Sentidos que intervienen en la percepción
del discurso musical.
La
música es un arte que solo puede percibirse por el oído en condiciones
normales; en casos excepcionales, la podemos percibir por las vibraciones que
los sonidos producen, es decir; que mediante el tacto como es en el caso de los
niños hipoacúsicos, el ser humano también puede acercarse al discurso
musical.
El primer mensaje musical. Valores
formativos, afectivos y sociales.
La educación músical nos prepara como oyente,
fomenta valores sociales y desarrolla las facultades intelectuales y
emocionales.
Desde
que nacemos estamos entrando en contacto con la música. El primer contacto con
ella lo tenemos con las canciones de cuna que nos cantan nuestros padres. Este
primer contacto con la música a través de la madre o el padre, va a favorecer
nuestras facultades intelectuales y emocionales. Nos va a hacer receptores de
un mensaje musical, pues mediante una nana, nuestros progenitores nos invitan a dormir y nos arrullan.
Platón
decía : “¡Ah si todas las madres cantaran!” Las canciones de cuna con las que
todas nuestras madres nos arrullan, son el primer contacto musical que tiene el
niño. Mucho mejor que cualquier tipo de música grabada. La canción de cuna la
percibe el niño como un todo y ante ella tiene respuestas concretas:
- Lo calma.
- Le da paz y sosiego ante
cualquier excitación de tipo nervioso.
- Le ayuda a conciliar el
sueño reparador.
Y, ante
otro tipo de canciones y dependiendo de su ritmo y aire, el niño reirá, se
pondrá alegre, pataleará… etc.
¿En qué campos incide la canción en el
niño?
La
música y en este caso concreto la canción de cuna y la canción infantil inciden
en un principio sobre el campo afectivo y emocional del niño y por supuesto,
desarrolla su intelecto. Este desarrollo se deduce de las distintas respuestas
que obtenemos de él.
Hoy día
sabemos, que antes de venir el niño al mundo, ya es un posible receptor de
mensajes musicales, no necesita estar físicamente en él para que desde su
protectora ubicación pueda percibir estos mensajes. Puede prepararse al no
nacido como oyente desde el vientre de la madre y las preferencias musicales de la madre van a
definir y marcar las del niño.
Más
tarde en la Educación Infantil
y Primaria, el niño va a percibir las canciones como una unidad sonora con
sentido, que va a afectar a su sensibilidad, a su campo emocional, y necesitará para su aprendizaje de la
repetición único medio de fijar las partes que en su intelecto quedan imprecisas
o desdibujadas por la necesidad que tiene de expresarlas posteriormente.
Mediante
los procedimientos y recursos didácticos empleados en su educación musical
tendrá el niño el camino abonado para el aprendizaje del lenguaje musical.
En la educación primaria a lo largo de los diferentes cursos se va a ir preparando al niño como RECEPTOR, mediante las audiciones; y como EMISOR, interpretando pequeñas melodías o composiciones musicales a medida que va siendo conocedor de los rudimentos y técnicas del lenguaje musical.
La música incide en el mundo afectivo y emocional porque el niño recibe la música y sobre todo las canciones como un todo ante el que reacciona con diferentes estados anímicos dependiendo de lo que ella le transmita a través de su letra, su melodía, su aire, su ritmo.
Forma
su conducta social porque lo que el niño crea o ejecuta no lo hace solo y
exclusivamente para él, sino que lo comparte con los demás: grupo clase,
compañeros, amigos…
La
educación musical nos proporciona el conocimiento del entorno a través del folklore, de los instrumentos que
en el se utilizan, de las costumbres de una determinada zona o región, de sus
vestidos, de las danzas y bailes, de sus
leyendas, gestas e historias que se
transmiten a través de las letras de sus canciones.
Importancia de la música en el
desarrollo psicomotor y de nuestro esquema corporal.
La
música desarrolla el esquema corporal y lo define. Da los conceptos de BAJO
(grave) y ALTO (agudo). En el estudio y práctica de la medida nos da los
conceptos de ABAJO Y ARRIBA (dar y alzar) derecha e izquierda. Nos hace llevar
el pulso de una canción (primer acto rítmico). Desarrolla nuestra motricidad en
las ejecuciones rítmicas al utilizar los instrumentos corporales (palmas, pitos
o palillos, manos, pies, pecho, muslos, rodillas…) y tener que interpretar las
distintas figuraciones.
a) En
los ejercicios de eco. Venciendo las dificultades de estos ejercicios de
imitación rigurosa al aplicarlos en un orden sistemático y progresivo. También
sirven estos ejercicios de eco para el desarrollo de la memoria auditiva.
b) En
ejercicios leídos como aplicación de los conocimientos lectográficos dados en
los distintos contactos o clases.
c)
Venciendo las dificultades técnicas de un instrumento. Aunque este instrumento
sea de técnica muy sencilla y no presente grandes dificultades como es el caso
de la flauta dulce soprano. Este instrumento, la flauta dulce o de pico, nos
lleva a desarrollar en el niño la capacidad práxica o de coordinación fina de
manos y dedos.
