lunes, 26 de noviembre de 2007

Escaleras en matemáticas. Conceptos de "mayor que" y "menor que"




Para facilitar el aprendizaje, evitar la monotonía del uso exclusivo del cuaderno, lápiz o bolígrafo, introducir la manipulación de un material con el que construir y realizar deducciones lógicas por comparación y hacer hincapié sobre ciertos aspectos de la matemática a la vez que dar a las clases una participación más activa y dinámica, surge el empleo del material didáctico conocido con el nombre de los números Cuisenaire, números en color, vulgarmente llamado “regletas”.

Dependiendo de la edad, si los alumnos son muy pequeños, nunca se pondrá a su disposición una caja de regletas completa, iniciaremos nuestro trabajo en sesiones cortas. Unas dirigidas y otras libres. La utilización así como la frecuencia de este tipo de sesiones dependerán del “grupo-clase” y de la actitud que éste tenga. Habrá grupos que por sus características no podremos dejarlos manipular libremente el material ya que en algunos de ellos por falta de madurez, por poca responsabilidad o por fragilidad de atención entre otras, las pérdidas de tiempo son constantes. No se pueden aplicar en todos los grupos los mismos recursos y estrategias, lo que en unos va estupendamente, en otros no funciona. No existen leyes universales aplicables a todos los grupos.

Con este material, desde edades muy tempranas podremos discriminar colores y longitudes, memorizarlos por orden de menor a mayor longitud o viceversa; realizar estas memorizaciones de una en una, de dos en dos, de tres en tres, en un sentido o en otro. Comparar unas regletas con otras y con la regleta unidad, descomponer mentalmente la longitud de un color en la suma de varios, trabajar y madurar todo esto necesitará un cierto tiempo y nos llevará a la asimilación de nuevos conceptos que iremos afianzando mientras realizamos distintos tipos de construcciones; simples en un principio y complicadas más tarde. Construiremos escaleras como aparece en las ilustraciones y asimilaremos con ellas los conceptos de “mayor que” y “menor que”.

Hoy día con la recreación virtual por ordenador podemos trabajar en un soporte nuevo y realizar infinidad de ejercicios con los que adquirir los conocimientos y conceptos matemáticos sin la problemática que plantea el material real de pérdida de tiempo en lo que se refiere a la recogida y ordenación de todas la piezas después de haber trabajado con él.

Los conceptos adquiridos con la manipulación de las regletas, deberemos expresarlos por escrito en nuestro cuaderno con la inicial del color de cada regleta. Con posterioridad llegaremos a escribir el valor numérico en blancas que tiene cada una de ellas comenzando a efectuar sencillas operaciones como puede verse en las ilustraciones de este artículo. Las normas sobre como realizar estos ejercicios, y su expresión escrita en el cuaderno habrá tenido que ser pormenorizada y explicada a los alumnos con anterioridad

martes, 20 de noviembre de 2007

¿Material?...¿Tutorías?...¿Normas generales del Centro?...¿Normas de clase?



