domingo, 12 de junio de 2016

Educar, pero gestionando las emociones.

Educar es aflorar en los seres humanos valores que los hagan personas, buenas personas, capaces de afrontar y enfrentarse a todo tipo de conflictos y darles solución  de un modo natural sin usar la agresividad o la violencia. Podréis satisfacer vuestra curiosidad y adentraros en todo lo relacionado con esto en http://elinquietojubiladocristobal.blogspot.com.es/search?q=la+educaci%C3%B3n+el+bien+m%C3%A1s+preciado,+valores+educativos en donde entre otras apreciaciones exploramos esos valores; pero ampliando y abundando sobre este tema, nos adentraremos en esta entrada en una nueva dimensión: Las emociones y la forma de gestionarlas.
Antes de gestionar las emociones debemos saber lo que son.
Emociones son reacciones afectivas, intensas y breves ante situaciones inesperadas. Las emociones ocupan un lugar fundamental en el estudio de la afectividad humana. Las raíces de la afectividad se encuentran en el  “instinto” y en el “inconsciente” bases de la vida psíquica.
Decimos que pertenecen al instinto, las conductas innatas que obedecen a razones profundas, pero quien las realiza o siente no se percata de ello.
Pertenecen al inconsciente los procesos psíquicos (pensamientos, fantasías, afectos…) que no están dotados de conciencia.

La afectividad se halla ligada a las motivaciones, estas últimas pueden dar lugar a trastornos mentales y psicosomáticos.




Los niños y los adultos pasan por estados emocionales. Estos son: Alegría, tristeza, ira, asco, miedo, sorpresa… En “Del revés” película cuyo título original es  “Insid out” que traducido literalmente significa  “de dentro a fuera” se nos muestran cinco estados emocionales por los que pasa cualquier individuo ante ciertas situaciones.  

Del revés,  no es más que una metáfora divertida sobre los mecanismos cerebrales. En esta película, de modo lúdico,  se nos muestra cómo y ante qué situaciones o estímulos se activan los engranajes cerebrales produciéndonos emociones.

El argumento trata de las cinco emociones que viven dentro de la mente de una niña de 11 años llamada Riley,  y que son: Alegría, Miedo, Ira, Asco y Tristeza.


Son múltiples y variados los estímulos que nos llegan, así como lo son también las situaciones que se suceden a lo largo de nuestra vida.

Ante los estímulos que recibimos  en las diversas situaciones o los que percibimos de los seres que nos rodean, responde nuestro cerebro. Estas respuestas de nuestro engranaje cerebral se traducen en sensaciones y emociones que desembocan en los estados emocionales a los que he aludido en un principio.

 

La educación y sobre todo el sistema educativo, tiene mucho que decir, pues con las materias del currículo, la labor de los tutores, el profesorado en general puede ayudar al alumnado a gestionar sus emociones.

Las emociones y los estados de ánimo que nos producen se dan en nuestro cerebro. El centro de las emociones se encuentra en el hipotálamo que está situado entre el tálamo y la corteza cerebral.

El hipotálamo está en estrecha relación con la hipófisis, domina los mecanismos reguladores de la expresión y es sensible a las modificaciones endocrinas.

¿A qué llamamos modificaciones endocrinas? A las que afectan al sistema endocrino y por ende al cuerpo humano llegando a provocar enfermedades en él, por un inadecuado funcionamiento de alguna o algunas glándulas.  

Nuestro sistema endocrino tiene: La glándula pineal, la glándula pituitaria, la glándula tiroides, el timo, las glándulas suprarrenales, el páncreas, los ovarios y los testículos.

El mal funcionamiento de alguna o algunas de estas glándulas afectan a nuestro centro emocional, el hipotálamo, haciendo que ciertas emociones dominen o afloren en nosotros con más facilidad.


Podemos enseñar a gestionarlas cuando trabajamos materias como la música, la pintura, el dibujo, el teatro, la dramatización, el modelado… etc. es decir, con las experiencias y estrategias que nos suministran las llamadas artes plásticas y artes escénicas.

