Durante los últimos años de docencia
observé que la parte del temario que  se
deja para el final del curso escolar se toca poco o no da tiempo a tratarla con
la suficiente intensidad. Esto es lo que a veces sucede en la asignatura de
matemáticas con los temas de geometría, que al dejarlos para el final,  por  unas
u  otras causas, ante la inminente
finalización del curso, se dan de pasada, debido  a la falta material de tiempo con la mira
puesta casi exclusivamente en  cumplir la
programación. 
La geometría es una parte de las
matemáticas que necesita del razonamiento, del dibujo y de  las manualidades para demostrar muchos de sus
teoremas, definiciones, corolarios, propiedades… etc. Por lo tanto juega un
papel importante en el desarrollo de las facultades intelectuales y habilidades
manuales  de los alumnos,  a la vez que requiere de la utilización y
manejo  de un material y utensilios  apropiados 
para trabajar los conceptos que en ella se estudian.
Para introducir el concepto de
semejanza hay que enfrentarlo al concepto de igualdad y tratar de no
fundamentarnos en otros conceptos de la propia geometría, que el alumno o  ha olvidado, o no posee  y, que abordarlos en ese momento para mitigar
sus carencias, supondría hacer este tema mucho más extenso y complicado. 
Hay que tratar de comunicar de la forma
más fácil y evidente buscando el no apoyarnos en principio en conocimientos  adquiridos con anterioridad en cursos inferiores, pues la mayoría de las veces, éstos no satisfarán nuestras previsiones. Si no hay mas
remedio,  deberemos procurar que estos
conocimientos sirvan de trampolín para  aclarar y hacer comprensibles los nuevos conceptos  que vamos a suministrar, fluyendo durante la exposición de una forma natural. Deberá ser una prioridad el que aparezcan totalmente
integrados en el tema.  
En Geometría dos triángulos son
semejantes  si tienen todos sus ángulos
iguales y sus lados son proporcionales. Ver la ilustración que aparece a
continuación.
Partiendo de la definición de
ángulo que dice: “ángulo es la abertura formada por dos líneas que se cortan o
unen en un punto llamado vértice”. Podemos demostrar la igualdad de los tres
ángulos de dos triángulos como aparece en la ilustración que sigue sin razonamientos complicados,  sólo utilizando
para ello  la superposición de figuras..
Esto  puede llevarse a
cabo en clase, utilizando una cartulina, unas tijeras, una escuadra y  un cartabón. Calcaremos dos veces el modelo de
triángulo suministrado por el  profesor que
utilizaremos como triángulo patrón.  Y con
la escuadra y el cartabón trazaremos una paralela a uno de los lados de  uno de los triángulos que hemos calcado. Observaremos
que en ese triángulo se nos ha formado un triángulo pequeño que recortaremos para realizar la demostración.   
 Numeraremos los ángulos
 tanto en el triángulo pequeño que nos ha
resultado al trazar la paralela con los números (1’ . 2’ . 3’ ), como en el triángulo grande, que hemos dejado sin tocar y cuyos ángulos hemos numerado con los digitos (1, 2, 3). 
 Superpondremos el triángulo
pequeño por el ángulo 1’ 
 con  el ángulo 1 del triángulo grande para comprobar
si son iguales, Repetiremos lo mismo con los otros ángulos comprobando de esta
forma que también son iguales.
De esta forma habremos demostrado que los triángulos
semejantes tienen sus tres ángulos iguales.
Como  podéis ver para efectuar la demostración, se ha obviado la  clasificación de los ángulos  y  por supuesto el conjunto de ángulos que
surgen cuando  dos rectas paralelas son
cortadas por una transversal, que expondré en una próxima entrada. En ésta, sólo he definido lo que es un
ángulo.      
Podemos deducir  y enunciar de todo lo expuesto anteriormente
el teorema fundamental de la semejanza de triángulos que dice: Toda
paralela  A’B’ a un lado AB  de un triángulo determina con los otros dos
lados  un triángulo semejante al primero.
Aquí introducimos el concepto de ángulos correspondientes como podemos ver en
la ilustración que aparece a
continuación.
Los temas a impartir deben tener
una utilidad evidente, es decir; que los alumnos no puedan decir y esto a mi
para qué me  va a servir. Para no dar
tiempo a que se cuestionen la utilidad del tema que estamos estudiando, los
llevaremos a calcular la altura de un edificio o  de una torre conociendo la sombra que
proyecta en ese momento.  Para ello utilizaremos
 una regla, palo o tutor  como podemos ver en la ilustración que sigue,
aplicando lo expuesto en la semejanza de triángulos.
Es importante aplicar la teoría aprendida sobre este tema en
una clase práctica; al aire libre. Para ello podemos salir del aula  a cualquier parque para averiguar la altura
de algunos árboles y edificios del entorno. Para esta actividad  es interesante  dividir al alumnado en grupos de  cuatro o cinco miembros y dotarlos con una cinta métrica (un decámetro) y una
regla de obra de metal o madera. 
Para establecer la proporción diremos: La altura de la torre es a su sombra, como la altura de la regla es a la sombra que proyecta. La altura de la torre será igual al producto de los medios partido por el extremo conocido.
Para establecer la proporción diremos: La altura de la torre es a su sombra, como la altura de la regla es a la sombra que proyecta. La altura de la torre será igual al producto de los medios partido por el extremo conocido.
En una próxima entrada trabajaremos más sobre la semejanza
de triángulos, y   abordaremos 
otros recursos a utilizar en este tema.  







