados uno contra el otro, los actuales claves, fue utilizado ya en el antiguo Egipto por sus habitantes en situaciones diversas. Unas veces, los hacían sonar  durante la siembra para alejar a los pájaros evitando así la perdida de las semillas depositadas en los surcos antes de ser cubiertas por la tierra. En otras ocasiones, se dejaban oír, para alejar las plagas de sus cosechas y también, eran  utilizados  en situaciones festivas, unas,  formando parte del acompañamiento de las danzas en favor de la fertilidad de los campos , y otras,  en las danzas que se hacían  con el  motivo  de festejar y  celebrar la recogida de  una buena cosecha.

¿Qué son unos claves? Los claves o las claves, son  instrumentos de percusión idiófonos  que consisten en dos cilindros de madera maciza de unos 22 a 25 cm  de largo  y unos 2 cm de sección, que se  utilizan para interpretar motivos o pasajes rítmicos  cuando la partitura de la obra que se interpreta lo requiere tanto en las orquestas sinfónicas, como en las bandas de música o en las orquestas de baile. El origen de este instrumento de percusión y su posterior difusión procede del folclore cubano y se fabrica tanto  en madera de ébano como en madera de palisandro.


¿Cómo se tocan?
Golpeando un cilindro de madera sobre el otro y para ello  no debemos sujetarlos ni presionarlos fuerte para que vibren bien. En las ilustraciones segunda y tercera que inician este artículo, se muestran dos formas de sostenerlos.
Para realizar los esquemas rítmicos, uno de los cilindros de madera, si eres diestro,  se coloca sobre  el pulgar arqueado  y la concavidad de la palma de la mano izquierda, quedando ubicado dicho cilindro entre el pulpejo de la palma de dicha mano,  la concavidad de la palma,   y las puntas o yemas  de los dedos que previamente también habremos arqueado para rozarlo lateralmente sin sujetarlo ni presionarlo. Impedimos de esta forma que éste, caiga al suelo sobre todo cuando lo golpeamos con el  otro cilindro de madera que sujetamos suavemente sin apretar con la mano derecha.
 
Construcción de unos claves. Para la construcción  de unos claves, con el fin de educar a los alumnos en el aprovechamiento de objetos y utensilios que vamos a desechar y fomentar la idea del reciclado, utilizaremos los mangos de madera de escobas o cepillos de limpieza además de las herramientas y el material que a continuación se relaciona: 


HERRAMIENTAS:
-         Un serrucho o  una segueta de acero al carbono
-         Lijas gruesa y fina.
-         Un metro de carpintero

MATERIALES:
-         Un mango  cilíndrico de madera de una fregona o cepillo de barrer. Si no disponemos de ninguno, podemos adquirir en cualquier tienda de bricolage un palo cilíndrico de unos 120 cm de largo por 18 ó 20 mm de sección. Con un palo o mango de este tipo tendremos para construir unos tres instrumentos. 


Otros materiales que necesitaremos utilizar son: 
                                                                                                            
-         Laca tapaporos.
-         Pintura acrílica.
-         Barniz incoloro.

Con el serrucho o  mejor, con una segueta de acero al carbono para cortes finos, del palo o mango de fregona  de unos 18 o 20 mm de sección, cortamos dos trozos iguales de unos 18, 20 o 22 cm de largo. Dependiendo del largo que tengan los trozos y por supuesto del lijado y barnizado, es decir; del acabado, dependerá el sonido que emita y el tono o altura que podrá ser más agudo o más grave.  

Una vez cortados los dos trozos, a  continuación se lijan;  para ello si el palo presenta muchas irregularidades y es muy áspero al tacto podemos utilizar al principio  una lija gruesa o de grano gordo para suavizarlo. Deberá ser esta lija  del nº (5  o 6), para a renglón seguido proceder a utilizar una lija fina del nº (0 o del 1) para darles un mejor acabado.

Una vez  lijados los dos trozos cilíndricos de madera se procede a redondear sus extremos.
Para ello comeremos los bordes o aristas de cada extremo  en diagonal con la segueta de acero al carbono y lijaremos procurando que estos extremos queden redondeados al máximo. 

Después de un buen lijado de los dos trozos, se le da una buena capa de laca tapaporos. Una vez esté seca la laca tapaporos se vuelve a lijar para eliminar el tacto áspero que queda una vez que ésta  ha secado.  Esta operación la podemos repetir varias veces con lo que conseguiremos mejor sonoridad. A continuación se decoran los dos cilindros con motivos libres y por último se barnizan.

Una vez finalizado todo el proceso  tendremos un instrumento construido por los propios alumnos  con el que  ejecutarán  los  esquemas rítmicos de las lecciones y canciones que trabajamos en nuestras clases.