Todas estas materias consideradas por una gran mayoría como asignaturas de relleno o simplemente Marías, cumplen una gran función desarrollando en el alumnado una serie de facultades y habilidades entre las que caben destacar la sensibilidad, el sentido crítico, el poder de concentración, el concepto de espacialidad, las técnicas de relajación y respiración… y que  por desgracia, estas materias, poco a poco van desapareciendo pues las van dando de lado los últimos planes de estudio.

Pero para gestionar las emociones lo prioritario es conocerlas, observar que unas a primera vista son positivas y otras negativas.
En la vida psíquica de cualquier persona podemos distinguir  tres esferas: La vida intelectual, la vida afectiva y la vida activa. La vida intelectual se desarrolla en el individuo mediante tres acciones: pensar, leer y escribir.  La vida afectiva la podemos concretar en la capacidad de percibir sensaciones, sentimientos y emociones. La vida activa es la que desarrollamos tanto en el plano físico como en el psicológico.


Las raíces de la afectividad como he manifestado con anterioridad, se encuentran en el “instinto” y en el “inconsciente” que son la base de la vida psíquica. La  afectividad fundamenta y estimula la personalidad, que es la facultad humana con la que el hombre se relaciona con los demás y con el mundo que le rodea.

Conozcamos las emociones.

¿Qué es la alegría?  Es un sentimiento grato y vivo que suele manifestarse con signos externos: Palabras, expresiones, gritos, risas, aplausos…  gestos o actos con los que manifestamos el júbilo o derroche de felicidad que nos produce una situación determinada.





La alegría es un agradable, vivo o  explosivo movimiento de animo por algún motivo fausto o halagüeño o sin causa determinada que manifestamos con signos externos.
La alegría es divertida, buena, amable, en cierto modo granuja  y traviesa.

La alegría, el placer del éxito, libera energías, estimula la inteligencia y favorece el desarrollo de la personalidad. Es una emoción positiva.

La inseguridad, la ansiedad, las preocupaciones, la angustia, frenan el desarrollo de la personalidad y nos llevan a inadaptaciones sociales

¿Qué es el asco?  Alteración del estómago causada por repugnancia hacia algo que incita al vómito. Es una impresión desagradable causada por algo que repugna.





Es una sensación de desagrado que puede producirte alguien o algo y que te impulsa a rechazarlo. Estado emocional generado por el olor, el sabor, la visión o la acción de algo o alguien que te produce nauseas, o puede provocarte el vómito.
Es un estado emocional que puede limitar tu vida social haciéndote parecer pusilánime y despreciativo.

¿Qué es el miedo? Es la conmoción de la mente ante un peligro que amenaza. Es una perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o mal que nos amenaza. Es un recelo o aprensión que uno tiene, pues teme suceda una cosa contraria a lo que deseaba.





El miedo es una emoción negativa. Te da inseguridad, angustia, ansiedad, preocupación, timidez... un conjunto de sensaciones que frenan el desarrollo de la personalidad y nos llevan a inadaptaciones sociales


¿Qué es la ira? Es una pasión del alma que mueve a indignación o enojo. Es un apetito o deseo de venganza. Es una emoción que se expresa a través del resentimiento y de la irritabilidad.





Produce efectos físicos como son el aumento de nuestro ritmo cardiaco, de los niveles de adrenalina y de la presión sanguínea. La ira es una respuesta cerebral que le sirve al individuo tanto para atacar como para huir de cualquier amenaza. La ira descontrolada puede ser causa de inmadurez, no sólo tiene consecuencias físicas sino también mentales. 

¿Qué es la tristeza? Estado de ánimo que denota pesadumbre o melancolía. Es un estado afectivo provocado por un decaimiento  de la moral cuando no se cumplen nuestras expectativas.




Tiene consecuencias físicas y mentales como el llanto, la falta de apetito, un descenso del estado de animo que incluye pesimismo, desesperanza, desmotivación… y una disminución de todo lo que activa nuestras acciones y conductas,  la motivación.
Es una emoción negativa que te  hace ser inseguro, sin ilusiones, te lleva  al llanto, a estados nerviosos, a un decaimiento general sin autoestima.


Mucho falta por decir, de momento, conocemos algo más sobre las  emociones y las consecuencias tanto físicas como mentales que nos pueden provocar. En una próxima entrada llegaremos a la gestión que de las mismas podemos y debemos realizar pues pueden llegar a afectar hasta el buen funcionamiento de nuestro organismo.