Con este título aludo en este artículo a una canción que surgió mientras entonábamos otras como medio de entretenimiento en los viajes que durante el primer año de destino en Pruna, realizábamos por carretera cada fin de semana con el objeto de descansar, reponer fuerzas y cambiar de ambiente. Con el uso tomó forma y pasó a ser una más del repertorio que cantábamos para hacer más ameno el viaje en coche a mis hijos, evitar el mareo y por supuesto algún que otro vómito que les producía la estrecha y tortuosa carretera de unos 35 km que unía las localidades de Morón y Pruna. Dicha carretera con más de 340 curvas teníamos que tomarla sin más remedio bien al final del recorrido cuando nos desplazábamos desde Sevilla a Pruna o al principio si el camino lo hacíamos en sentido contrario.
Esta melodía que surgió en primer lugar para hacer este trozo de 35 km más llevadero y así entretener y divertir a mis hijos, luego por añadidura contribuyó a subsanar de una forma también lúdica y divertida a algunos alumnos del Centro donde he ejercido la mayor parte de mi vida activa como docente para que memorizarán el abecedario y no tomaran este quehacer en esos momentos como una dura tarea. Estas y otras razones me llevaron a introducirla en mis clases de música y plasmarla tanto en la escritura de muñecos y colores como en la nomenclatura tradicional.
Hoy día al suprimirse la letra “ch” del abecedario, he tenido que adaptar la letra de la canción en el primer compás para actualizarla sin tocar por supuesto la melodía ni ninguno de los compases que se suceden en la partitura hasta el final.
La partitura de dicha melodía es la que aparece al principio de este artículo tanto en la escritura de muñecos como en la escritura o nomenclatura tradicional en blanco y negro y por último en color.
Esta melodía que surgió en los mencionados desplazamientos también la utilizamos junto con otras dando paseos vespertinos por el campo una vez terminada la jornada escolar o transitando por las carreteras comarcales que comunican a esta localidad con otras cercanas como Algámitas u Olvera, o con otras mas alejadas como Setenil o Ronda. En alguna ocasión, con buen tiempo, llegamos andando a la más cercana: Algámitas.
En Pruna, localidad de la provincia de Sevilla, estuve ejerciendo como maestro durante dos cursos. En el transcurso de ellos celebramos el segundo y tercer cumpleaños del menor de mis hijos, Javi, y el quinto y sexto de la mayor, Mónica.
Generalmente dábamos los paseos todos las tardes que nos era posible y algún que otro fin de semana cuando por alguna razón no viajábamos a la capital a la vez que cantábamos canciones para hacer estos desplazamientos aún más dinámicos y divertidos.
Califico esta melodía de inédita porque al igual que todo lo que he compuesto en mi vida puedo catalogarlo de inédito, es decir; escrito pero no publicado aunque algunas de ellas aparezcan en los cuadernillos de “música viva” método de música que pueden tener aún en su poder algunas personas.
Las dos primeras fotografías que ilustran la entrada corresponden a la melodía en escritura de muñecos con la letra tal como la utilicé con mis hijos hace ya más de tres décadas. La tercera y cuarta fotografía corresponde a la misma melodía pero en la escritura de muñecos ya coloreados. Los colores que he utilizado para los sonidos de esta partitura son los que propuse en : http://elinquietojubiladocristobal.blogspot.com/2009/05/color-y-sonido.html
La 5ª y sexta fotografía las he realizado en escritura tradicional tanto en blanco y negro como en color con la actualización de la letra por haberse suprimido la “Ch” del abecedario.
Espero podáis utilizarla y sacarle al menos el fruto que durante mi vida activa en la docencia de ella pude obtener.
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