La
progresividad de estos ejercicios, su creciente dificultad y superación por el
alumnado nos darán la pauta del desarrollo psicomotor de cada niño, siempre que
tengamos una prueba inicial de referencia.
Con la
educación musical incidiremos en la lateralidad del niño y la desarrollaremos con los ejercicios
rítmicos a dos manos, con los ejercicios de lateralidad derecha y lateralidad
izquierda, es decir:
a)
Ejercicios para la mano derecha y el pie derecho.
b)
Ejercicios para la mano izquierda y el pie izquierdo.
También
utilizaremos los ejercicios de lateralidad combinada como:
a)
Ejercicios de la mano derecha y pie izquierdo.
b)
Ejercicios de la mano izquierda y pie derecho.
Todos
ellos nos llevarán a un desarrollo de su capacidad lectográfica y psicomotora.
Concepto de percepción y expresión.
BACOM, utilizó el término para significar el
sometimiento de la mente a la influencia exterior y la reacción adaptativa a
tal influencia.
DESCARTES
y SPINOZA, lo tomaron como sinónimo de intuición intelectual o “aprehensión de conceptos”.
LOKE,
dijo que la percepción es la posesión de ideas.
Expresión,
es un decir claro. Es la transmisión, especificación o manifestación al exterior de algo. Este
algo pueden ser ideas, sentimientos, pensamientos… etc.
La percepción en el niño.
El niño
percibe a través de los sentidos el mundo que le rodea y los estímulos que la
naturaleza provoca. Así percibe el día y la noche, la luz y la oscuridad, la
lluvia y el viento, el frío y el calor, el ruido y el silencio… etc.
El
desarrollo del oído musical (percepción auditiva) empieza en el niño con las
canciones de cuna de su madre y de su padre y con el aprendizaje de la lengua
de sus padres. El niño no habla como un robot sino que entona dicho lenguaje,
hace inflexiones de voz y todo esto lo hace el niño porque lo ha aprendido de
sus padres, del entorno familiar y de los que le rodean mediante la percepción
auditiva.
El niño
aprende percibiendo las cosas oralmente
así las canciones las percibe mediante el oído y llega a reproducirlas y a
expresarlas.
La
educación musical se hace en un primer estadio a través de la percepción
auditiva y la percepción rítmica, es decir; ante una canción o composición
musical, el niño lleva el ritmo con el movimiento de su cuerpo (expresión
corporal), la canta, anda, corre, salta, galopa, se mueve en definitiva libremente y todas estas
actividades constituyen las percepciones rítmicas, siendo el modo peculiar de
expresarse el niño e identificarse con el sentido del ritmo.
Más
tarde, en un segundo estadio se introducirá el
pulso en las canciones o composiciones musicales realizando el pulso y
el ritmo con los instrumentos corporales (palmas, pitos, rodillas, pies…) como
continuación de este proceso, el niño buscará de una forma inteligente el ritmo
de los seres y de la propia naturaleza.
Esta
búsqueda, va a permitirle durante su educación asimilar los contenidos,
expresarlos por escrito utilizando la grafía musical todo lo que en un principio
al no poseer el dominio del lenguaje musical le estaba vedado.
Así
podrá representar lo que aparece en las imágenes siguientes:
La expresión en el niño.
El niño
a lo largo de la educación infantil y primaria tiene tres medios de expresión:
La
expresión vocal, instrumental y corporal.
La
expresión vocal se hace mediante la práctica del canto cuyo máximo exponente es
la canción, y se desarrolla en la propia
clase mediante la práctica del canon, a nivel solista, siendo miembro del coro
escolar,.. etc.
La
expresión instrumental se hace mediante los instrumentos corporales (su propio
cuerpo), los instrumentos de percusión que ponemos a su disposición o los
construidos por él, los instrumentos aerófonos (flautas) y los instrumentos de
placa de madera y de metal para la armonización y acompañamiento de las
canciones o piezas a ejecutar.
La
expresión corporal se realiza mediante el movimiento y desplazamientos en el
espacio como primeras manifestaciones de la danza propiamente dicha. La
expresión corporal comienza con los ejercicios de relajación y respiración en
los que el niño toma conciencia de su cuerpo y de los órganos que lo componen
así como de la utilización consciente y voluntaria de determinados músculos de
nuestro cuerpo en la realización de estos ejercicios.
