En el aula la discriminación auditiva se puede trabajar de distintas formas.
a. Con varios instrumentos para distinguirlos o reconocerlos por su timbre.
b. Con un sólo instrumento.
a. Con varios instrumentos para distinguirlos por su timbre.
Se pueden realizar distintos juegos dependiendo de la edad y del grupo. Así podríamos realizar las siguientes acciones:
- Andar al oír el xilófono, saltar al oír el metalófono, andar de puntillas al oír el carillón.
- Debajo de la mesa al oír el pandero, sentado encima de la mesa al oír el sistro o sonaja, sentado en la silla al oír los claves.
- Nombrar el instrumento después de este haber sonado sin verlo previamente.
Reconocer por su timbre y por su aspecto la mayoría de los instrumentos de pequeña percusión: güiro, pandero, triángulo, maracas, sistro , xilófono, metalófono, carillón, caja china, maracas...
- Andando al ritmo de una canción en círculo.
Triángulo; instrumento de percusión de metal. Imagen tomada de www sangaxa.com |
- Levantando los brazos al oír el triángulo.
- Bajando los brazos y andando en cuclillas al oír el pandero.
b. Con un sólo instrumento.
(Un xilófono contralto o alto) realizando los dictados de graves y agudos que a medida que avancemos se irán complicando en extensión ( 4, 5, 6... sonidos) y ampliando su dificultad con nuevos elementos.
- Dictados de graves y agudos.
- Dictados de graves, agudos y glissandos ascendentes.
- Dictados de graves, agudos y medios.
- Dictados de graves, agudos y glissandos ascendentes y descendentes.
- Trabajar distintos tipos de de glissandos.
1. Del sonido más grave al más agudo. De la placa del “do” grave, a la placa del “la” agudo,
2. Del sonido más agudo al más grave. De la placa del “la” agudo a la del “do” grave.
3. De un sonido central, percutiendo una placa central (placa del “si”) al más agudo (placa del “la”).
4. De un sonido central (placa del “si”) al más grave (placa del “do”).
- Dictados de graves, agudos, medios y glissandos ascendentes y descendentes.
En la fotografía aparecen sobre un pentagrama en Clave de Sol, tres espacios separados por dos líneas divisorias y un espacio rectangular que representa la separación que hay entre dos pentagramas ya que este tipo de dictados puede hacerse sobre el pentagrama o sobre el espacio delimitado por la primera línea del pentagrama superior y la quinta del pentagrama que se encuentra debajo en cualquier página pautada.
Las líneas divisorias separan las secuencias de sonidos que pueden ser de 4, 5, 6 o más sonidos dependiendo del grado de maduración y retentiva del grupo a quien van dirigidos. Denomino secuencia a una serie de sonidos que se dan con una cierta cadencia, siempre igual y sin interrupción hasta que acaba.
Las dos primeras secuencias son sólo de graves y agudos. Para ello hemos golpeado la primera placa, la más grave y larga del metalófono y la ultima, la más aguda y corta de todas las placas, y expresado los sonidos con sólo las cabezas de la figura negra.
Los glissandos los representamos con las cabezas de la figura negra tanto en la parte superior (por encima de la quinta línea) para expresar el sonido más agudo del glissando, como la zona inferior del pentagrama (por debajo de la primera línea) para expresar el sonido más grave del glissando; unidas ambas cabezas por una línea quebrada.
Se utiliza la tercera línea del pentagrama para los sonidos medios.
En caso de escribir el dictado entre el espacio que existe entre dos pentagramas utilizamos la cabeza de la figura negra sobre la quinta línea del pentagrama inferior para representar un sonido grave; y la cabeza de la figura negra colgada de la primera línea del pentagrama superior, para representar sonidos agudos. El glissando ascendente es una línea oblicua que va de izquierda a derecha desde la quinta línea del pentagrama inferior a la primera del pentagrama superior. El glissando descendente va igualmente de izquierda a derecha pero desde la primera línea del pentagrama superior a la quinta del pentagrama inferior.