Antes de dar a un grupo de alumnos un material para trabajar aspectos concretos de una materia o asignatura, previamente tendremos que ofrecerles unas razones que aclaren su utilidad, otras que justifiquen la finalidad de su existencia y por último también unas pautas para trabajar con él. Deberemos explicar a los alumnos con independencia de la edad en que comencemos a manejarlo el “por qué”, el “para qué” y “por qué en ese momento” nada debe imponerse a la fuerza.
Les presentaremos el material y con un sencillo ¿Qué os parece si….? Invitaremos a los alumnos a formular unas normas para su utilización antes de entrar en contacto directo con él y proceder a su manipulación. Estas normas deben surgir de los propios alumnos, confeccionarse con la participación de toda la clase y perfeccionarse con el uso. Moderaremos y dedicaremos al principio sin prisas el tiempo que sea necesario para este menester; ya que al surgir de ellos la normativa que va a implantarse en la clase, tendrá mucha mas efectividad que si la impone el profesor. Lo que parece una perdida de tiempo en un principio después se traducirá en un gran avance a pesar de las revisiones.
Una vez aprobadas estas normas y puestas en práctica deberemos revisarlas constantemente y ver que tal funcionan. Semanalmente sería un periodo ideal para revisarlas. Esta revisión tendría lugar en la clase de tutoría después de la reunión de nivel en la que el tutor habrá sido informado por el resto del profesorado que entra en ese aula, de la marcha e incidencias en las distintas asignaturas.
Sólo se revisará la marcha de un grupo-clase y siempre al final de la clase de cualquier asignatura por cualquier profesor que no sea el tutor, dedicándole a lo sumo de 10 a 15 minutos cuando haya una razón de peso que así lo aconseje. Ningún profesor actuará en su clase de forma que deje obsoleta la clase de tutoría.
Todos los profesores que entren en el aula deberán cumplir y hacer cumplir las normas generales a nivel de Centro o a nivel de clase y las específicas de su asignatura dependiendo de las características concretas del material que se vaya a usar.
La familia debe ser conocedora de las normas generales del Centro para que así incidan desde casa en los aspectos fundamentales de la educación de sus hijos.
La diferencia de criterios y aplicación de normas distintas, así como nuestra actitud ante determinados comportamientos sin ajustarse a un denominador común por parte de los profesores que entran en un aula, perjudica claramente al grupo-clase y a la relación de éste con los docentes. Extrapolando el párrafo anterior a toda la comunidad educativa hay que decir que si entre el Centro con su claustro de profesores, los Ayuntamientos, los alumnos y la familia no existe la empatía que demanda el proceso educativo, se perjudica claramente la relación de éstos con los docentes y el Centro.
Sería muy importante que todo lo referente a las normas fuera revisado por el tutor en la clase de tutoría de acuerdo con el resto de profesores. De estas revisiones en las que el grupo-clase analiza el funcionamiento y en las que se suprimen normas por obsoletas o bien se llega al estudio de sanciones por el incumplimiento de las mismas, depende el buen funcionamiento de la clase.
Si existe unidad de criterio en el profesorado, se valora lo que los alumnos deciden para la buena marcha de la clase en su justa medida y se actúa en consecuencia, afianzaremos más la seriedad del proceso.
Como profesores, tenemos que sacrificar esa predisposición a cumplir la programación por encima de todo, característica en la mayoría de los casos “del profesor de la asignatura”, que no nos ayuda nada a impartirla sino más bien a crear tensión y ansiedad tanto en el propio profesor como en el alumnado. Del no voy a llegar, al tengo que darles hoy, o bien: deberíamos haber trabajado... o el… nos queda sólo tanto para… no vamos a sacar absolutamente nada. A nuestro pesar deberemos tratar de cambiarnos el Chip pues antes que profesores de cualquier materia deberemos ser “EDUCADORES” y tener presente que nuestra misión es formar e informar. Todos y no sólo el tutor deberemos ser los que trabajemos en este sentido, de esta forma conseguiremos que no halla “asignaturas Marías”, que todas ocupen un lugar importante en la formación del alumnado.
Una vez recorrido este camino previo, indispensable, podremos dar clase de la asignatura que sea, usar adecuadamente el material que hallamos elegido logrando que la enseñanza de cualquiera de ellas, sea más dinámica, mas participativa, más activa.

martes, 13 de noviembre de 2007

¿Saudades?... ¿Añoranzas?...

Fuimos tres los que cruzamos las dos rotondas, una de las cuales, la más grande, parte la carretera que de San Juan te lleva hacia Mairena, dejando a la izquierda según se va, a un Colegio y a la derecha frente por frente a éste, a dos Institutos.
Mi "Primo" (Pepe el “dire”) Pedro (otro compañero) y yo, marchamos desde Ciudad Aljarafe a Cavaleri; dos barriadas próximas, dos enclaves habitados. De un Colegio de básica "El Guadalquivir" a un reciente y transformado Instituto de Secundaria, otrora también Colegio, hoy día y desde ese instante, cumplida ya una década, "Instituto de Secundaria Cavaleri".
Eran tiempos de cambios, de ajustes y no se ellos, pero yo, abandoné las aulas en las que durante muchos años había impartido clases, sin huir de nada ni de nadie intuyendo que mi sitio estaba en frente ya que se reducían dos cursos de la extinta E.G.B, séptimo y octavo de los que yo tenía el mayor número de horas en mi horario y se creaban otros dos, 1º y 2º con una equivalencia de contenidos aunque con diferente clima, en la nueva E.S.O.
Abandoné esas aulas donde yo era feliz y me sentía querido, donde no sólo en el horario escolar se trabajaba y en donde machacaba con los alumnos una y otra vez hasta montar con los instrumentos de que disponía lo que en un principio parecía imposible y que después cuando actuábamos sonaba.
En fin, crucé la carretera con mis dos compañeros y también fui feliz, no eché en falta el calor que hasta entonces sentí, no se sí por lo exiguo del viaje, porque no lo hice sólo, quizás porque sabía que ellos, aquellos que dejé, estaban cerca. Quizás no eché en falta ese calor por lo de novedad que era el encontrarte con otros compañeros, por lo de modelar, crear las bases de actuación, de convivencia, la nueva línea de trabajo que requería aquel nuevo alumnado que nos llegaba de otros colegios de la zona.
Después de haber retrasado un curso el cruce al otro lado, por no abandonar a alumnos a los que conocíamos y finalizar con ellos un proyecto, por fin cruzamos sin mirar atrás, sin demorar más nuestra labor, hacia ese nuevo Centro. En ese Instituto iniciamos una nueva andadura junto con nuevos compañeros con los que compartimos, en el día a día las muchas experiencias ante dificultades que en el trabajo se iban sucediendo, ya que no todo es jauja, ni es tan sencillo, ni fácil de aplicar en la enseñanza.





