jueves, 31 de enero de 2008

El duro aprendizaje; Repetir y repetir.


Todos los alumnos invierten un tiempo en asimilar los conceptos que se expresan y trabajan en los diferentes temas del currículo y por supuesto si no es igual para todos el tiempo que deberán dedicarle para lograr esa asimilación, tampoco lo será ni la intensidad o esfuerzo que cada uno de ellos necesitará prestarle así como el grado de atención que cada tema o unidad didáctica les requerirá. El interés que despierta en los alumnos un nuevo tema y el goce o rechazo que a priori deben sentir por él, no es el mismo para todos ellos condicionando de esta forma el trabajo a posteriori que deberán realizar.

Debido a esto último y a otras causas entre las que se encuentran las personales, las familiares y las ambientales, unos alumnos, asimilarán antes los conceptos que en él se expresan, y otros, para conseguir el mismo grado de asimilación, necesitarán un esfuerzo mucho mayor. Tendrán que repetir más veces la lectura de cada pregunta del tema, hacer más hincapié en las definiciones, trabajar con mas tesón los mapas conceptuales y resúmenes… etc. y por supuesto dedicarle a cada aspecto del tema más tiempo. Otros llegarán antes de realizar todo este trabajo y las repeticiones que conlleva este proceso de comprensión para hacer suyos los conceptos, al tedio y al fastidio; estadio este que les impedirá una buena asimilación.

Recorrer un temario con los alumnos a lo largo del curso semana a semana o quincena a quincena, iniciándolas por norma general con un tema nuevo sin haber logrado que éstos hayan hecho suyo el dado anteriormente, para mí, es un gran error como lo es también el abordar un nuevo tema sin haber realizado las prácticas y/o las actividades pertinentes del que hemos trabajado teóricamente para de esta forma llegar a afianzarlo durante este segundo estadio, la parte práctica, en el que los alumnos van a tomar una papel mucho más activo emulando rolles que los adultos tienen en la vida real sintiéndose identificados con el mundo profesional al aproximarlos de esta forma a ella.

También bajo mi punto de vista el no volver a los conceptos dados diariamente y creer que aburrimos al alumno si somos repetitivos, tomando la costumbre de dejar el repaso para las dos últimas semanas próxima a la evaluación del curso o del trimestre cuando hemos conseguido que el alumno haya olvidado casi todo lo que estaba fijando por añadir conceptos y temario nuevos, no es lo más indicado.

Caemos en esto sobre todo, cuando queremos ser fieles a los programas y damos más importancia a lo reflejado en el diseño que al conjunto de alumnos que tenemos en la clase el cual demanda de nosotros otro tipo de atención en vez del estricto cumplimiento de ese programa y sus pormenorizaciones. Los programas son una guía y están concebidos para un alumnado que no es real por lo tanto como tal deberemos prestarles atención. Desde aquí os invito a que paséis en cierto modo de los programas. Los programas están muy bien, son una guía extraordinaria sacada del curriculo oficial, en los que no se han tenido en cuenta una serie de factores que en algunos casos los hacen inviables y en otros no se adecuan en absoluto a la realidad.

Tenemos delante una realidad que debemos afrontar (un grupo de alumnos) y unos condicionantes que pueden jugar a favor y en la mayoría de los casos en contra. Estos son: el ambiente social y familiar, clima, nivel socio-cultural... y otros propios del alumno como son: autoestima, grado de responsabilidad, interés, dedicación, trabajo personal… etc. Factores que van cambiando constantemente y no aparecen con claridad en los primeros contactos. Van desgranándose y aparecen con más diafanidad a lo largo del curso cambiando todos los presupuestos que habíamos planeado en un principio. Por todo ello se hace necesaria una revisión constante de todo lo programado que incluso marca diferencias en cuanto a su aplicación de unos grupos a otros.

En el trabajo diario de clase tiene que haber una premisa importantísima: la utilidad. ¿Para qué va a servir lo que voy a aprender? Todas las labores que se llevan a efecto en un Centro de Enseñanza, tienen que satisfacer al alumnado, y deben tener a priori una utilidad. Una consecuencia de efecto inmediato que se dejará notar, será la proyección que los alumnos vierten a la sociedad en la que se desenvuelven y desarrollan del trabajo realizado en los Centros, enriqueciendo a ésta con los bienes adquiridos durante el proceso de aprendizaje (acrecentamiento del nivel cultural, mayor grado de tolerancia, exquisitez en las relaciones, mayor conocimiento de la propia realidad, mejor expresión en general... etc). Estaremos durante todo el proceso educativo, favoreciendo y creando vínculos que unan aún mas a los individuos los hagan más conscientes de las necesidades del entorno y los acerquen sin traumas a las actividades que se realizan en la vida real.

