Para iniciar en la música a los más pequeñines, lo primero es crear por parte del profesor un tono cálido de comunicación en la clase, una predisposición por parte de los alumnos hacia lo que se va a realizar y un clima envolvente, en el que un fondo musical con unos temas apropiados en un tono muy suave, casi inaudible, los invite a estar relajados y atentos. Nada de gritos, carreras y voces, el tono tanto de profesor como alumnos debe ser mesurado, cordial, afectuoso y las llamadas de atención, previo el silencio.
Sería muy importante tener a nuestra disposición, por lo que de novedoso y motivante tiene para el niño el salir de su espacio clase a un nuevo espacio donde va a encontrar cada vez que lo visite, una oferta variada y atrayente del material, con una disposición nueva cada día, totalmente distinta a lo que es habitual. El niño/a va a entrar en un espacio amplio en el que puede desenvolverse e interaccionar con sus compañeros en los juegos y actividades para ampliar sus conocimientos. En fin: Un espacio donde podrá educarse en la materia y realizar unas tareas complementarias unas veces totalmente libres y otras dirigidas para reforzar e investigar sobre los contenidos que de un modo mas tradicional trabaja y realiza diariamente en el aula con su profesor.
Sería muy importante tener a nuestra disposición, por lo que de novedoso y motivante tiene para el niño el salir de su espacio clase a un nuevo espacio donde va a encontrar cada vez que lo visite, una oferta variada y atrayente del material, con una disposición nueva cada día, totalmente distinta a lo que es habitual. El niño/a va a entrar en un espacio amplio en el que puede desenvolverse e interaccionar con sus compañeros en los juegos y actividades para ampliar sus conocimientos. En fin: Un espacio donde podrá educarse en la materia y realizar unas tareas complementarias unas veces totalmente libres y otras dirigidas para reforzar e investigar sobre los contenidos que de un modo mas tradicional trabaja y realiza diariamente en el aula con su profesor.
Si en cada uno de los Centros hubiera unos espacios destinados con exclusividad a las diversas materias que integran el currículo atendidos por especialistas completamente coordinados con las programaciones de las distintas aulas, y dichas aulas tuvieran una ratio que no sobrepasara los 16 alumnos y hubiese una rotación de los grupos por estos espacios como visitantes activos unas dos veces por semana en módulos fijos dentro del horario escolar, estaríamos hablando de una educación en un país con una fuerte inversión en personal y medios dentro del panorama de la educación en el que el mimo, el aprovechamiento y buen uso del material, la abundancia y variada gama del mismo, la calidad y amenidad de las programaciones por lo de lúdico y cercano a los intereses del niño entre otras características, serían las notas destacables entre otras en este sistema educativo.
Para llegar a ello, uno de los espacios que desde aquí reivindico sería un aula de música en todos los Centros, a la que deberíamos acudir al menos una o dos veces por semana y a la que tuvieran acceso todos los grupos de cada Centro, para dentro de ella y como estímulo, trabajar y preparar su participación como grupo-clase, en las fiestas que a nivel general se realizan en todos y cada uno de los Centros por variados motivos. Entre ellas caben destacar: la de final de trimestre, las del Carnaval, la fiesta de la primavera, la fiesta fin de curso... etc. Paralelamente en esta aula se podrían realizar una amplia gama de actividades y juegos para iniciar a todos los alumnos partiendo de distintos niveles, y dedicándoles módulos horarios a los más pequeños en esta materia.
Comenzaríamos la enseñanza de la música por los juegos de iniciación musical entre los que podemos encontrar los de discriminación sonora empezando por el propio entorno donde se encuentra el niño; es decir:
- Reconocimiento de sonidos de la naturaleza.
- Reconocimiento de sonidos típicos de la ciudad, del pueblo, de la calle o plaza donde se encuentra el Centro...
- Distinguir entre sonidos y ruidos.
- Reconocer y observar sonidos de dentro o de fuera del recinto que ocupamos.....
Después de ésto, entraríamos en los juegos tímbricos entre los que podríamos destacar:
- Reconocimiento de las voces de los compañeros.
- Reconocimiento de objetos y animales por su timbre o por su voz.
- Reconocimiento de los distintos instrumentos de percusión.
- Distinguir las familias de instrumentos (viento, cuerda, percusión... )
- Distinguir los integrantes de cada familia de instrumentos por su timbre.
