En la última década del siglo XX, a partir del año 1994, y siguientes,
publiqué los cuadernillos 1 y 2 del método musical titulado “MÚSICA VIVA” con los que pretendía llegar de una manera fácil y distendida a la mayoría del alumnado trabajando el lenguaje musical, actividades diversas y juegos, utilizando entre otras estrategias la orquesta Orff, el coro, el consor de flautas a dos, tres, cuatro y cinco voces y las manualidades para la
afinación y construcción de instrumentos, como simarras o concertinas, flautas de PVC, flautas de balsa, liras, sistros…etc.
Referencias sobre el primer cuadernillo las podéis encontrar en:
https://www.blogger.com/blog/post/edit/1708722400171090630/9060201264178391678#
Y, en la entrada titulada juegos de iniciación musical …cuyo vínculo es: http://elinquietojubiladocristobal.blogspot.com/2007/11/juegos-de-iniciacin-musical.html, en la que podéis hallar diversos modos y formas de plantear y llevar a cabo los encuentros musicales (por aquel entonces uno
por semana) que se podían dar tanto en el horario normal como en las actividades extraescolares que se organizaban por regla general en todos los Centros.
Y si aún os sigue interesando todo esto, también en el vínculo:
hallaréis tanto en esta entrada como en las que le siguen un amplio repertorio de actividades, juegos y estrategias a realizar con los alumnos a la vez que os adentrarán en otros dos artículos que aparecen en este blog titulados: “EL JUEGO” y “VALOR FORMATIVO DE LA MÚSICA. PERCEPCIÓN Y EXPRESIÓN “ con los que podréis conocer entre otras cosas, un amplio abanico de recursos a poner en práctica y normas concretas para trabajar el lenguaje musical y todo lo concerniente con ésta y otras disciplinas.
La publicación de estos tres cuadernillos de los que aparecen sus portadas en las fotografías quedó cercenada en el cuadernillo 3, del que conservo algunos ejemplares fotocopiados, así como también quedó por así decirlo más bien que cercenada, reducida mi actividad como profesor de música en la E.G.B., al suprimirse los dos últimos cursos de ésta y dejar de impartir clases tanto en su ciclo medio o segundo ciclo como en el superior o ciclo 3º de la E.G.B.
Esta actividad docente que llegué a realizar por acuerdo de claustro en el Centro en el que estaba trabajando, la realicé sobre todo con los distintos grupos del segundo y tercer ciclo durante una hora semanal aunque también pasaba durante media hora en las dos líneas del ciclo 1º en la que desarrollaba con ellos, después de apartar las mesas y dejar un amplio espacio en el centro de la clase, sencillos ritmos en negras y dos corcheas, dando palmas, utilizando el laleo, saltando, andando, botando y lanzando pelotas, jugando de esta forma con los valores de duración de esas dos figuras (negras seguidas siempre de dos corcheas) nunca aparecía en los ritmos una corchea sola para eliminar de esta forma el concepto de fracción incomprensible a esas edades. A continuación, pasaba a tranquilizarlos pues con todo lo anterior se revolucionaban, relatándoles historietas, cuentos musicales, canciones , y el reconocimiento de los primeros sonidos si, la, sol, y su colocación en el pentagrama. En tan corto espacio de tiempo y en un contacto semanal con todo lo expuesto en el párrafo anterior sobraban contenidos. Los alumnos se lo pasaban en grande.
Cabe añadir como novedad que por aquellas fechas tanto el claustro como el alumnado en general estaban orgullosos por ser el único Centro de la Zona donde se impartía Música. En el curso escolar siguiente a estos cambios en los planes de enseñanza, tuve que incorporarme a la plantilla de un Instituto de secundaria como profesor de los dos primeros cursos de la E.S.O., pues los cursos 7º y 8º de E.G.B., desaparecieron siendo sustituidos por los de 1º y 2º de la E.S.O., con lo que en los centros de E.G.B., no tenía cabida el profesorado que daba clases sólo y exclusivamente en esos dos niveles, pues al ser menos cursos los de Primaria que los de E.G.B., tenían que reducir y recolocar la plantilla sobrante en otros Centros. Esta circunstancia fue la principal causa de abandonar y suspender la publicación de los referidos cuadernillos puesto que éstos, constituían el nuevo material para mis clases que sustituía a las fotocopias.