En el trabajo de clase diario a parte de los conceptos nuevos (progresión sobre el tema) siempre tiene que haber un tiempo para el repaso y fijación de lo anteriormente aprendido (retroacción del tema y de todos los temas), me baso para decir esto en la única fórmula valida del aprendizaje, la repetición. Si no repetimos los conceptos y trabajamos el desarrollo de los mismos acompañándolo siempre que sea posible de nuestro sentido crítico, análisis y razonamiento no fijamos ni aprendemos nada. Queda todo con alfileres y tal como creemos que lo hemos aprendido lo olvidamos.

Para aprender hay que repetir y no existen otras fórmulas. Desde hace algún tiempo, al parecer, hemos abandonado el memorizar. Ejercitar la memoria aprendiéndonos poesías para recitar, monólogos o diálogos para interpretar, oraciones para rezar o definiciones para expresar conceptos se viene haciendo desde tiempo inmemorial y nadie ha resultado dañado por ello. Pero para memorizar hay que repetir hasta la saciedad. Estudiar no es leer las páginas de una lección. Tampoco es leer y comprender lo que en esas páginas se dice, puesto que esto no es más que el principio. Si me quedo ahí comprendiéndolo todo muy bien, pasado mañana no me quedará absolutamente nada. Estudiar es un ejercicio que requiere un tratamiento distinto para fijar y hacer nuestro lo que hasta este momento desconocíamos.

  • Hay que saber expresar con nuestras palabras lo que hemos leído.
  • Hay que trabajar el tema pregunta por pregunta.
  • Hay que aprender de memoria las definiciones de los conceptos que en cada pregunta se expresan. NO solo entenderlos.
  • Hay que integrar estas definiciones en el discurso oral que debemos expresar para responder a esa pregunta del tema con nuestras propias palabras.
  • Hay que elaborar un mapa conceptual.
  • Hay que fabricar un guión y resumen del tema que nos sirva para el discurso oral o escrito que debemos hacer del mismo.
  • Hay que hacer de uno el tema al completo y fabricar una reseña de direcciones o enlaces para consultar y ampliar.

Por favor esto no se hace en una hora. Se logra día a día y paso a paso. Trabajando concienzudamente y unos alumnos como he dicho al principio necesitarán más tiempo que otros para conseguirlo. Dicho estudio y trabajo debe comenzar en la propia clase y dejar para casa el afianzamiento de todo lo realizado en ella. El alumno sólo debe trabajar lo que se ha realizado en clase pues lo nuevo puede aprenderlo mal o viciarlo con lo cual su esfuerzo podría llegar a ser estéril.

martes, 15 de enero de 2008

Naturales: teoría y práctica. Recursos metodológicos para la solución de problemas. ¿Puede las Naturales prescindir de las matemáticas?




Cuando estudiamos los distintos temas que se nos plantean en la asignatura de Ciencias de la Naturaleza, descubrimos que en casi todos ellos hay una parte teórica y otra práctica. Esta segunda parte, la parte práctica, nos conducirá a una actividad a realizar en un laboratorio, o a confeccionar un cuaderno de campo, o dará pié a una visita programada, a una excursión, o a realizar una actividad en un huerto o jardín escolar, a anotar y contrastar unas observaciones o mediciones obtenidas en un experimento o en una estación meteorológica escolar, a formular unos compuestos inorgánicos u orgánicos que actúan como reactivos para la obtención de unos productos en una reacción o bien dará lugar a un trabajo sobre un papel o cuaderno resolviendo en muchos casos un sencillo problema matemático.

La práctica hace jugar y tomar un roll a los alumnos, que en muchos casos se acerca y se identifica con el mundo profesional de los adultos, haciéndolos partícipes de un protagonismo activo que les lleva a abandonar su pupitre frente a la pantalla del ordenador o ante el encerado.

