martes, 3 de febrero de 2015

¿Qué es el pulso musical? Diferencia entre pulso y ritmo. Su tratamiento didáctico.

Como siempre vuelvo a reiterar la gran importancia que tiene la utilización  de gráficos, dibujos, croquis, esquemas… etc.,  sobre todo,  en los estudios primarios y al iniciar la secundaria, pues cumplen una función de extraordinario impacto en la transmisión  y posterior comprensión y asimilación por parte de los alumnos de conceptos básicos.

Máxime cuando estos conceptos son abstractos, pues no se perciben como es el caso del pulso musical ni tan siquiera por el oído, aunque si lo apreciamos en nuestro interior como una sensación que nos invita a un movimiento repetitivo de todo nuestro cuerpo o de algunos de sus miembros.

Que los alumnos tomen conciencia de él y lleguen a discriminar la diferencia entre pulso y ritmo viendo que son inseparables y que  cualquier ritmo lleva implícito un pulso que no suena, pero que se puede sentir, es algo fundamental en los inicios de la educación musical.

Ayudan aún más estos gráficos cuando son interactivos como es el caso, pues el alumno  no sólo los puede contemplar  con  la vista al dibujarlos en la pizarra o  proyectarlos en una pantalla,  sino que al ejecutarlos, los  percibe con otros sentidos; uno de ellos es el oído; pues los oye. Otro, es el tacto ya que al percutirlos, sienten en todo el cuerpo las vibraciones que éstos producen. 

¿Qué es el pulso musical?


El pulso musical, es un latido regular y constante que no se percibe por el oído porque no suena, pero que podemos sentir en todo nuestro ser. Es un golpe o pulsación regular, pues siempre va a la misma velocidad y se siente por regla general con la misma intensidad una vez que se inicia un discurso o tempo musical hasta su finalización.

Normalmente, cuando golpeamos con el pie mientras oímos cualquier tipo de música no estamos llevando el  ritmo sino el pulso.

Ayuda a medir la duración de los sonidos pero no indica la duración de éstos. Las figuras musicales si indican la duración de los sonidos.

Todo esto podéis visualizarlo en la presentación de gráficos rítmicos alojada en: https://docs.google.com/presentation/d/1jwccdWQpZUCfaKCeRUIryr4gbv3OeCx4tYt1VMHynQA/edit#slide=id.p

Sólo en sí,  el pulso es cansino,  monótono, siempre igual; sus percusiones o latidos se suceden con invariabilidad y en el mismo lapso de tiempo. Al igual que el compás, divide el tiempo en partes iguales.

Cada tempo musical tiene su pulso. Los tempos musicales son: Largo, Larghetto, Adagio, Andante, Moderato, Allegro, Presto y Prestísimo.

Los  bits, latidos o pulsaciones que tiene en un minuto cada tempo musical aproximadamente son los siguientes:

Largo……………….. De 40 a 50 pulsaciones por minuto.
Larghetto…………… De 50 a 66 pulsaciones por minuto.
Adagio……………… De 66 a 76 pulsaciones por minuto.
Andante.…………….. De 76 a 80 pulsaciones por minuto
Moderato.…………… De 100 a 120 pulsaciones por minuto.
Allegro………………  De 120 a 168 pulsaciones por minuto.
Presto…………………De 168 a  190 pulsaciones por minuto.
Prestísimo…………..... De 190 a 208 pulsaciones por minuto.


El pulso puede ser en blancas, negras con puntillo,  negras, corcheas… Puede aparecer indicado al principio de una partitura de esta forma:   negra = 80;  quiere  esto decir que entran  80 negras en un minuto.

Lo podemos definir como la unidad básica de medida del tempo musical. El tempo musical determina la velocidad del pulso. El pulso de un largo en mucho mas lento que el de un andante y éste mucho mas lento que el de un presto,

Refiriéndonos a estos tres tempos musicales, el pulso del largo, es lento, el del andante, es más rápido, y el del presto, es mucho más rápido o muy rápido. 

Representación gráfica del pulso.


Gráficamente lo podemos representar por un círculo y los sonidos por figuras musicales tal como aparece en la ilustración que sigue.







