lunes, 28 de agosto de 2023

MÓVILES, TABLETS, IPAD… USO Y ABUSO.

La deformación  profesional en mi caso persistente, me hace sin más demora, abordar algo que durante mi actividad laboral era impensable.  En primer lugar, quiero referirme a las imágenes que a nivel general ofrece nuestra sociedad y que protagonizan niños, jóvenes y no tan jóvenes. 



Hace setenta años, sobre 1953, pues el que escribe tiene de más casi una década, era impensable la fiebre que sufre nuestra sociedad, la de estar comunicados en todo momento. Fiebre, que a muchos está produciendo trastornos de sueño y una dependencia total de estos teléfonos inteligentes, que sirven para muchas cosas y que para muchos de mi edad son una verdadera tortura, un verdadero problema.

Por aquel entonces en casa de mis padres gozábamos de un teléfono fijo de pared, aparato del que no disfrutaba todo el mundo. Tenía cuatro cifras que aún a pesar de los años transcurridos todavía recuerdo, el número que formaban era el 4538. 





Al pasar escasamente un lustro de prestarnos servicio, la telefónica le añadió una cifra más con lo que para establecer comunicación con nosotros al otro lado de la línea tenían que marcar cinco cifras: 14538.

No nos permitía  ir por la calle con él, sólo podíamos distanciarnos o desplazarnos lo que daba de sí el cable que unía el auricular con la caja del teléfono que estaba fijada a la pared  y en la que se encontraban  entre otros artilugios, el  timbre, el marcador rotatorio y el interruptor de gancho sobre el que descansaba el anteriormente mencionado auricular.





Sólo servían para comunicarnos, hablar y escuchar  y, por supuesto, no teníamos la necesidad imperiosa de estar constantemente comunicados, pero no estábamos tan solos, tan aislados, e interactuábamos unos con otros, éramos más empáticos y menos irascibles como ahora. 

Que hoy día haya anuncios en la TV, que animen a los padres a que sus hijos hagan al menos al día una hora de deporte, nos está indicando de todas todas, que nuestros hijos con los móviles y las pantallas pasan muchas horas solos en actitud sedentaria.

El sedentarismo que implica el uso de las tecnologías es un problema que está aumentando entre los niños como la obesidad y sus secuelas: diabetes, falta de actividad física, ansiedad, insomnio…. Demasiadas horas pegado al móvil, a la tableta o al IPad, perjudica el desarrollo de los niños, genera niños más pasivos, que no saben interactuar o tener contacto físico con otras personas. 

La facilidad en las comunicaciones, el poder acceder a internet, a las RRSS, a juegos y a cualquier App recomendada o no para la edad del que dispone del terminal nos hace cada vez a todos más vulnerables. 

Vulnerables nuestros hijos y vulnerables  nosotros, los padres o tutores, pues hemos perdido todo control  y supervisión de lo que hacen, con quienes se relacionan o qué ven éstos; pues, no seamos memos, los controles parentales no nos sirven, ya que lo primero que aprenden los menores  es a borrar su historial de búsquedas en ese amplio mundo virtual que multiplica nuestra capacidad de acción y expansión sin movernos y en el que las acciones que se pueden visualizar o realizar son en la mayoría de los casos dañinas y nada ejemplares.  






Antes, vivíamos en un mundo más reducido, pues éste abarcaba el trayecto de ida y vuelta al trabajo, al colegio o centro educativo, o a la tienda,  plaza de abastos y puestos ambulantes donde mi madre a veces junto conmigo o cualquiera de mis familiares adquiría lo que necesitábamos. No puedo obviar lo que nos abrazaba, el entorno, el barrio donde residíamos en el que con los más próximos, los vecinos del bloque o casa de vecinos, una vez terminada la jornada, reunidos las más de las veces en el portal o a la puerta de nuestras casas en horario vespertino buscando el fresquito, sentados en el acerado al que habíamos portado cada uno nuestra silla cuando el buen tiempo lo permitía, generalmente en los atardeceres primaverales o en el verano, compartíamos algunas que otras noticias y comentábamos lo que nos había ocurrido ese día, las consabidas anécdotas. Éramos sin lugar a dudas más sociables, leíamos alguna que otra vez el periódico y oíamos la radio; únicos medios que ensanchaban el mundo en el que nos desenvolvíamos. Los estudiosos, investigadores…  entienden que las nuevas tecnologías son parte de la vida de nuestros hijos y aún más de nuestros nietos, pero afirman que creen no deben sustituir al contacto directo, al de esas reuniones antes mencionadas entre familiares y vecinos, a la lectura de libros o audiolibros, al tiempo dedicado a juegos, esos juegos tradicionales  en los que se necesita emplear la 





actividad física como el pídola o piola, el escondite, el pañuelo, las canicas, el trompo, carreras de sacos, y como no, los juegos de mesa los  que jugamos en familia, el parchís, la oca, damas, ajedrez…

La OMS, nos advierte del riesgo que conlleva el uso excesivo de móviles, y de todo tipo de pantallas debido a la emisión de radiaciones que nos predispone a  ciertos padecimientos y a la posibilidad de padecer obesidad, diabetes, déficit de atención, retrasos cognitivos, problemas de aprendizaje, aumento de la impulsividad y de la falta de autocontrol, dificultades para conciliar el sueño que sin lugar a dudas afectará negativamente al rendimiento académico de nuestros hijos.





El uso excesivo de las nuevas tecnologías está aumentando las tasas de depresión y ansiedad infantil, problemas de visión en edades tempranas, trastornos de vinculación, trastorno bipolar, psicosis y otros problemas de conducta infantil.

Dos de cada 10 niños de 8 a 18 años o incluso más,  con toda seguridad, son adictos a las nuevas tecnologías. Cada vez que los niños usan dispositivos móviles se separan de su entorno, de amigos y familiares,  y se aíslan por completo.

Los que estéis preocupados por el problema que los dispositivos móviles puedan generar en vuestros menores podéis ampliar bastante  sobre el tema en 

https://www.guiainfantil.com/articulos/educacion/nuevas-tecnologias/10-motivos-para-prohibir-los-smartphone-a-ninos-menores-de-12-anos/amp/

Así como también acceder a artículos periodísticos como el artículo titulado “Casi el 70% de los niños reciben un móvil ante de los 9 años.” de 08/11/2021 de www.elperiódico.com.

Espero que todo lo aquí expuesto sirva para tomar conciencia de las posibles consecuencias que nos puede acarrear el abuso de estas tecnologías, que por supuesto son buenas en su justa medida.