Teoría y práctica van íntimamente relacionadas y se complementan de tal forma que si separamos una de otra el tema a trabajar queda cojo, roto y las más de las veces sin sentido ni utilidad. La supresión de la parte práctica nos conduce en muchos casos a una mera asimilación memorística del tema. La práctica nos hace comprender mejor los contenidos teóricos y los refuerzan; es por regla general mas divertida, más amena y satisface la curiosidad del alumno con frecuencia de una forma lúdica a la vez que complementa y asienta los conocimientos teóricos. Teoría y práctica acercan más el temario a la vida real, lo hacen más creíble mas verosímil en definitiva más dinámico.

Como asignatura de ciencias, me detendré en analizar el trabajo y la metodología a emplear para solucionar problemas matemáticos que complementan y son parte importantísima de un amplio abanico de temas de esta disciplina. Vuelvo a hacer hincapié y afirmar que las naturales se apoyan en las matemáticas y necesitan en la práctica del orden y jerarquización que en ésta se utiliza.

  • Leer detenidamente el enunciado.
  • Expresar por escrito en una tabla al efecto, Datos, incógnita, transformación de unidades si es necesaria, razonamiento y operaciones previas al planteamiento.
  • Solución (Aplicar una fórmula o expresión matemática, sustituir por los datos dados en el enunciado y efectuar las operaciones indicadas que nos llevan a resolver lo que nos preguntan, la incógnita.)

Que duda cabe que de una buena lectura del enunciado iremos entresacando en las columnas correspondientes de la tabla al efecto que propongo en las ilustraciones que aparecen al principio de este escrito, los datos que este enunciado nos aporta y lo que se nos pide o incógnita.

Una vez confeccionada esa tabla no necesitaremos leer más el enunciado ya que éste está en sus dos primeras columnas.

DATOS ……………. INCÓGNITA

v = 1’25 m/seg ………… ¿v? km/h

Leyendo de la columna de la incógnita a la de los datos o viceversa podemos redactar con nuestras propias palabras el enunciado del problema.

Así podríamos expresar mentalmente los siguientes enunciados

Hallar en km/h la velocidad que lleva una persona que recorre la distancia de 1,25 m. en un segundo.

¿Cual es la velocidad en km/h de un objeto que en un segundo recorre 1,25 m?

Si un móvil recorre 1’25 m en un segundo ¿Cuántos km recorrerá en una hora?

Pasa a km/h , 1´25 m/seg.

¿Cual es la velocidad en km/h de un móvil que se desplaza a 1’25m/seg?

Una vez conseguido obviar el enunciado y sustituirlo mentalmente por el confeccionado a la vista de las dos primera columnas de la tabla propuesta, haremos una comparación de las unidades que aparecen en los datos con las unidades que se nos piden o debemos obtener en la incógnita, procediendo en la tercera columna a la transformación de éstas si es necesario.

Si en los datos como podemos ver en las ilustraciones del principio de este artículo nos dan m /seg y en la incógnita nos piden Km/h . En la transformación de unidades tendremos que pasar de: m a Km y de seg a h, realizando siempre la pregunta de los Datos a la Incógnita:

a) ¿Qué es un metro con respecto a un km?

b) ¿Qué es un segundo con respecto a la hora?

Y deberemos responder a la vez que lo expresamos matemáticamente a las dos preguntas a) y b), anteriormente formuladas.

a) Uno de los mil metros que tiene un kilómetro: Un kilómetro partido por mil.

b) Uno de los 3600 segundos que tiene una hora. Una hora partida por 3600.

Transformaremos las unidades en las que nos vienen dados los datos del enunciado por las nuevas expresiones matemáticas con las unidades en la que debemos expresar la incógnita, escribiéndolas en la columna de las transformaciones procediendo de esta forma :

Si 1 m = 1km/1000, tendremos que sustituir en el ejemplo, en el apartado solución: 1’25 m = 1’25. 1 km/ 1000. Hay que hacer ver al alumno que en realidad de la expresión 1'25 m, sustituimos la "m" por 1 km/ 1000.

Si 1 seg = 1h/ 3600 tendremos que sustituir en el ejemplo, en el apartado solución: 1 seg = 1. 1h/3600. Del mismo modo haremos ver a los alumnos que también en la expresión 1 seg, sustituimos "seg" por 1h/3600.