¿Cómo comenzar los dictados de graves, medios, agudos y glissandos?
Los primeros dictados con sonidos, los hará el profesor con pocos sonidos (cuatro), y estos, muy diferenciados. Se empezará dictando con un xilófono contralto (alto), percutiendo las placas de ambos extremos, al que se irán añadiendo en dictados sucesivos nuevas complicaciones como glissandos ascendentes o descendentes, que pueden ejecutarse recorriendo todas las placas del instrumento o sólo una serie de ellas. Es decir, pueden ir desde el sonido más grave (placa del do) a un sonido central (placa del “si”) o viceversa, o bien, desde un sonido central al sonido más agudo del instrumento o a la inversa.
El profesor, dictará las secuencias protegiendo el xilófono con una pantalla para no dar pistas visuales al alumnado. |
El alumno no contará, sino que escuchará la secuencia de sonidos percutidos por el profesor, y dirá verbalmente a requerimiento de este cuantos agudos, graves... etc. y en el orden en que han sido dados.
Un recurso para memorizar las secuencias es utilizar nemotecnias, la sílaba “pon” para los graves, “pin” para los agudos por la imposibilidad de entonar el intervalo pues se sale del ámbito de la voz. La sílaba “pen” la utilizaremos para los medios. Para los glissandos ascendentes utilizaremos “ponréin”; y, “pinreón” para los glissandos descendentes.
Los alumnos escribirán el dictado en el espacio existente entre dos pentagramas de una página pautada, o entre dos líneas bien separadas, relacionándo la parte baja del espacio con los sonidos bajos o graves y la parte superior del mismo con los sonidos altos o agudos. Progresivamente iremos utilizando nuevos elementos y las secuencias serán de más sonidos (cinco, seis...).
En estos dictados sólo interesa el reconocimiento de los sonidos graves, medios y agudos; la dirección de los glissandos, si son ascendentes (de sonidos graves a agudos) o descendentes (de sonidos agudos a graves). También si estos son de ámbito amplio, es decir, si recorren por completo todas las placas del instrumento emisor, con el que estamos realizando el juego o ejercicio, o parte de ellas, siendo por supuesto este glissando de ámbito reducido.
Después de corregido en la pizarra o fanelograma, los alumnos uno a uno interpretarán el dictado en el xilófono, con lo cual desarrollaremos su capacidad lectora y de traducción de la simbología usada al instrumento. Desarrollaremos también de esta forma, su sentido musical, su lateralidad, su capacidad manipulativa, su memoria auditiva, etc.
Al ejecutar estos dictados con el xilófono, el alumno deberá alternar la mano derecha e izquierda al percutir con los mazos las placas del instrumento en cada sonido aislado. Los glissandos ascendentes los iniciara con el mazo que sujeta su mano derecha y los descendentes los atacará con el mazo que sujeta con su mano izquierda. Con estas sencillas normas estaremos desarrollando su lateralidad, en definitiva, contribuyendo al desarrollo y conocimiento de su esquema corporal.
Escritura de estos dictados. Nomenclatura a emplear.
Utilizaremos la cabeza de la negra para representar todos los sonidos aislados.
Grave; cabeza pegada a la línea inferior.
Agudo; cabeza pegada a la línea superior.
Medio; cabeza en el centro del espacio limitado por ambas líneas.
Utilizaremos una línea oblicua, que trazaremos de abajo a arriba, ladeada hacia la derecha si el glissando es ascendente.
Con una línea oblicua trazada de arriba a abajo ladeada también hacia la derecha si el glissando es descendente. Ver fotografía.
Sonido aislado — cabeza, figura negra.
Trazo oblicuo de abajo a arriba — glissando ascendente amplio.
Trazo oblicuo de arriba a abajo —- glissando descendente amplio
Trazo oblicuo del centro a arriba — glissando ascendente reducido
Trazo oblicuo del centro a abajo — glissando descendente reducido
En una próxima entrada seguiré ampliando y desarrollando estos y otros recursos didácticos.
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