La expresión vocal.
La
canción es el elemento comunicativo y expresivo por excelencia. En la canción
se funde la música y la letra (el lenguaje hablado, la palabra). La canción es
el medio más importante para desarrollar la expresión y comunicación que se
puede utilizar con los niños.
La
expresión vocal consta de:
-
Ejercicios de vocalización y relajación.
-
Lectura rítmica del texto. Esta debe ser bien articulada y medida, explicando
los vocablos que sean desconocidos por los niños para su perfecta comprensión.
-
Lectura del texto entonada; es decir, cantar la canción.
- Dar
expresión a la canción. Realizar los matices de intensidad y dinámicos.
Realizado
esto podemos pasar a:
La expresión instrumental.
Se hará cantando la canción y utilizando los instrumentos corporales
como acompañamiento. Más tarde utilizaremos un instrumento corporal en las
estrofas y otro distinto en el estribillo. Dominado esto, el niño habrá cogido
el conocimiento intuitivo de tema y estribillo y pasaríamos a jugar con los
instrumentos de percusión que tengamos en la propia clase utilizando
unos en el tema o estrofas y otros en el estribillo. Por último pasaríamos a
orquestar la canción con los instrumentos de la orquesta Orff, aprendiendo cada
alumno con anterioridad o cada grupo de alumnos por separado lo que tendrían
que ejecutar.
La
improvisación como elemento creativo y desarrollo de la creatividad del niño
juega un gran papel en la expresión instrumental utilizándola en los
acompañamientos de pequeñas piezas o canciones con los ostinatos tanto rítmicos
como melódicos.
La expresión corporal.
Realizando
la mímica de la canción si ésta se presta a ella y en su lugar si lo anterior
es imposible realizando movimientos y desplazamientos en el espacio de la clase
a la vez que se canta. Para ello es interesante la formación de grupos en los que unos niños pueden cantarla y otros
realizar esos desplazamientos bien todos a la vez o un grupo en las estrofas o
tema y otro en el estribillo.
La
coreografía de la canción se realizaría dependiendo del espacio clase y del número de alumnos agrupándolos
según las disponibilidades de espacio, material e instrumental de la misma.
Importancia de la educación musical en
Primaria.
Estriba
en que:
- Desarrolla
las facultades intelectuales y emocionales.
- Ayuda
al equilibrio psicofísico.
- Desarrolla la capacidad psicomotriz.
-
Autoafirma el esquema corporal.
-
Desarrolla el concepto espacio-temporal.
-
Fomenta la creatividad.
-
Desarrolla cualidades estéticas.
¿A que ayuda la educación musical?
Al equilibrio psicofísico, al desarrollo de la
psicomotricidad, y, autoafirma el
esquema corporal mediante las técnicas de relajación y respiración.
Tener
que controlar una respiración abandonada
al dejar la cuna y que ha perdido como pago a la erguidad, es tomar conciencia
del diafragma, del acto de inspirar y exhalar, de los distintos tipos de
respiración que podemos utilizar a voluntad: la abdominal o diafragmática, la pectoral, la respiración escapular y la
completa, esta última consistente en la
suma de las tres anteriores.
Al trabajar las técnicas de relajación hace incidir su mente sobre
partes y músculos de su cuerpo que tiene que relajar. Utiliza y pone en funcionamiento, músculos
que normalmente no usa de una manera racional, mejora la capacidad torácica y
su oxigenación con lo cual ayuda a su equilibrio psicofísico.
Con la audición musical tiene que aprender a escuchar, ya
que la música al ser un arte en el tiempo, pues lo que sucede en unos segundos
no es lo que está sucediendo en lo que sigue, debe fijar su atención en ella
para distinguir los temas que aparecen y
sus repeticiones. El niño, a la vez que
escucha, puede elaborar un musicograma y
disfrutar de algo bello que le ayuda a su equilibrio psicofísico.
Un niño que responde a los estímulos emocionales que le
proporciona una audición musical, es capaz de compartir con los demás la
riqueza de su mundo interior y le ayuda a comprender y solidarizarse con
cualquier acto circunstancial de la vida.
Al llevar el ritmo y el pulso de las canciones o de
cualquier composición musical desarrolla su psicomotricidad. Al emplear las distintas partes de su cuerpo
y los instrumentos corporales, afirma su esquema corporal.
He ahí
el amplio abanico de estímulos intelectuales, emocionales, sociales,
éticos, de autocontrol… etc; que a lo largo del proceso educativo fomenta
la educación musical.
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