Llegaremos en el apartado solución a aplicar una fórmula que responderá a la pregunta que nos plantea el problema e iremos sustituyendo cada magnitud de dicha fórmula por el valor que nos han dado en el enunciado y que hemos recogido en los datos del problema y sustituiremos las unidades que nos vienen expresadas en dichos datos por el producto de la parte numérica del dato por la expresión matemática que nos produce la transformación.

Hay que decir al alumno con la máxima claridad que la parte numérica del dato y la unidad en que viene expresado es un producto.

1’25 m, es lo mismo que decir 1’25 por m y al sustituir será 1’25 por 1km/1000 o lo que es lo mismo: 1’25km/1000.

1 seg, es lo mismo que decir 1 por seg y al sustituir será 1 por 1h/ 3600 o lo que es lo mismo: 1h/ 3600

Así: en el caso concreto que nos ilustra en el apartado solución, “s” lo sustituiremos por 1’25 m, y “t” por 1 seg. Hay que pedir a los alumnos que expresen a lo largo de las operaciones indicadas las unidades a continuación de la parte numérica, pués al efectuar las operaciones estas unidades permanecerán o desaparecerán al simplificar. Quedando el resultado con la unidad o unidades debidas.

La tabla al efecto para la solución de un problema no es más que un camino, una pauta para guiar al alumno, unos pasos que sin vacilaciones llevan a éste a expresar el enunciado con sus propias palabras, a comparar las unidades que nos dan en los datos del problema con las unidades en las que nos piden que hallemos la incógnita o incógnitas, a realizar las transformaciones de unidades necesarias cuando no son las mismas o no coinciden en una u otra columna de la tabla. Con la aplicación de una fórmula seguida del planteamiento y realización de las operaciones indicadas llegaremos por último a la solución o respuesta final.

jueves, 3 de enero de 2008

Música Viva. La segunda entrega del método de muñecos y colores.





A los pocos meses, de sacar a la luz el primer cuadernillo del método de muñecos y colores “Música Viva” aún no habiendo finalizado el año 1994, publiqué el segundo volumen de dicho método. En el inicio de este ártículo puede observarse el diseño de la contraportada y portada de este segundo cuadernillo. Este nuevo manuscrito que tenía 60 páginas frente a las 41 del primero se realizó aunque con medios muy precarios con tanta o más ilusión que su antecesor. Estaba en un 85% escrito a mano y se trabajaban en él, cinco sonidos “SOL”, “LA”, “SI”, “DO” y “RE”. En este método, a estos cinco sonidos, les fueron asignados en el mismo orden en que han sido nombrados los colores negro, rojo, amarillo, azul celeste y verde claro.


El estudio de estos cinco sonidos no es arbitrario como no lo es nada de lo que aparece en un método de enseñanza en lo que se refiere al proceso metodológico. Desde el orden en que aparecen tanto las figuras musicales y silencios como los sonidos, el abanico de figuras y número de sonidos que se abarcan, los compases que se estudian, las actividades que se proponen… todo, absolutamente todo obedece a un plan establecido.


Conocer los sonidos, su colocación en el pentagrama sin titubear y su ejecución en la flauta dulce o de pico, es uno de los fines de este método de lecto-escritura musical. En él se pretende el dominio de la lectura musical, desde edades muy tempranas. Justificar este aprendizaje, mostrar su utilidad y desarrollar las facultades del alumnado con la utilización y manejo de los instrumentos corporales, instrumentos de pequeña y mediana percusión, afianzando así las valoraciones de las distintas figuras y silencios, trabajar la escritura musical, ejecutar los dictados rítmicos y melódicos e interpretar las lecciones y canciones del método con un instrumento de técnica sencilla como es la flauta dulce o de pico desde muy pequeño, son objetivos que justifican con creces la existencia de este método.


Todo este proceso expuesto en el párrafo anterior bien dosificado durante la enseñanza de esta disciplina llena por completo las necesidades de los alumnos de estas edades y completa su currículo. La publicación de estos dos cuadernillos no sólo alimentaba las necesidades del alumnado durante esta etapa escolar sino que ampliaba el abanico de edades de los alumnos a los que se dirigía permitiéndome un relax al acabar con el agobio de fotocopias que tenía que realizar al inicio de cada jornada y durante los recreos para preparar el material que se trabajaba en las clases.


