lunes, 12 de febrero de 2018

¿CREEMOS EN NUESTRO SISTEMA EDUCATIVO? Parte 3


En línea a lo expresado con anterioridad el pasado 20 de noviembre de 2017, en  https://elinquietojubiladocristobal.blogspot.com.es/2017/11/creemos-en-nuestro-sistema-educativo.html,  y lo expuesto  el 07 de enero de 2018 en
https://elinquietojubiladocristobal.blogspot.com.es/2018/01/creemos-en-nuestro-sistema-educativo.html, y tal como manifesté en ambas entradas, seguiré profundizando, a la vez que verán la luz opiniones y como no,  soluciones.

¿Es necesario cambiar?

Si; pero mientras que no cambiemos cada uno de nosotros, no podremos impulsar un cambio del sistema educativo, pues no lo demandaremos, ni lo demandará  la sociedad,  ni las unidades básicas de esa sociedad, las familias de las que todos somos parte.



Mientras sigan apareciendo textos sexistas en todo o en parte, como el publicado por Fernando Sánchez Dragó, en el diario el Mundo  el 07/01/2018, por el día de reyes en su columna “el lobo feroz” titulada  rein@s mag@s, del que transcribo a continuación lo que aparece en cursiva y nos quedemos tan panchos, hay algo que no funciona y a la vez si no lo digerimos con un buen sentido crítico,  nos mutila.
Mi hijo recibirá mañana parte de los regalos que ha pedido. Quería espadas, pistolas, flechas, juguetes viriles… Los tendrá. Mi nieta, de cuatro octubres, recibirá muñecas, vestiditos, cocinitas… lo que ha pedido.”




¿Nos preguntamos por qué tanto el hijo como la nieta en el referido texto piden ese tipo de juguetes? Las razones son obvias y no hay por qué reseñarlas.

Cuando seguimos preguntando. ¿Qué responden masivamente los alumnos?

Cuando nos dirigimos  directamente a los alumnos obtenemos lo que a continuación transcribo en cursiva y que respondieron a su profesora  cuando ésta les hizo una serie de  preguntas que expreso a continuación bajo el título “hoy he preguntado a mis alumnos”.



 

Hoy he preguntado a mis alumnos:


– ¿Cuántos de vosotros os levantáis cada mañana con ilusión por venir al cole?
– (Ninguno)

– ¿Nunca habéis sentido ilusión por venir al cole?

– Sí, cuando hay una excursión.
– “Illa”, me lo has “quitao”. (Expresión andaluza: “Hija, me lo has quitado.)

– (Todos están de acuerdo)

– También cuando vamos a ir al laboratorio.

– ¡Eso!

¡Ajá! Pues… ir al cole cada día, debería ser como ir de excursión o ir al laboratorio.




El colegio que deberíamos soñar una mayoría.

Permaneceríamos en él, el mismo número de horas que hoy día permanecemos y las diversas asignaturas tendrían las mismas horas que cada una de ellas tienen asignadas en el sistema educativo actual, pero no estarían distribuidas en horarios rígidos.
A edades tempranas se aprendería jugando, con más edad, el aprendizaje se haría mediante experiencias  que irían incluidas en  proyectos concretos que atenderían a una o a varias disciplinas. y al final de cada juego o actividad experimental,  a tenor de la madurez, se comentaría lo que hemos hecho, el para qué, el cómo y el por qué.
Reflexionaríamos, opinaríamos y compartiríamos impresiones. Realizaríamos trabajos escritos en donde expresaríamos al final, conclusiones. No harían falta tantos exámenes. Se aprendería con las vivencias y la experiencia. Tampoco sería necesario estar encerrados en un aula todos los días el mismo número de horas.
El horario sería flexible; al llegar por la mañana empezaríamos activando nuestro cuerpo y centrando nuestras mentes con algo de actividad física y terminaríamos la jornada al concluir la experiencia planificada para ese día, quizás hoy hasta las dos pero mañana tal vez hasta la una.
El tiempo sobrante hasta la salida, si es que puede denominarse así,  lo emplearíamos en lo que llamaríamos actividades diversas múltiples o actividades complementarias rotativas, que se realizarían en talleres.



Unas al are libre: competiciones deportivas (futbol, balonmano, voleibol¸ frontón, cesta punta, jokey sobre patines, gimnasia con aparatos, natación, tenis, ping pong,…) atletismo, jardinería, siembra de semilleros, huerto escolar, confección de murales, reconocimiento del entorno (historia de la localidad, personalidades importantes, lugares, parques, edificaciones más singulares)… Dibujo al aire libre, 



Otras, en espacios cerrados: teatro, teatro leído, ejercicios de relajación y dramatización, danza, bailes de salón, aerobit…Costura, observación y experimentación en laboratorio. Actividades musicales: Canto, Coro, Consor de flautas a cuatro o cinco voces, orquesta Orff,  estudios acústicos mediante la construcción de cajas de resonancia e instrumentos sencillos de viento, cuerda y percusión…  




Sería en definitiva, un multi-espacio donde los alumnos  saciarían su curiosidad y descubrirían siempre algo más sobre las artes, las ciencias, la historia, la filosofía, sobre los demás y sobre si mismos.

¿No seria  un caos, un desbarajuste?

El conjunto de talleres rotativos serviría para despertar el interés, la curiosidad y el amor por el conocimiento, para enseñarles a pensar, a ser críticos y resolutivos mediante la lectura, teatro, fotografía, cine, manualidades, carpintería, huerto, jardinería urbana y del propio Centro, repoblación forestal, laboratorio… Toda la actividad multidisciplinar no sólo sería manual o física, sino que sería la aplicación práctica de lo que paralelamente vamos estudiando o hemos estudiado con anterioridad.   

No sería un caos porque se respetarían las horas de formación de cada disciplina o materia  pero se repartirían libremente en función de las tareas que se estén realizando; dando tiempo a los alumnos a ilusionarse con lo que están haciendo y no bombardearlos con un sinfín de actividades diferentes cada día y a cada hora, que en lugar de enseñarles a centrarse, los dispersan.
Salir del centro no sería algo ocasional, las visitas programadas serían parte del día a día; tanto a museos, como a galerías, a yacimientos arqueológicos y ruinas. Visitaríamos parajes naturales, instituciones, granjas,  fábricas y comercios. Iríamos al teatro y también a conciertos.

Próximamente, intentaré en una nueva entrada, apuntalar todo lo hasta ahora expresado que nos ayude a emprender nuevos caminos y soluciones. Queda aún mucho  por decir, hoy día existen algunos Centros que trabajan en proyectos ya en preescolar, en los primeros cursos de primaria y en otros niveles, pero todavía  tendremos que apretar el acelerador no para correr sino para poco a poco asentar una nueva forma de educar, de formar e informar.

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