Entre los variados recursos que podemos utilizar para que los alumnos tengan un buen rendimiento y mitiguemos o anulemos totalmente el llamado fracaso escolar encontramos un amplio abanico en las denominadas técnicas de estudio.
Me atrevo a enumerar las que empleamos con más asiduidad que sin lugar a dudas son: la lectura comprensiva, los esquemas, los cuadros etimológicos, los mapas conceptuales, los resúmenes, el subrayado, los gráficos, las nemotecnias, las mutilaciones...
Me atrevo a enumerar las que empleamos con más asiduidad que sin lugar a dudas son: la lectura comprensiva, los esquemas, los cuadros etimológicos, los mapas conceptuales, los resúmenes, el subrayado, los gráficos, las nemotecnias, las mutilaciones...
Llamo mutilaciones a la presentación incompleta de muchas de estas técnicas que ya he mencionado en el párrafo anterior como: la mutilación de gráficos, de mapas conceptuales, de textos, de esquemas… y los múltiples ejercicios que se elaboran y utilizamos generalmente con los más pequeños con la palabra completa.
Todo este abanico de técnicas de estudio y aprendizaje pueden utilizarse en cualquier asignatura o disciplina, bien de una forma directiva o por el contrario participativa.
Se utiliza de una forma directiva, cuando el docente mientras explica escribe en la pizarra el esquema o cuadro etimológico para que los alumnos lo copien; y considero, que la utilización la estamos haciendo participativa, cuando se invita al alumnado a que confeccione dicho esquema o cuadro etimológico a partir del libro de texto, de la búsqueda e investigación en diferentes medios y soportes y de la propia explicación del docente. El segundo supuesto es sin lugar a dudas bastante más lento que el primero y requiere una participación activa de todos los integrantes del aula y una dinámica distinta que la que utiliza el alumnado que se dedica a anotar todo lo que el profesor transmite con una actitud mayoritariamente pasiva.
En definitiva; en la primera forma. el alumno se dedica sólo y exclusivamente a tomar notas, simplemente a construir una base para instruirse y adquirir conocimientos. Pero en la que he denominado forma participativa, hacemos pensar al alumno, lo invitamos a elaborar sus propias notas, llevándolos de una forma activa y de un modo más racional a entender los conceptos.
Todo este abanico de técnicas de estudio y aprendizaje pueden utilizarse en cualquier asignatura o disciplina, bien de una forma directiva o por el contrario participativa.
Se utiliza de una forma directiva, cuando el docente mientras explica escribe en la pizarra el esquema o cuadro etimológico para que los alumnos lo copien; y considero, que la utilización la estamos haciendo participativa, cuando se invita al alumnado a que confeccione dicho esquema o cuadro etimológico a partir del libro de texto, de la búsqueda e investigación en diferentes medios y soportes y de la propia explicación del docente. El segundo supuesto es sin lugar a dudas bastante más lento que el primero y requiere una participación activa de todos los integrantes del aula y una dinámica distinta que la que utiliza el alumnado que se dedica a anotar todo lo que el profesor transmite con una actitud mayoritariamente pasiva.
En definitiva; en la primera forma. el alumno se dedica sólo y exclusivamente a tomar notas, simplemente a construir una base para instruirse y adquirir conocimientos. Pero en la que he denominado forma participativa, hacemos pensar al alumno, lo invitamos a elaborar sus propias notas, llevándolos de una forma activa y de un modo más racional a entender los conceptos.
En esta ocasión me referiré sobre todo a las dos primeras técnicas que entran a formar parte del título de este artículo: el esquema y el cuadro etimológico pero no olvidaré mencionar como fundamentalísima la lectura, y sobre todo la lectura comprensiva, herramienta básica sin la cual no podremos acceder a ninguna de las técnicas mencionadas.
En cuanto a la lectura no voy a comentar nada nuevo en este artículo pues ya dentro de la sección presentación, en el que abría un nuevo apartado denominado "Soluciones a los cuestionarios de Ciencia e Historia", publicado en este blog el 26 de diciembre de 2009, enumeré diversos objetivos para conseguir un aceptable mecanismo lector desarrollando sobre todo en él, lo referente a la velocidad lectora. En otro artículo “aspectos importantes que no debemos obviar” publicado con anterioridad el 3 de noviembre de 2009, también mencioné algunas normas para dominar esta disciplina básica y conseguir óptimos resultados en ella.
Para mayor información podeís consultar:
Centrándonos en las dos primeras técnicas a las que se hace referencia en el título tengo que decir que el esquema no es más que una síntesis ordenada de ideas sobre un tema determinado.