domingo, 11 de noviembre de 2007

Los números en color. Las regletas Cuisenaire



Desde pequeños , desde que estamos en preescolar, podemos acceder a la verdadera matemática a través de los números en color. Comenzamos en un principio por conocer y manipular un número exiguo y determinado de regletas de cada color, cinco como máximo y de tres o cuatro colores distintos o longitudes. Realizamos una serie de construcciones sobre la superficie de la mesa, o en un rincón expreso de la clase en el que tumbados sobre la alfombra unas veces como actividad libre y otras dirigidas estamos de un modo intuitivo adquiriendo conocimientos. Las sesiones dedicadas a ello, son cortas; y en ellas manipulamos el material aprendiendo sobre todo a ser ordenados, a recogerlo, a compartir en el repartir y en el recoger, a ayudarnos unos a otros dentro del grupo en estas tareas, a responsabilizarnos individualmente y como grupo de ese material.
Trabajamos aspectos que nos harán más responsables y educados. El ser ordenados, mimar y cuidar el material, revisarlo y controlarlo antes de dejarlo en el recipiente preparado al efecto después de haber jugado con él al terminar cada sesión no es perder el tiempo en el colegio.
Realizamos trenes del mismo color y de distinto. Construimos escaleras y las interpretamos al principio de un modo intuitivo, mas tarde las plasmamos en un papel. Desarrollamos la idea de número y comenzamos a contar titubeantes y a escribir lo que contamos, al principio tabulando con palitos y mas tarde con el dígito apropiado. Completamos superficies de distintos tamaños y formas con un número determinado de regletas y colores sin que nos sobre ni falte alguna, y con el tiempo, llegamos a la construcción de pequeños mosaicos que interpretamos hasta elaborar sencillas expresiones matemáticas como aparecen en el escrito.
Estamos en realidad, trabajando expresiones aritméticas y algebraicas sin saberlo y sin conocer lo que es un número, por comparación con los dedos de una de nuestras manitas, contamos las regletas que tenemos cada uno y sin que falte ni sobre alguna de ellas las guardamos hasta la próxima sesión.
Sorprendemos a nuestros mayores, provocando el grito de nuestras abuelas que con incontenible satisfacción se maravillan de lo listo que es su nieto/a, al haber éstas, dedicado su vida con intensidad a otros campos lejanos al educativo. En estos momentos, por afinidad al proceso educativo que viven con su nieto y encontrarse mas cercanas, manifiestan su sorpresa al verlos realizar algunas cosas que ellas con su edad no eran capaces, achacándolo a la época y no llegando a entender lo natural del mismo. Conciben como milagro, lo que no son más que resultados lógicos ya que no entran en los ocultos recovecos, recursos metodológicos y estrategias que tiene la educación y que los docentes manejan para la transmisión de conocimientos, para el aprendizaje, en definitiva en la enseñanza.

Quizás.


Quizás como docentes, sin ir más lejos, nos ha faltado profundizar esperanzados y con tesón en una serie de recursos y estrategias que bien utilizadas en el día a día, habrían llenado de alegría nuestro ser y transmitido en derredor un halo de buen hacer, de trabajo compartido, de grato aprendizaje, que habrían hecho nuestras clases más amenas y atractivas para el alumno.
Quizás, por qué no, nos hemos decidido por unas, empezado a utilizarlas y de pronto, al sentirnos solos, aislados, tal como ese día emprendimos la aventura, otro, la abandonamos sin más, sin insistir, apenas sin dolor, a las primeras dificultades.
Quizás es que hemos ido mariposeando en esto y aquello, libando aquí y allá, sin digerir bien el dulce néctar que cada flor metodológica contenía y ante la inmensa oferta que en los distintos cursos formativos nos ofrecían, hemos pasado a otra flor que al aplicarla por novedad más que por convicción profunda, destruimos sin más, lo que su autor tras una vida dedicada a investigar perseguía.
Quizás también hemos caído en la inconstancia, en la comodidad y todo en lo que de relajante y frívolo nos ofrece la sociedad de la que somos parte y no la hemos ayudado a levantarse ni tan siquiera en el entorno en el que como pez en la pecera nadamos sin preocuparnos de otra cosa mas que de flotar.
Quizás, ni la sociedad esté tan caída, ni vaya todo tan mal como en algún momento hemos pensado, ni el paisaje sea tan gris y desolado como la foto que ilustra este escrito.