En el pulso de un  fragmento musical cuya representación  por cada pulsación es un círculo, pueden entrar en cada círculo una o varias percusiones, es decir; una o varias figuras musicales.  Para recabar más información sobre todo esto podéis consultar la entrada  publicada el 22 de enero de 2009, con el título “La importancia del ritmo para trabajar el lenguaje musical" en http://elinquietojubiladocristobal.blogspot.com.es/search?q=La+importancia+del+ritmo+para+trabajar+el+lenguaje+musical  entrada en la que sin referirme concretamente al pulso aparece la representación gráfica del mismo en algunas de sus ilustraciones.
 
Con estos gráficos de un círculo igual a un pulso iniciaremos los dictados rítmicos y sobre los círculos dibujados en la pizarra ejecutaremos ritmos e intentaremos  que los alumnos sólo con su audición sean capaces de escribirlos.

Pulso en palmadas y ritmo en Kodaly.

 
En la ilustración que aparece a continuación de este párrafo, podemos hacer ver la diferencia  que existe entre  pulso y ritmo. En ella aparece la onomatopeya PLAF, de una palmada, para cada pulso representado por un círculo  y la nomenclatura de las sílabas  KODALY, para cada figura musical.

Con las figuras musicales expresamos el ritmo y con las sílabas KODALY, realizamos la lectura rítmica.





Pulso en corcheas en ritmo binario y ternario.


El ritmo puede ser binario o ternario. En la siguiente fotografía se expresa el pulso  tanto en un ritmo binario  como en uno ternario y nos muestra como podemos ejecutar tanto el pulso como el ritmo a la vez. El pulso lo podemos marcar con una palmada por círculo y el ritmo lo podemos leer con las sílabas Kodaly.







En la ilustración siguiente, en primer término, aparece un pulso en corcheas que representamos  con medio círculo; y a continuación, se expresa otro pulso en corcheas en un ritmo ternario representado con tercios de círculos.








Pulso en blancas.


En estos gráficos podemos representar cualquier secuencia rítmica. En la ilustración que sigue a continuación, en primer lugar vemos un pulso en blancas. Bajo este pulso en blancas, aparece representado pulso, ritmo y compás. El pulso en negras dentro de un compás de tres por cuatro, con sus líneas divisorias y con la figuración rítmica correspondiente.







Marcando el pulso.


El pulso, además de con palmadas lo podemos marcar con los pies, con uno de ellos o con los dos, con chasquidos de lengua, con pitos o palillos, con subidas y bajadas de hombros, con desplazamientos: caminando, saltando… etc.

El ritmo, no sólo se ejecuta con las sílabas rítmicas Kodaly, sino que además podemos utilizar  tanto el laleo como las percusiones con las palmas o los nudillos sobre cualquier superficie ya sea ésta una mesa o pupitre, un banco, una puerta…etc.  También podemos usar otros materiales como: una chapa metálica o cartón tratando de deformarlos, bamboleándolos o haciéndolos oscilar, o bien utilizar papeles, arrugándolos y estirándolos.


Lo ideal es ejecutar  pulso y ritmo a la vez contribuyendo así  no sólo  al desarrollo de nuestro sentido del ritmo sino al de nuestra motricidad en general, siendo capaces de utilizar distintas acciones  con independencia  en las ejecuciones rítmicas. Logros que conseguiremos al ejecutar los gráficos rítmicos  tal y como se indica en las ilustraciones de esta entrada. La acción de dar palmadas marcando el pulso  a la vez que utilizamos nuestra voz para leer  las figuras musicales dándoles su duración con las sílabas Kodaly, es uno de los caminos.






Estos gráficos rítmicos pueden ser ejecutados por toda la clase mientras el profesor  va señalando cada pulso en la pizarra o en la pantalla, por una sección u otra de la clase en alternancia, o, alumno por alumno en una lectura rítmica en cadena determinada previamente; por ejemplo: cada dos pulsos.

Silencios de corchea y semicorchea.


Los silencios de corchea se ejecutan en la lectura rítmica con un corto siseo que se escribe así: SSSS, o bien por una aspiración corta por la nariz que se escribe así: IFFF. En los silencios de semicorcheas las tomas de aire y siseos son mucho más cortos.

Espero con esta entrada aportar  al conjunto de iniciativas didácticas, una más, que nos permita con la utilización de estos gráficos  interactivos,  conseguir que el diálogo que se establece entre profesores y alumnos durante el aprendizaje sea mucho más ameno y fluído.    .