No podemos educar
metidos en una isla, inhibiéndonos del mundo y de todo lo que nos rodea, como
si toda influencia exterior fuese nefasta y contraproducente. No podemos educar
al margen de lo social y de lo político sin un análisis sistemático y amplio de
la realidad que estamos viviendo y de la que sin pretenderlo somos parte.
Este tipo de educación,
tan acotada, sólo puede darse en
asociaciones y guetos cerrados, en los que predomina una educación directiva,
paternalista, sobreprotectora con unas directrices y objetivos encaminados a
fines alejados del común denominador social.
¿Y que debemos
entender por estar alejados del común denominador
social? Una actitud que lleva al ser humano a mirar desde lejos o solapar la
problemática social que nos toca vivir. Dicha actitud lleva al alumnado a no tomar una conciencia clara de las desigualdades sociales, de la grave
problemática de los desahucios, de la
corrupción, de los impuestos injustos al ser iguales para todos cuando hay
tantas diferencias salariales, de los sueldos de miseria, de la pobreza, del
paro endémico… pues cuando se plantean
se tratan en tercera persona, como situaciones totalmente ajenas.
Si educamos así, no
ayudamos en nada a un desarrollo normal
de las facultades del ser humano, necesitando
este modelo educativo de la búsqueda o edición
de libros adecuados y de la creación de Centros y docentes a la medida.
¿Y qué es asistir
a un Centro a la medida? Es asistir a un
Centro directivo que entre sus objetivos no contempla sólo impartir las materias
del currículo, sino seguir por encima de todo unas directrices conducentes a
conseguir un alumnado diferenciado del resto de los demás Centros. En resumen un alumnado disciplinado, de
elegidos, mal llamado de élite, que fabrica seres egoístas, poseídos de si
mismos y del entorno en el que se educan. Considerando desde su óptica una
pérdida de tiempo, el trabajar y analizar las realidades que vivimos: la del
grupo clase, la del entorno escolar, la del barrio y de la propia sociedad en
general, sino es bajo puntos críticos que denostan conductas y hechos que en todos
estos espacios se suceden y que no conducen directamente a su ideario.
A lo sumo se promueven
análisis sociales y políticos sesgados, que llevan a participar a toda la
comunidad educativa en un proceso cojo, sin vida o a media vida, en la que
priman los contenidos y conocimientos librescos previamente revisados, el yo y
el nosotros sobre los demás, como si todo lo externo a ellos fuera de otra
galaxia o estuviese en cierto modo
contaminado.
Para educar hay
que informar y formar; pero sin ningún género de dudas, la formación es de una importancia tal que
debe superar en muchos enteros a la información..
La información se
realiza suministrando los conocimientos
adecuados y sobre todo enseñando los caminos seguros y veraces para acceder a ella capacitando al alumnado
para distinguir lo fundamental de lo accesorio, desarrollando en ellos el
espíritu analítico y crítico, el espíritu de trabajo, la constancia… a la vez que se van trabajando las materias instrumentales y se van introduciendo los contenidos de las
distintas áreas (lengua, matemáticas, conocimiento del medio, manualidades,
educación artística)… sin olvidarnos de que debe primar la formación sobre la
información..
La información
hoy día está al alcance de todos pero no así la formación y el desarrollo de
unos valores que sólo se logran con el diálogo, el autoanálisis y análisis de
la mayoría de las situaciones y reacciones tanto a nivel individual como grupal.
A esta
información podemos llegar en cualquier momento conociendo, por haberlas
utilizado, esas vías de acceso; pero es
mucho más importante desarrollar en el alumno, una serie de valores entre los que podemos citar la constancia, la
paciencia, su empatía, su espíritu crítico, la atención…
Formar sólo se
logra desarrollando en el alumno actitudes y capacidades, inculcando y
trabajando el respeto a así mismo y a los demás, el saber escuchar, el ser solidario
y participativo, enfocando todos estos
valores en la buena marcha de su grupo
de trabajo, del grupo clase, del Centro en general, del entorno escolar, de su
barrio… etc.
¿Qué hacer o qué
recursos utilizar?
El grupo clase
debe funcionar igual que la sociedad a la que pertenece. Si pertenecemos a una
sociedad democrática el grupo clase y el Centro en general deberá funcionar de
la misma forma.
Haciendo al
alumnado partícipe activo de su propio proceso educativo y creando los cargos y
puestos necesarios para su participación.
Las normas de
cada grupo clase y del Centro en general son más efectivas cuando son generadas por los
alumnos, El profesorado no debe imponer ninguna norma, sino dejar que éstos, ante
problemas que impidan el normal funcionamiento de las clases y de la convivencia en general, se vean en la
necesidad de dictarlas y aplicarlas.
Cada semana,
dentro del horario hay una hora de tutoría
o de reunión de aula, que no es
una hora de tiempo libre, que el alumno pueda utilizar como le venga en gana. Es una de las horas más
importantes del currículo, que el tutor y el cuadro de profesores que imparte
clases en ese grupo y los alumnos deben aprovechar para un sin fin de asuntos
como:
: - Puestas en común.
- La elección de Delegado/a y
subdelegado/a de clase
- La formación de grupos de trabajo.
- El análisis del grupo y su comportamiento en los distintos
espacios.
. En el aula con los
distintos profesores.
. En los cambios de
clase.
. En los recreos.
- En las entradas y
salidas del Centro.
-- Elección de encargados, duración
de estos cargos y funciones de los mismos,
Del material común,
Del huerto escolar.
Del blog de clase,… etc.
Como cargo más relevante se debatirán las
funciones del Delegado pero también la de todos los cargos que la propia dinámica
de la clase o grupo generen.
Serían funciones
del Delegado/a
Levantar acta de
las reuniones de aula o tutoría y de los acuerdos tomados en ellas para el
mejor funcionamiento del grupo clase.
Representar a los
alumnos del curso en la junta de delegados y expresar sus propuestas, quejas e
inquietudes y trasladarlas al consejo de gobierno, claustro de profesores.
etc.
Asegurar y velar
por el cumplimiento de las normas, acuerdos y resoluciones de los órganos del
gobierno y/o de la propia clase.
Contribuir al
control de la calidad de la formación de los alumnos.
- Manifestando quejas o informes sobre la docencia.
- Trasladando las inquietudes de los alumnos.
- Preparando las reuniones de tutoría o reunión de aula.
- Asistiendo y participando en las reuniones de evaluación o
preevaluación.
Todo esto y más
podemos consultarlo en www.consumer.es/wet
ya que escribir sobre estos temas en profundidad haría esta entrada inacabable.