viernes, 9 de noviembre de 2007

Juegos de iniciación musical.


Para iniciar en la música a los más pequeñines, lo primero es crear por parte del profesor un tono cálido de comunicación en la clase, una predisposición por parte de los alumnos hacia lo que se va a realizar y un clima envolvente, en el que un fondo musical con unos temas apropiados en un tono muy suave, casi inaudible, los invite a estar relajados y atentos. Nada de gritos, carreras y voces, el tono tanto de profesor como alumnos debe ser mesurado, cordial, afectuoso y las llamadas de atención, previo el silencio.
Sería muy importante tener a nuestra disposición, por lo que de novedoso y motivante tiene para el niño el salir de su espacio clase a un nuevo espacio donde va a encontrar cada vez que lo visite, una oferta variada y atrayente del material, con una disposición nueva cada día, totalmente distinta a lo que es habitual. El niño/a va a entrar en un espacio amplio en el que puede desenvolverse e interaccionar con sus compañeros en los juegos y actividades para ampliar sus conocimientos. En fin: Un espacio donde podrá educarse en la materia y realizar unas tareas complementarias unas veces totalmente libres y otras dirigidas para reforzar e investigar sobre los contenidos que de un modo mas tradicional trabaja y realiza diariamente en el aula con su profesor.
Si en cada uno de los Centros hubiera unos espacios destinados con exclusividad a las diversas materias que integran el currículo atendidos por especialistas completamente coordinados con las programaciones de las distintas aulas, y dichas aulas tuvieran una ratio que no sobrepasara los 16 alumnos y hubiese una rotación de los grupos por estos espacios como visitantes activos unas dos veces por semana en módulos fijos dentro del horario escolar, estaríamos hablando de una educación en un país con una fuerte inversión en personal y medios dentro del panorama de la educación en el que el mimo, el aprovechamiento y buen uso del material, la abundancia y variada gama del mismo, la calidad y amenidad de las programaciones por lo de lúdico y cercano a los intereses del niño entre otras características, serían las notas destacables entre otras en este sistema educativo.
Para llegar a ello, uno de los espacios que desde aquí reivindico sería un aula de música en todos los Centros, a la que deberíamos acudir al menos una o dos veces por semana y a la que tuvieran acceso todos los grupos de cada Centro, para dentro de ella y como estímulo, trabajar y preparar su participación como grupo-clase, en las fiestas que a nivel general se realizan en todos y cada uno de los Centros por variados motivos. Entre ellas caben destacar: la de final de trimestre, las del Carnaval, la fiesta de la primavera, la fiesta fin de curso... etc. Paralelamente en esta aula se podrían realizar una amplia gama de actividades y juegos para iniciar a todos los alumnos partiendo de distintos niveles, y dedicándoles módulos horarios a los más pequeños en esta materia.
Comenzaríamos la enseñanza de la música por los juegos de iniciación musical entre los que podemos encontrar los de discriminación sonora empezando por el propio entorno donde se encuentra el niño; es decir:

- Reconocimiento de sonidos de la naturaleza.
- Reconocimiento de sonidos típicos de la ciudad, del pueblo, de la calle o plaza donde se encuentra el Centro...
- Distinguir entre sonidos y ruidos.
- Reconocer y observar sonidos de dentro o de fuera del recinto que ocupamos.....

Después de ésto, entraríamos en los juegos tímbricos entre los que podríamos destacar:

- Reconocimiento de las voces de los compañeros.
- Reconocimiento de objetos y animales por su timbre o por su voz.
- Reconocimiento de los distintos instrumentos de percusión.
- Distinguir las familias de instrumentos (viento, cuerda, percusión... )
- Distinguir los integrantes de cada familia de instrumentos por su timbre.