El por qué la flauta dulce, tiene una explicación muy sencilla: es un instrumento económico y no es necesario un gran desembolso para su adquisición. Si a todos los alumnos de una clase se les pidiera una guitarra, el profesor en cuestión lo tendría muy difícil porque no todos ellos y por supuesto sus padres invertirían en un instrumento para el que se necesita un mayor esfuerzo económico y unas cualidades para su manejo y aprendizaje. Una flauta de pico tiene un precio muy asequible, no necesita para su ejecución de grandes dotes o facultades especiales por parte del ejecutante ni requiere por supuesto una gran capacidad pulmonar. Es un instrumento de técnica sencilla y por lo tanto ni tiene una digitación complicada, ni requiere cualificación especial por parte del alumnado resultando ser el instrumento escolar por excelencia. Este método está pensado para aprender y dominar el lenguaje musical a la vez que la flauta dulce en un colegio publico donde hay alumnos de distintos niveles económicos y donde por supuesto no se realiza una selección previa del alumnado.


No hablo nunca y hoy si lo voy a hacer sobre el papel que juega la entonación durante el aprendizaje del lenguaje musical. En la Enseñanza Primaria no debemos primar o dar un papel preponderante a la entonación ya que para entonar hay que tener buen oído o lo que es lo mismo memoria auditiva y en una clase normal con una ratio de 35 alumnos como mínimo, donde no hay una selección previa que aglutine a los mejores dotados para el estudio de esta materia, hay un porcentaje bastante considerable de ellos que no es capaz de entonar. Cuidar la entonación es añadir al proceso de aprendizaje de la música una nueva dificultad y un reto a veces imposible de conseguir en un grupo numeroso y con sólo la frecuencia de un encuentro semanal.


Hay alumnos que son capaces de entonar bastante bien dentro de un grupo porque es el mismo grupo el que les guía en la entonación pero es imposible que lleguen a hacerlo solos. Son buenos dentro de un grupo pero pésimos como solistas; diríamos, que estos alumnos tienen una gran facilidad para acoplarse al grupo. Otros desentonan tanto solos como en grupo. Estos últimos, son capaces de estar desafinando constantemente y creer que lo están haciendo estupendamente.


Debo apuntar que la falta de oído o memoria auditiva no es ningún impedimento para educar en el campo musical ya que la tarea del profesor de música de primaria no es sólo desarrollar y educar el oído, bien está fomentar éste mientras sea posible y potenciar nuestra memoria musical siempre que no destruya nuestra labor en otros campos o aspectos que atienden también a la formación musical como son el desarrollo del sentido rítmico, de la lateralidad, de la psicomotricidad, del esquema corporal, de nuestra capacidad de improvisación, de la discriminación tímbrica y sonora en general, de nuestro tono corporal y capacidad de relajación, aspectos formativos en los que dentro de esta disciplina se inciden y que todo alumno necesita hacer suyos y dominar durante el periodo de escolarización contribuyendo a su formación integral, llegando de esta forma a alcanzar un desarrollo normal y equilibrio emocional trabajando esta disciplina.


No es misión de un profesor de música de Primaria sacar o descubrir genios musicales para eso están los Conservatorios y las academias dedicadas al conjunto de disciplinas que la música abarca y a los que acuden alumnos que a priori si tienen cualidades. Si lo es, la de dar a conocer esta materia y lograr que los alumnos lleguen a amarla, a disfrutar con ella y a desenvolverse con naturalidad dentro de ella. La música no puede ser una desconocida, o acceder a ella sólo a través de soportes como Cedés (discos compactos), cassettes, discos de vinilo, video-clips… etc. Todos debemos participar activamente y gozar de ella como ejecutantes, ser elementos activos, capaces de desarrollar un conjunto de cualidades que nos ayuden a ser mas personas, sintiéndonos miembros útiles dentro de un grupo en este caso musical u orquestal y contribuir con nuestra colaboración a montar sencillas piezas musicales, que al ejecutarlas y disfrutar de ellas nos harán adquirir la consciencia de que solos no las habríamos podido montar. Estas piezas de las que cada elemento del grupo interpreta partes del todo como son: su línea melódica, o bien su ritmo, o arpegios que contribuyen a su armonización, no podría de ninguna manera sonar de la misma forma pues con los instrumentos que en las clases utilizamos llega a suponer para un solo individuo un reto inalcanzable, una empresa imposible de realizar.