Un esquema se inicia con un título sobre el tema o parte del mismo que vamos a tratar o trabajar y que constituye “el todo” de ese esquema. Debajo de él y entre corchetes puede explicarse o definirse dicho título con el menor número de palabras. A continuación se abre generalmente una llave y a renglón seguido de ésta se expresan una debajo de otras las partes que tiene dicho título o “el todo”.
Un esquema se inicia con un título sobre el tema o parte del mismo que vamos a tratar o trabajar y que constituye “el todo” de ese esquema. Debajo de él y entre corchetes puede explicarse o definirse dicho título con el menor número de palabras. A continuación se abre generalmente una llave y a renglón seguido de ésta se expresan una debajo de otras las partes que tiene dicho título o “el todo”.
Una vez expresadas esas partes o divisiones del “todo o título” iremos desarrollándolas y entrando en los pormenores de cada una de ellas de una forma concisa y clara con lo cual enriqueceremos el esquema hasta completarlo.
Ejemplo: En la tercera lustración, “El todo” o parte del tema son: “Los compuestos binarios”, que constituyen el título de nuestro esquema. Aunque hay un supertitulo que nos lleva a algo más universal: el verdadero título del tema y que en este caso nos indica a la vez una utilidad; el para qué debemos conocer los compuestos binarios, que no es más que para comenzar el estudio de la formulación inorgánica.
En la cuarta ilustración el tema o “el todo” es: “Las nomenclaturas” que definimos entre corchetes inmediatamente debajo siendo muy concisos en su expresión: “forma o formas de nombrar”.
A continuación abrimos una llave y nombramos las partes de ese “todo o título” que colocaremos una debajo de otra a renglón seguido de la llave. Es decir; enumeraremos las distintas nomenclaturas que existen. Una vez expresadas las partes del todo iremos completándolas lo más concisamente posible como apunté anteriormente enriqueciendo el esquema. El uso del color, de distintos tipos de letras (cursiva, negrita…), y el uso de mayúsculas y/ 0 minúsculas… son otras estrategias que nos llevarán a realizar buenos esquemas.
Ejemplo: En la tercera lustración, “El todo” o parte del tema son: “Los compuestos binarios”, que constituyen el título de nuestro esquema. Aunque hay un supertitulo que nos lleva a algo más universal: el verdadero título del tema y que en este caso nos indica a la vez una utilidad; el para qué debemos conocer los compuestos binarios, que no es más que para comenzar el estudio de la formulación inorgánica.
En la cuarta ilustración el tema o “el todo” es: “Las nomenclaturas” que definimos entre corchetes inmediatamente debajo siendo muy concisos en su expresión: “forma o formas de nombrar”.
A continuación abrimos una llave y nombramos las partes de ese “todo o título” que colocaremos una debajo de otra a renglón seguido de la llave. Es decir; enumeraremos las distintas nomenclaturas que existen. Una vez expresadas las partes del todo iremos completándolas lo más concisamente posible como apunté anteriormente enriqueciendo el esquema. El uso del color, de distintos tipos de letras (cursiva, negrita…), y el uso de mayúsculas y/ 0 minúsculas… son otras estrategias que nos llevarán a realizar buenos esquemas.
El cuadro etimológico destaca y pone en primer plano el origen y significado de cualquier vocablo científico que tenemos que utilizar durante el trabajo, elaboración y desarrollo de un tema facilitándonos su mejor asimilación y comprensión.
Tanto los textos como los mapas conceptuales, gráficos y cuadros etimológicos pueden aparecer mutilados obligando al alumno durante la explicación y después de ella a una participación más activa para completar lo que falta y de esta forma tener bien recogida toda la información que les lleve a dominar el tema.
Dedicaré especial atención a otras técnicas o estrategias en una próxima intervención no sin antes referirme a un sencillo recurso del que me hice eco el 05 – 12 – 2007, en el artículo publicado en este blog con el título “¿Señales de tráfico en Naturales? Y en el que abordaba su uso para salvar las carencias en cuanto a conocimientos del alumnado en algunas competencias básicas sobre algunos conocimientos previos de la materia que en esos momentos adquiere categoría de auxiliar y que nos es necesaria aplicar durante el desarrollo del temario bien por no haber llegado a ellos todavía o por deficiente asimilación de la misma.
En la última ilustración que aparece al principio de este artículo podéis observar este tipo de estrategia y la forma de utilizarla.
En la última ilustración que aparece al principio de este artículo podéis observar este tipo de estrategia y la forma de utilizarla.
Para más información podéis consultar:
Esquemas, cuadros etimológicos y señales de tráfico entre otros, son estímulos y técnicas que podemos utilizar para hacer mas asequible cualquier asignatura y en el caso que nos ocupa llevar esta accesibilidad a la asignatura de Ciencias Naturales.
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