Expreso este titular porque por aquel entonces no existía colegio alguno en la provincia de Sevilla ni en Andalucía o por lo menos yo no tenía noticia de ello y menos aún, de que en alguno de ellos se abordara la enseñanza de la música como una asignatura más del currículo.
Había recientemente terminado la carrera de Magisterio y me encontraba empeñado en completar mi formación musical con los estudios de contrapunto y composición. Me hallaba a lo largo de este periodo, confuso; deseando integrarme en el mundo laboral, sin saber que hacer o a dónde dirigirme, esperando el anuncio o la oferta de empleo que se adecuara a mis expectativas, ojeando temarios de oposiciones y valorando lo que debía acometer con premura cuando llegó a mis oídos la existencia de un Colegio en el término municipal de Mairena del Aljarafe.
Este nuevo Centro había comenzado su andadura implantando durante el curso 1970-71, la enseñanza del Bachillerato, y deseaba ampliar su radio de acción en cuanto a lo que a labor docente se refiere para el curso próximo con una nueva línea de aulas que irían desde el parvulario recorriendo todos los niveles de la E.G.B. hasta entroncarla con éste. De esta forma se quería ofrecer al alumnado de este Centro la posibilidad de poder realizar los estudios sin interrupción desde párvulos hasta el último curso de bachillerato sin tener que cambiarse a otro.
Los alumnos del Centro tendrían de esta forma la posibilidad de abandonarlo al finalizar el bachillerato bien para realizar estudios universitarios, carreras de grado medio en escuelas técnicas al efecto o para insertarse en la vida laboral. Para ello, el referido Colegio necesitaba ampliar el personal docente y de servicios para poder abordar sin carencias, la empresa de poner en funcionamiento estas nuevas aulas.
Una entrevista me abrió las puertas y dio comienzo mi actividad como maestro en la enseñanza llamada por aquel entonces privada. Mis inicios tuvieron lugar en ese nuevo Centro; “El Colegio Aljarafe” al que se llegaba por aquel entonces por la carretera que va de San Juan de Aznalfarache a Palomares.
El Colegio estaba situado a mano derecha siguiendo dicha carretera, aproximadamente a unos 800 metros una vez pasado el indicativo con el que se nombra a dicha vía al finalizar el término municipal. Al desviarnos de ésta a mano derecha nos introducíamos en un estrecho camino privado de acceso a dicho colegio de unos 150 metros de largo bordeado a ambos lados por altos cipreses y abierto por un extremo, a su izquierda, a una amplia explanada de cemento que nos servía de aparcamiento.
Alrededor del Edificio de dos plantas que albergaba todas las dependencias del Colegio, se extendía un inmenso bosque de olivos y a la izquierda del camino privado que iba en dirección a éste, salpicadas aquí y allá de manera caprichosa, se levantaban las estructuras de hormigón de los altos edificios todavía en construcción de la que sería más tardela Barriada de Ciudad Aljarafe que unidos a los de pequeña altura, a modo de boca de un enorme dragón amenazaban con engullirlo.
Comenzó esta aventura, con un cursillo sobre técnicas de enseñanza que se impartía en un Colegio de Sevilla, situado en la Barriada de los Remedios frente por frente a unos jardines y a la iglesia o parroquia del mismo nombre durante los primeros días de Septiembre. Entré en periodo de pruebas en dicho Colegio y mi estancia duró aproximadamente seis años, finalizando mi actividad en él con mi incorporación a la enseñanza estatal después de haber superado unas oposiciones que daban acceso a mi ejercicio como docente en Centros Públicos del Estado.
Alrededor del Edificio de dos plantas que albergaba todas las dependencias del Colegio, se extendía un inmenso bosque de olivos y a la izquierda del camino privado que iba en dirección a éste, salpicadas aquí y allá de manera caprichosa, se levantaban las estructuras de hormigón de los altos edificios todavía en construcción de la que sería más tarde
Comenzó esta aventura, con un cursillo sobre técnicas de enseñanza que se impartía en un Colegio de Sevilla, situado en la Barriada de los Remedios frente por frente a unos jardines y a la iglesia o parroquia del mismo nombre durante los primeros días de Septiembre. Entré en periodo de pruebas en dicho Colegio y mi estancia duró aproximadamente seis años, finalizando mi actividad en él con mi incorporación a la enseñanza estatal después de haber superado unas oposiciones que daban acceso a mi ejercicio como docente en Centros Públicos del Estado.
El hecho de que este Centro pretendiera que la música fuera una de las materias que se ofrecían al alumnado como innovación fue el determinante para que fuese elegido entre otros aspirantes como un nuevo miembro del claustro de profesores.
Ay, don Cristóbal, aquellas clases de música dieron su fruto. Siempre me ha gustado cantar y, desde abril del año pasado estoy en un coro de Coria (Coro Santa María). Mi hermano Javier me preguntó cuando se lo comenté ¿pero tú sabes leer música? y yo le dije que lo que sé lo aprendí contigo y no se me ha olvidado. Gracias a eso puedo seguir las partituras que nos da el director para los ensayos y me apaño la mar de bien.
ResponderEliminar¿No te gustaría cantar con nosotros? Nos hacen falta un tenor y dos bajos, y dos sopranos también.
Ensayamos un día por cuerdas (los hombres los martes y las mujeres los miércoles) y los viernes todos juntos. Si quieres escucharnos entra en Youtube y escribe en el buscador "Coro Santa MAría" o "Niño Manuelito" (un villancico que cantamos en Navidad)
¡Me encantaría verte por allí!
Tu alumna, Felicidad
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ResponderEliminarPerdona este gran retraso en contestarte debido a mi manía de no revisar el blog o hacer esta revisión muy a la carrera. Como puedes comprobar de nuevo, esta circunstancia ha dado lugar a que el inexorable tiempo haya espaciado bastante más de lo debido mi respuesta pues me he dado cuenta de tu comentario bastante tarde y por ello no he respondido a él como suelo hacer por norma. Me alegra que gracias a mis clases, de las que hace ya tanto tiempo fuiste alumna, hayas obtenido las destrezas necesarias para serte hoy día de utilidad en esta actividad que a tu edad es de esparcimiento. Agradezco tu invitación para que participe en el coro del que formas parte; me encantaría pero ya mi voz no es la de antes y sólo el pensar que tendría que someterme a esa disciplina me produce algo de agobio.
ResponderEliminarHe entrado en la Web y os he visto actuando. Me he informado sobre vuestro director que ha sido alumno de Ramón al cual conozco personalmente y del que en su día recibí un curso con lecciones y consejos magistrales. Sí ha conseguido brillantes calificaciones con él, quiere decir que porta un aval en dirección de coro extraordinario ya que Ramón no acostumbra a regalar nada.
Espero que los miembros que os faltan en las voces que me indicas en tu comentario hayan quedado en anécdota. Ánimo y adelante.