El plan de estudios general quedó establecido desde aquellos años hasta hoy día a partir de párvulos, en seis cursos de Enseñanza Primaria y cuatro de la E.S.O., una vez cursados éstos, desde ese momento se abrían al alumnado las puertas a la formación profesional al bachillerato y a los estudios universitarios.
Me resta comentar que la implantación de la musica en este Centro por aquel tiempo denominado C.P Guadalquivir, en Mairena del Aljarafe (Sevilla) requirió por mi parte un gran esfuerzo ya que no sólo tenía que dedicar a los alumnos el tiempo que requería el horario normal sino que para realizar una labor concienzuda, tenía que emplear todos los recreos, excepto los que me tocaba guardia, durante los cuales ensayaba los distintos repertorios: con los consor de flautas que estaban integrados por las flautas sopranos, contraltos, tenores y bajas a las que añadí por último las sopraninos, trabajando casi a diario las distintas voces para después ensayarlas todas a la vez y conjuntarlas.
La clase de música estaba dividida en varias sesiones (ritmo, dictados rítmicos y melódicos, lectura musical tanto medida, como medida y entonada, ejercicios de eco tanto melódicos como rítmicos)… etc. En ella, trabajábamos pequeñas partituras y canciones tanto populares como regionales así como las del libro de texto “flauta guitarra y canción”, que tenían que leer, medir, entonar y ejecutar a la flauta. Una de las sesiones que gozaba de gran aceptación por la mayoría del alumnado y que por
regla general podían realizar como actividad extraescolar en un taller al efecto al que podían asistir durante los recreos o fuera del horario normal de forma voluntaria, era el taller de construcción de instrumentos, pues con la hora semanal de música no había tiempo suficiente para realizar todas las actividades del ambicioso proyecto y aún menos para diseñarlos, construirlos y terminarlos dándoles la afinación adecuada. Aportaba cada alumno de su casa el material y las herramientas correspondientes para construir el instrumento elegido, para lo cual, necesariamente necesitaba medir, dibujar y calcar los planos que se le facilitaban para confeccionar con los listones y paneles lo que aparecía sobre éstos en la cartulina. Esta sesión a parte de desarrollar habilidades manuales, entre las que entraban el manejo de herramientas, útiles de dibujo, el uso de la laca tapa poros, los lijados y barnizados, educaban el oído con la afinación de los mismos, suministrándoles a su vez básicos conocimientos sobre acústica como: (longitud de cuerdas, tensión de las mismas, nodos de fijación para tensionarlas, como tensionar las cuerdas y hacerlas vibrar mientras las tensionábamos para conseguir los sonidos deseados). Conseguir que al vibrar éstas obtuvieran el conjunto de los sonidos graves, medios y agudos necesarios para obtener una escala de al menos unos 15 sonidos con la que se pudieran interpretar sencillas melodías, era el objetivo.
Tal era la tarea, que tuve que dedicar un par de tardes a las semanas para realizar en ellas la actividad de la orquesta Orff, que estaba compuesta por las diferentes flautas, los carrillones, los metalófonos y xilófonos bajos, tenores, contraltos y sopranos y entre los instrumentos de teclados
utilizábamos desde las melódicas, piano electrónico, acordeones a los que se unían los instrumentos de percusión de parche como el bombo, tambor, caja, pandero, pandereta… y los de pequeña percusión entre los que estaban las cajas chinas, guiros, claves, crótalos… Todas estas actividades tenían una finalidad ademas de las formativas y educativas, la de actuar en los días festivos y de celebraciones como: en el día de Andalucía, en carnaval, en las comuniones de la parroquia, en el Centro Cívico de la Localidad, y en la fiesta final de trimestre y de fin de curso entre otras.
No quiero finalizar este artículo sin expresar la importancia de todas las asignaturas que de una forma u otra tienen que ver con lo artístico en la educación de los alumnos y que inciden con mayor fuerza en su formación; éstas, no deberían desaparecer de los planes de estudio. La música, el dibujo artístico y lineal, pintura, teatro, modelado, dramatización… son disciplinas que los relajan, fomentan en el discente la elaboración de multitud de proyectos a realizar en los que sus ideas impregnadas de entusiasmo, originalidad y creatividad, no solo desarrollan su sensibilidad sino que también entronizan en ellos conceptos de espacialidad y temporalidad. Los frecuentes cambios de planes de estudio con los que no estoy en absoluto de acuerdo son harina de otro costal.
Mucho me queda en el tintero, que en próximos artículos trataré de compartirlo con todos los que por un motivo u otro os acercáis a este blog.
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