jueves, 2 de junio de 2011

¿Multiplicidad de estímulos en los más pequeños?






Es de dominio general y bastante frecuente el comentario que surge en corrillos de amigos y/o vecinos, en cualquiera de los barrios de cualquier población o ciudad, sobre lo despiertos y espabilados que son los bebés y los niños desde hace unas décadas. Este comentario y otros similares surgen hoy día de los más adultos que sin remedio hacen comparaciones con los pequeñines de épocas anteriores.


Aun no han aparecido los primeros dientes en ellos y ya estos chiquitines gozan hoy día de una superactividad que nos dejan perplejos. Sobre todo manipulan con gran habilidad el cuadro de mandos o botonera de cualquier artilugio, aparato o electrodoméstico con una suficiencia que nos dejan boquiabiertos. No paran un momento y dejan destrozados a todos los que dentro del ambiente familiar cuidan de ellos.


No dejan de sorprendernos cuando aún se trasladan gateando de un lado para otro o bien realizan estos desplazamientos en su andador, o dan sus primeros pasos sujetos de un adulto o cuando estando en nuestros brazos al no poder aún expresarse verbalmente. utilizan todo su cuerpo y sus menudos bracitos para indicarnos tanto la dirección como el sitio en concreto a donde se quieren dirigir o más bien a donde quieren que los llevemos.

¿Por qué son tan despiertos los bebés hoy día?

Sin lugar a dudas hay una serie de factores o circunstancias que favorecen todo esto; entre ellos podríamos enumerar:




1. La poca tranquilidad y sosiego de las madres durante la gestación.

2. La jornada laboral tan extensa que limita el contacto directo de los progenitores con sus hijos restringiendo éste a los fines de semana, y a las últimas horas del día o primeras horas de la noche de los días laborables.

3. La convivencia y el roce cotidiano por la utilización, con una amplia gama de aparatos y electrodomésticos que tenemos hoy día en nuestras casas a los que se suman por añadidura una serie de juguetes en su mayoría electrónicos

4. La gran cantidad de estímulos que llegan a estos pequeñines a través de los medios de comunicación y comercio y sobre todo de la radio y la televisión (canciones, anuncios, dibujos animados... etc.)

Como podemos ver a esta pregunta y a esa serie de factores que se dan con frecuencia en todos los ámbitos de nuestra sociedad, corresponde un amplio abanico de respuestas.

La primera de ellas es la que se refiere a la poca tranquilidad y sosiego que padecen las madres desde el mismo momento de su concepción. Hoy día la mayoría de las madres desempeñan un puesto de trabajo que las somete a una actividad que las mamás de épocas anteriores no tenían. Permanecen algunas de ellas en dicho puesto de trabajo hasta unos días antes de dar a luz si no tienen algún problema que les obligue a pedir la baja por maternidad pues de esta manera pueden gozar después del parto de un periodo mayor de tiempo para dedicar al recién nacido.


Sin lugar a dudas este estrés y ansiedad que tienen las madres durante la gestación se le comunica al bebé que recibe todo esto sin haber abandonado aún el seno materno.

Una vez analizado este primer factor, abordamos la segunda circunstancia. La jornada laboral tan amplia que sufren ambos progenitores en este país, el poco tiempo libre que les queda después de ella cuando deben sumarle a éste, el que necesitan ambos para realizar las tareas del hogar y el que deben emplear en otra serie de actividades anejas durante este periodo teniendo que abandonar en parte la tarea principal, que es la de cuidar a su hijo.

No hay un contacto continuo con el bebé sino que este se limita al corto que les deja la jornada laboral y que obliga a los padres a delegar en los abuelos. De esta forma el contacto, cuando tiene lugar, se hace aún mucho más intenso y durante éste se les permite en la mayoría de los casos a los hijos casi todo.

Un pequeñín que llega a un hogar trae consigo no sólo una gran alegría sino también un rosario de preocupaciones para la pareja. Con frecuencia los padres se ven desbordados en el día a día y a veces no saben a donde acudir para solventar la problemática que estos pequeñines les plantean debido a la poca o nula preparación que tienen los nuevos padres para enfrentarse a esta nueva situación, ya que la sociedad al igual que en épocas pasadas no los prepara aún todavía para esto.


El no saber con seguridad si las reacciones de sus hijos son normales o se salen de esta catalogación o si están como padres dando respuestas acertadas. Las dudas que les invaden en el día a día ante las nuevas situaciones a las que deben hacer frente y la poca tranquilidad de que disfrutan así como el estrés al que la sociedad y esta nueva experiencia les somete son otras razones que hay que sumar al rosario de estímulos que donan a sus niños.

Unas direcciones a las que podemos acudir para asesorarnos, solventar o al menos tranquilizarnos sobre nuestras actuaciones son:
http://www.guiainfantil.com/1149/como-estimular-a-un-bebe.html
O bien podemos acudir también a:
http://www.albebe.com/cgi-bin/albebe/tubebe.pl?4102.html

En esta dirección que os expreso a continuación podréis encontrar una serie de artículos orientativos sobre los bebés de uno, dos, tres meses… hasta dos, tres o cinco años.
http://www.guiainfantil.com/educacion/desarrollo/bebealnino.htm

Espero que vuestro paso por este blog, no sea baldío y obtengáis respuestas a algunas cuestiones que os estéis planteando sobre estos temas que como véis conforman un amplio abanico que va desde el niño y su gestación hasta la problemática educativa que se os plantea durante su desarrollo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me alegro de que este tema se trate de forma tan directa y poniendo sobre la mesa toda la problemática que nos encontramos los papás. FELICIDADES!!

El Inquieto Jubilado Cristóbal dijo...

Aunque tarde gracias por tu felicitación; no he hecho más que reflejar por escrito parte de la problemática que padecéis los padres en la actualidad. Un saludo.