A lo largo de los más de 55 artículos publicados en este blog, en las secciones dedicadas a música con 46 artículos y a educación musical con 10, en ni uno solo de ellos he tratado en profundidad la discriminación auditiva y todo lo que la rodea: vibraciones, medios elásticos en los que se transmiten las ondas que las forman… Por lo tanto, me pongo a ello sin demora dentro de la sección “educación musical“ aunque lo fundamental esté más o menos expuesto y comentado.
Como he expresado con anterioridad, discriminar, en sentido amplio, significa distinguir, diferenciar una cosa de otra.
En el campo musical, discriminar sonidos es distinguir o diferenciar unos sonidos de otros.
Existen dentro del ámbito sonoro que podemos percibir, los ruidos y los sonidos; tanto unos como otros son el resultado de vibraciones o frecuencias.
Los ruidos, son el resultado de malas vibraciones o de un conjunto de vibraciones que no poseen cualidades. Podemos definir el ruido como un sonido inarticulado y confuso. El ruido lo podemos comprobar fácilmente. Se daba por aquel tiempo, hace unas dos o tres décadas con bastante frecuencia cuando utilizábamos los tocadiscos, pues al recorrer la aguja de éstos los surcos de un vinilo, dicho ruido se manifestaba claramente.
Los ruidos pueden ser de superficie o de fondo. El ruido se llama de superficie cuando acompaña a una grabación cuyo máster no es digitalizado, y ésta, presenta irregularidades en la superficie del surco. El ruido se llama de fondo o ambiental cuando se produce simultáneamente a la realización de una grabación, es un ruido indeseado que se percibe de un modo permanente en los aparatos electrónicos, debido en general a la suma de varios efectos ambientales no deseados.
Según en las direcciones en las que se propagan las ondas de una vibración se pueden distinguir ondas de distintos tipos: unidimensionales, bidimensionales o tridimensionales. Ejemplos respectivos de ellas son: ondas en una cuerda, en la superficie de un lago y las electromagnéticas que se transmiten en el espacio.
Los sonidos por el contrario son el resultado de buenas vibraciones. Intentaré aclarar el concepto que encierra el vocablo vibración.
Una vibración no es más que la propagación de ondas elásticas produciendo deformaciones y tensiones, es un movimiento repetitivo alrededor de una posición de equilibrio o de reposo a la que llegará por ejemplo una cuerda afinada o no, sujeta por sus extremos a dos puntos de fijación o nodos cuando la fuerza que actúa sobre ella sea cero.
Las vibraciones pueden ser simples, que son aquellas fáciles de describir y representar.
Todo lo contrario sucede con las vibraciones compuestas.
Una vibración compuesta es la suma de varias vibraciones simples pues tratamos de aunar y representar en un solo gráfico todas las vibraciones que se dan por ejemplo en los componentes tanto internos como externos de una determinada máquina.
Llamamos en definitiva discriminación auditiva a la capacidad de distinguir distintos sonidos basándonos en las cualidades del mismo: en su tono o altura, timbre, intensidad, duración… etc., al proceso mental que debe seguir el oyente, en este caso el niño, para analizar y comprender lo que oye. Cabe decir, que para ello hay que ir preparando el oído del niño desde la escuela, sin lugar a dudas, tenemos que enseñar y desarrollar el campo de la audición. Hoy día es difícil debido a la gran cantidad de sonidos que nos llegan; es decir, a la gran contaminación sonora que padecemos.
Como supongo sabéis, nuestro oído es imperfecto. Tenemos un campo limitado de audición que va desde 16 vib/seg., hasta 36.000 vib/seg. Nos encontramos en realidad dentro de una banda acústica que comprende frecuencias desde 16-20 Hz hasta 20.000 Hz. Ambos sonidos extremos pueden producirlos instrumentos convencionales como el órgano de 32 pies que nos da el sonido más grave que podemos oír, el de menos vibraciones por segundo, que es el de 16 vib/seg o 16-20 Hz, y los armónicos del violín que producen el sonido más agudo que podemos percibir, que es el de 36.000 vib/seg o 20.000 Hz. A partir de estos dos sonidos extremos entramos en los llamados infrasonidos y ultrasonidos. Los sonidos ultrasónicos o ultrasonidos, son sonidos que están por encima de los 20.000 Hz, que no podemos percibir y que si perciben algunos animales. Los infrasónicos o infrasonidos, son aquellos sonidos que están por debajo de los 16-20 Hz y que por lo tanto quedan fuera también de nuestro campo de audición.
No obstante puedes ampliar y profundizar sobre todo esto en este mismo blog en las entradas que a continuación te relaciono bien dentro de la sección “música” o en las de “educación musical” en ellas encontrarás vínculos que te llevarán a otras entradas en las que podrás con toda seguridad satisfacer tu curiosidad.
http://elinquietojubiladocristobal.blogspot.com/2020/08/mas-sobre-el-sonido-y-los-recursos-para.html
http://elinquietojubiladocristobal.blogspot.com/2020/03/el-sonido-sus-cualidades-percepcion.html
http://elinquietojubiladocristobal.blogspot.com/2020/01/didactica-emplear-en-la-discriminacion.html
http://elinquietojubiladocristobal.blogspot.com/2019/12/mas-sobre-el-sonido-y-la-audicion.html
http://elinquietojubiladocristobal.blogspot.com/2019/11/el-fenomeno-de-la-audicion-vibracion.html
Las ondas viajan a través de un medio ya sea aire, agua, o diferentes metales como hierro, aluminio, cobre… incluso hasta en la madera, en las que se desplazan las ondas sin alteración alguna en cuanto a posición de las partículas del medio a través del cual está efectuando su recorrido la vibración.
Los ciclos de todas las ondas empiezan en cero y terminan en cero.
¿Cuáles son las partes de una onda?
Cresta: es la parte más elevado de una onda.
Valle: es la parte más baja de una onda.
Nodo: Es el punto donde la onda cruza la línea de equilibrio.
Elongación: es el desplazamiento entre la posición de equilibrio y la posición en un instante determinado.
Espero con este artículo completar o dar respuesta a todo lo no expresado en anteriores entradas