domingo, 12 de julio de 2009

Más sobre la audición.


La narración es uno de los recursos que podemos utilizar en las audiciones. Consiste en contar un cuento o historia que describa de una forma atractiva a los alumnos lo que los distintos temas musicales van expresando.

La narración acerca al alumnado a la pieza o partitura, la describe en unos casos o muestra en otros, el significado que para los habitantes de un determinado lugar tiene. Entiéndase este último aspecto sobre todo en la música folclórica.

La narración hace que los alumnos se motiven, tengan un asidero en el que ayudarse a navegar en un mundo de por sí bastante abstracto y que escuchen con mayor atención eludiendo todo amago de abandono y desinterés desde el inicio por encontrarse perdidos en un mundo sonoro, no acorde con la moda, con giros tanto armónicos como melódicos totalmente desconocidos por no haber sido nunca visitados. Ayuda en muchos casos a descubrir los temas o escenas que de otra forma hubiesen pasado por ellos de largo, sin haberles despertado ni un átomo de interés, ninguna sensación destacable, ni tan siquiera la mas mínima curiosidad.

La narración se emplea sobre todo en lo que llamamos música descriptiva pero puede servirnos para cualquier otro tipo de música. No tiene a veces nada que ver con lo que ha querido expresar el compositor ni con su primera intención al componerla, pero nos puede servir de puente o nexo entre los oyentes, los alumnos, y la pieza musical que les mostramos.

PASO PREVIO AL CUENTO O NARRACIÓN.

Lo primero que necesitamos para trabajar la narración de cualquier audición, es expresar los diferentes temas llegando a titularlos si es preciso y adaptar dicho relato a su duración. Hoy día los Cds, tienen perfectamente delimitada la duración de los distintos temas, tiempos o partes que componen una obra musical por lo que tenemos este paso previo algo más facilitado.

DURACIÓN DE LOS TEMAS DE, “EN UN MERCADO PERSA”

0’’ 38’’ Llegan los mercaderes con sus camellos y elefantes.

38’’ 1,13’’ Actividad del mercado.

1,14’’ – 3,09’’ La princesa visita el mercado (2,11’’ se baja del palanquín).

3,10’’ – 3,26’’ Juglares y bailarinas.

3,27’’ – 3,42’’ Encantadores de serpientes.

3,43’’ – 4,07’’ Pasa el califa.

4,08’’ – 4,28’’ Actividad del mercado.

4,29’’ – 5,20’’ La princesa abandona el mercado.

5,21’’ – 5’50’’ Los mercaderes recogen sus mercancías.

5,50’’ – 6,44’’ Recordando a la princesa; lenta marcha hacia la lejanía.

6’48................. Acorde final.

Narración sobre los temas de “En un mercado persa”

Llegan los mercaderes con sus camellos y elefantes:

La escena nos muestra la llegada de los mercaderes con sus camellos y elefantes que van situándose a uno y otro lado de las calles, montando sus tenderetes y puestos. Oímos los lentos y pesados pasos de los elefantes ... los también lentos y algo más livianos de los camellos... y, los más ágiles y nerviosos de las cabalgaduras que portan una gran diversidad de artículos en sus angarillas o arrastran pequeños carromatos repletos de mercancías a la vez que dejan oír los cascabeles o caireles de los arneses que visten sus cuellos.

Los mercaderes pregonan sus mercancías: Sentimos en primer término los pregones de los mercaderes (En algunas versiones se oye el laleo de tenores y bajos de un coro que simula los pregones) que, aún sin terminar por completo el montaje de sus puestos, ofrecen sus mercancías a voz en grito a la vez que las van colocando en ellos dándole los últimos retoques.

Los niños entre voces y risas corretean entre el público jugando a cogerse, los mendigos en actitud lastimera piden limosna, todo se suma al clima bullicioso del mercado donde un numeroso público se acerca curioso y deambula de unos a otros tenderetes y puestos interesándose por las mercancías y novedades que éstos ofrecen.

La princesa visita el mercado:

De pronto se hace el silencio y la gente con curiosidad y respeto, se aparta a uno y otro lado para dejar paso al cortejo de la princesa que lentamente se acerca hasta nosotros recorriendo las calles del mercado. Viene en un palanquín recostada sobre unos cojines a hombros de unos musculosos y fornidos porteadores que la mecen al caminar con ceremoniosa lentitud. La comitiva en conjunto es de gran colorido, destacan no sólo el atuendo de la princesa sino las vestimentas de todos los que la integran; criados, damas de compañía, porteadores, servidores y soldados de la guardia de palacio...