La realización de estos ejercicios se puede hacer de diferentes formas: mediante el reparto de láminas donde aparecen dibujados los objetos, animales e instrumentos y que el niño debe colorear al escucharlos. Recortando los instrumentos y construyendo collage con las escenas que a él le sugieren la secuencia de sonidos, dirigiéndose con los ojos tapados al lugar o rincón de la clase de donde te llega el sonido del instrumento que otro compañero hace sonar a intervalos a indicaciones del profesor... etc.
Los juegos de tono o altura entrarían a formar parte de un tercer apartado:
- Reconocimiento de graves y agudos, memorización de la secuencia y ejecución.
- Reconocimiento de graves agudos y medios, memorización de la secuencia y ejecución.
- Reconocimiento de glissandos ascendentes y descendentes, memorización y ejecución.
- Reconocimiento de graves, agudos, medios y glissandos, memorización y ejecución.
Todos estos ejercicios se realizan al dictado comenzando con secuencias sonoras de cuatro sonidos a las que seguirán las de 6 y 8 .... etc. sonidos.
En el cuarto apartado realizaríamos los llamados ejercicios de eco.
- Ejercicios de eco rítmicos
- Ejercicios de eco melódicos.
Con todos estos ejercicios, el niño/a no necesita leer música en un principio sólo se dedica a imitar al profesor. Trabajamos la memoria, la psicomotricidad, la lateralidad y el esquema corporal. Paralelamente iremos introduciendo el estudio de los sonidos; es decir, los conocimientos lectográficos con la gestáltica quironómica.
Comenzaríamos la enseñanza de la música por los juegos de iniciación musical entre los que podemos encontrar los de discriminación sonora empezando por el propio entorno donde se encuentra el niño; es decir:
- Reconocimiento de sonidos de la naturaleza.
- Reconocimiento de sonidos típicos de la ciudad, del pueblo, de la calle o plaza donde se encuentra el Centro...
- Distinguir entre sonidos y ruidos.
- Reconocer y observar sonidos de dentro o de fuera del recinto que ocupamos.....
Después de ésto, entraríamos en los juegos tímbricos entre los que podríamos destacar:
- Reconocimiento de las voces de los compañeros.
- Reconocimiento de objetos y animales por su timbre o por su voz.
- Reconocimiento de los distintos instrumentos de percusión.
- Distinguir las familias de instrumentos (viento, cuerda, percusión... )
- Distinguir los integrantes de cada familia de instrumentos por su timbre.
La realización de estos ejercicios se puede hacer de diferentes formas: mediante el reparto de láminas donde aparecen dibujados los objetos, animales e instrumentos y que el niño debe colorear al escucharlos. Recortando los instrumentos y construyendo collage con las escenas que a él le sugieren la secuencia de sonidos, dirigiéndose con los ojos tapados al lugar o rincón de la clase de donde te llega el sonido del instrumento que otro compañero hace sonar a intervalos a indicaciones del profesor... etc.
Los juegos de tono o altura entrarían a formar parte de un tercer apartado:
- Reconocimiento de graves y agudos, memorización de la secuencia y ejecución.
- Reconocimiento de graves agudos y medios, memorización de la secuencia y ejecución.
- Reconocimiento de glissandos ascendentes y descendentes, memorización y ejecución.
- Reconocimiento de graves, agudos, medios y glissandos, memorización y ejecución.
Todos estos ejercicios se realizan al dictado comenzando con secuencias sonoras de cuatro sonidos a las que seguirán las de 6 y 8 .... etc. sonidos.
En el cuarto apartado realizaríamos los llamados ejercicios de eco.
- Ejercicios de eco rítmicos
- Ejercicios de eco melódicos.
Con todos estos ejercicios, el niño/a no necesita leer música en un principio sólo se dedica a imitar al profesor. Trabajamos la memoria, la psicomotricidad, la lateralidad y el esquema corporal. Paralelamente iremos introduciendo el estudio de los sonidos; es decir, los conocimientos lectográficos con la gestáltica quironómica.
Es sumamente interesante el temario que propones, me ha sido de gran utilidad ahora que trabajo con niños pequeños. Agradezco el tiempo prestado a escribirlo todo y ojalá sigas haciendo muchos textos como éste, son de gran ayuda. Saludos desde México.
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