jueves, 1 de noviembre de 2012

El sol. Explosiones solares. ¿Es el astro rey realmente un peligro?



Diariamente nos vemos sorprendidos por noticias que aparecen en los diarios y revistas de todo el mundo  y que al margen de las económicas que hoy por hoy son bastante desalentadoras, éstas, las que se refieren a tormentas y explosiones solares, que entran a engrosar los artículos de las secciones de carácter científico, son causa de no poca inquietud en muchas personas.

Puede darnos una idea de la preocupación  que generan en algunas personas estas noticias cuando nos  adentramos en direcciones como la que cito a continuación: http://www.aimdigital.com.ar/aim/2012/08/25/explosiones-solarespronostican-catastrofes-para-2013/

Pertenecen muchas de ellas al seguimiento que viene  haciéndose durante estos últimos años en los distintos observatorios de nuestro planeta sobre la estrella más próxima a nosotros. Dicho seguimiento confirma, que el Sol pasa por ciclos regulares de actividad y cada once años aproximadamente, alcanza un pico máximo en esta actividad  generando tormentas y explosiones solares que pueden, deformar y alterar el campo magnético de la Tierra durante un periodo de tiempo más o menos prolongado cuando se dan juntas un cúmulo de circunstancias.

Si quieres conocer más sobre las explosiones solares y todo lo relacionado con la actividad solar y su posible repercusión en nuestro planeta, puedes consultar:
http://es.wikipedia.org/wiki/Erupci%C3%B3n_solar   o bien puedes leer algunos  artículos que tratan este problema más en concreto en:  http://www.eltiempo.com/vida-de-hoy/ciencia/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-11309903.html  O acercarte a este tipo de fenómenos mediante un video en youtube sobre la enorme explosión solar M1,7, NASA 16 de abril 2012 en la dirección:  http://www.youtube.com/watch?v=dBIxDJh4gXk

En la edición del jueves 25 de octubre de 2012, según el diario británico The Daily Mail desde el observatorio de dinámica solar de la NASA (SDO) se observó y se llegaron a  capturar  imágenes de cómo surge de la superficie solar una erupción de plasma que llega a formar una especie de látigo o filamento. Dicho filamento recorrió una  longitud de unos 800.000 km. El plasma solar eyectado desde la cromosfera  y que formó dicho filamento viajaba a una velocidad de unos 1400 km/seg.

En este fenómeno que no es más que uno de los que entran a formar parte de una tormenta solar y que conocemos con el nombre de erupciones solares, podemos observar una gran actividad del Sol al desprenderse de la cromosfera hacia el espacio exterior materia estelar. Este tipo de tormentas solares causadas por la erupción de plasma provocan cerca de los casquetes polares  impresionantes auroras boreales, las 'luces del norte', que se forman tras chocar estas partículas con la magnetosfera terrestre dando lugar a uno de los mejores espectáculos naturales.



El plasma eyectado que  originó el filamento  en esta tormenta solar a la que estoy haciendo referencia, no iba dirigido hacia nuestro planeta, pero algunas de sus partículas contactaron con la magnetosfera  terrestre provocando el lunes 22 de octubre una aurora boreal.

Si  os pica la curiosidad y deseáis conocer más sobre este tipo de fenómeno podéis acercaros a la dirección  http://es.wikipedia.org/wiki/Aurora_polar.
  
En las tormentas solares se dan cinco clases de explosiones  y que en  función de la  intensidad de éstas, han sido clasificadas de menor a mayor con las letras A, B, C, M y X. La  de menor intensidad es la A, y de una clase a la siguiente, aumenta su intensidad unas diez veces.

Algunas  de estas explosiones sería comparable en intensidad a la energía que liberó la explosión de la bomba atómica “Little Boy” lanzada sobre Hiroshima y que tuvo una potencia de 12`5 a 16 kt.

Un kilotón equivale a la intensidad que se obtendría al explosionar mil toneladas de trinitrotolueno: explosivo conocido con las siglas TNT.  El símbolo del kilotón  es “kt” y libera una energía de 4,184 x 1012 J.


Las imágenes que ilustran esta entrada son capturas de pantalla realizadas en las direcciones que aparecen en los  pies de fotos y en las direcciones que muestro al final de este párrafo donde podemos  apreciar la belleza plástica y el colorido de estos fenómenos. Dichas direcciones son:  http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Polarlicht_2.jpg

Las tormentas solares y las erupciones que de estas surgen, según su intensidad, pueden provocar  perturbaciones de las telecomunicaciones en la Tierra y en el espacio, así como en los sistemas de distribución eléctrica.

Una tormenta solar potente puede alterar el funcionamiento de los satélites, dar lecturas erróneas de coordenadas que afectarían a los sistemas de localización GPS y causar cortes de energía, ya que las partículas solares eyectadas pueden dañar los instrumentos electrónicos y hasta la fecha no poseemos unos sistemas de protección adecuados para ellos.

Una consecuencia de la elevada actividad solar son las  auroras australesfamosas “luces del sur” provocadas por el impacto de las partículas solares contra la atmósfera de nuestro planeta.  El 18 de Julio de 2012,  desde la estación franco italiana Concordia en la Antártida, pudo observarse el brillo etéreo de luces rojas, verdes y anaranjadas provocadas por la referida actividad solar



Las auroras se producen sobre las regiones polares tanto del norte como del sur de nuestro planeta y son muy difíciles de ver desde las zonas pobladas sobre todo  por la contaminación lumínica.

Según se desprende de todo  lo expuesto en esta entrada, no debemos preocuparnos hasta el extremo  de vivir angustiados por las consecuencias que se pueden derivar de este tipo de fenómenos, pues la radiación de una tormenta solar muy potente después de atravesar la magnetosfera que es la capa que nos defiende de este tipo de fenómenos, sólo podría afectarnos en el aspecto tecnológico.

El funcionamiento de nuestra sociedad  es muy vulnerable por la dependencia que tiene de los sistemas vía satélite para realizar todas sus actividades. Las erupciones solares  al  alterar estas tecnologías, además de  perturbar el funcionamiento de los satélites e influir sobre los sistemas de localización GPS, como he expresado en un párrafo anterior, puede afectar a los sistemas de navegación aérea, dificultar la sincronización de ordenadores, trastornar las redes de telecomunicación y por supuesto causar cortes de energía.

La destrucción de nuestro mundo, el cumplimiento de profecías apocalípticas, la desaparición de todo vestigio de vida por un hipotético fuego purificador, creo son tema  para el argumento de otro tipo de escritos. 

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