Se detiene el cortejo y la princesa desciende del palanquín por una escalerilla de tres peldaños que ha colocado uno de los sirvientes (se suceden tres acordes orquestales que indican los pasos de la princesa descendiendo por la escalinata). Se acerca a uno de los tenderetes, sonríe al mercader que acude a atenderla, toma algunas de las mercancías las observa, las devuelve otra vez a sus sitios, elige una de ellas que le ha gustado y se la da a una de sus damas de compañía para que la guarde. Otra de sus damas paga acto seguido al mercader lo que la princesa adquiere. Sigue de esta forma pasando de puesto en puesto recorriendo las calles del mercado, eligiendo alguna que otra mercancía de alguno de ellos hasta que llega a una especie de plaza.

Juglares y bailarinas.

Se detiene y observa el armonioso colorido que en su conjunto ofrecen los distintos puestos que se encuentran en la ancha plaza. Mira a su izquierda y ve a un grupo de juglares que tocan una alegre y saltarina melodía mientras unas bailarinas danzan al son de la música.

Encantadores de Serpientes:

Al volver su rostro a la derecha observa a unos encantadores de serpientes que hacen sonar sus flautas mientras que los ofidios, se yerguen blandiendo sus cabezas a la vez que enseñan sus bífidas lenguas al salir a la luz de sus oscuras vasijas.

Pasa el Califa.

Una fanfarria de trompetas anuncian el paso del Califa que orgulloso, sin mirar a nadie, montado a caballo, pasa de largo por el mercado al trote de su montura hacia Palacio seguido por sus soldados.

Actividad del mercado.

De nuevo los mercaderes llaman la atención de los posibles compradores pregonando a voz en grito sus mercancías animando al bullicioso público a curiosear todo lo que traen y a presentar sus novedades como únicas y exclusivas a la vez que indican con orgullo su procedencia: China, India, Mongolia... países lejanos y misteriosos, que sólo al mostrar la mercancía y nombrarlos como lugar de procedencia, certifican la calidad de los productos ante los que no cabe la posibilidad para el curioso y posible comprador de perder esta oportunidad única para adquirirlos.

La princesa abandona el mercado. De nuevo la orquesta nos lleva al momento en que los porteadores levantan el palanquín y se dirigen lentamente a Palacio abandonando lentamente el cortejo de la princesa las bulliciosas calles del mercado.

Los mercaderes recogen sus mercancías. El sol hace ya tiempo que ha alcanzado su cénit y el bullicio de las calles ha disminuido. De nuevo se oyen los pasos de los elefantes y el trasiego de las cabalgaduras que los mercaderes aproximan a sus puestos para realizar la recogida de las mercancías y el desmantelamiento de éstos a la vez que se va formando la caravana que sin solución de continuidad poco a poco abandona la ciudad y se aleja.

Recordando a la princesa:

Mientras marchan hacia otro destino en la mente de los mercaderes queda el recuerdo de la princesa, su dulzura, su elegancia, la pomposidad de todo su cortejo. La impresión que ha causado en ellos y que se manifiesta en unas campanillas del recuerdo mientras poco a poco, lentamente, con un cadencioso caminar, entre los pesados pasos de los elefantes y del resto de animales de la comitiva, la caravana sigue su camino hacia otro destino y se va difuminando, haciéndose cada vez mas imperceptible... hasta que casi sin reparar en ello, se va haciendo cada vez más pequeña, más diminuta... y termina perdiéndose totalmente en la lejanía.




Son importantes durante la narración algunos gestos mímicos del profesor que refuerzan este recurso. El imitar la pesadez del caminar de los elefantes, El gesticular con las manos cerca del cuello para remarcar el sonido de los cascabeles de los animales de tiro. El dar los tres pasos durante la audición imitando a la princesa bajando la escalinata del palanquín. Realizar el gesto tanto con la mano izquierda como con la mano derecha como si estuviésemos tocando una campanilla cuando del recuerdo de la princesa se trata... Estas y otras acciones de este tipo nos llevarán a lograr una buena audición por lo que de impactante y sorprendente puede llegar a ser para el alumnado añadir todos estos estímulos la primera vez que la escucha.


En la ilustración con que se inicia este artículo te muestro un musicograma a base de segmentos que puedes utilizar también en tus clases.