La realización de estos ejercicios se puede hacer de diferentes formas: mediante el reparto de láminas donde aparecen dibujados los objetos, animales e instrumentos y que el niño debe colorear al escucharlos. Recortando los instrumentos y construyendo collage con las escenas que a él le sugieren la secuencia de sonidos, dirigiéndose con los ojos tapados al lugar o rincón de la clase de donde te llega el sonido del instrumento que otro compañero hace sonar a intervalos a indicaciones del profesor... etc.

Los juegos de tono o altura entrarían a formar parte de un tercer apartado:

- Reconocimiento de graves y agudos, memorización de la secuencia y ejecución.
- Reconocimiento de graves agudos y medios, memorización de la secuencia y ejecución.
- Reconocimiento de glissandos ascendentes y descendentes, memorización y ejecución.
- Reconocimiento de graves, agudos, medios y glissandos, memorización y ejecución.

Todos estos ejercicios se realizan al dictado comenzando con secuencias sonoras de cuatro sonidos a las que seguirán las de 6 y 8 .... etc. sonidos.

En el cuarto apartado realizaríamos los llamados ejercicios de eco.

- Ejercicios de eco rítmicos
- Ejercicios de eco melódicos.

Con todos estos ejercicios, el niño/a no necesita leer música en un principio sólo se dedica a imitar al profesor. Trabajamos la memoria, la psicomotricidad, la lateralidad y el esquema corporal. Paralelamente iremos introduciendo el estudio de los sonidos; es decir, los conocimientos lectográficos con la gestáltica quironómica.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Las naturales y la comprensión lectora.





Al adquirir un libro de naturales como de cualquier otra asignatura necesitamos conocer e interpretar previamente el código en el que se ha almacenado la información que visualizamos para poder descifrarla. El niño al igual que el adulto, recoge y almacena información sobre el medio en el que juega y se desenvuelve; a través de sus sentidos y con la ayuda de una serie de soportes a lo largo de las distintas etapas, investiga todo lo que le rodea.
El soporte más común de los soportes es el aire que respiramos y que a parte de transmitir las vibraciones para que podamos comunicarnos, permite se realicen una serie de reacciones en nuestros organismos para que permanezcamos en este mundo como seres vivos por excelencia con apetencias de saber entre otras apetencias. Estos soportes, han ido surgiendo en nuestra sociedad de consumo con fuerza y cada vez con una vida más efímera, ya que tal como aparecen y son comercializados, la mayoría de las veces, fenecen con gran rapidez y son sustituidos por otros más modernos. Cada nuevo soporte presenta propiedades y características impensables en el tiempo anterior y con una mayor capacidad de almacenamiento. Son fruto de una tecnología más avanzada, sirviendo para almacenar en unos casos, y transmitir mediante equipos apropiados, la inmensa información que guardan.
Esta gama, cada vez mas amplia ha ido desde, el papiro pasando por el papel, al fonógrafo de Edison, al disco de pizarra, al disco de vinilo, a la cinta magnetofónica, al cassette, al disco compacto... Toda esta cantidad de soportes para el almacenamiento y la difusión del conocimiento deben ser manipulados por individuos preparados que sean capaces de descifrar los códigos en los que estos conocimientos han sido almacenados y comprender sin esfuerzo todo lo que nos pueden transmitir.
Es necesario que desde la escuela se ejercite al niño/a en el conocimiento de códigos. Los códigos mas importantes y en los que se basa la difusión de todas las materias son la lengua y las matemáticas. Mediante el lenguaje oral o escrito y los códigos numéricos se transmite el conocimiento.
Es importante trabajar en el soporte papel, la lectura comprensiva y los automatismos matemáticos para así, empleando el intelecto, profundicemos en nuestro propio conocimiento como en el del medio que nos rodea educándonos a la vez que satisfacemos nuestras necesidades en el campo del saber. Todos estos conocimientos y el empleo de la razón nos harán ser mas tolerantes y participativos, nos ayudarán a relacionarnos con los demás, y como seres inteligentes, nos llevarán a analizar y poder discriminar tomando todo aquello que nos es útil y necesario para ser mas felices e impulsándonos a desechar aquello que nos envilece y nos hace ser menos persona.

lunes, 5 de noviembre de 2007

Evocando a Generoso; el conserje del Colegio.


No se si tenía uno o dos perros. Creo que eran dos. Nunca me los presentó; al igual que a mí, creo que no se los mostraba a nadie. El caso era que cuando el último alumno abandonaba el colegio y mas tarde el Director, Jefe de estudios, Secretario, o algún profesor que se quedaba rezagado se despedía con el consabido ¡Hasta mañana Generoso! Una leve sonrisa acompañada de un hasta mañana con una voz suave, tenue, de timbre oboeizado en un registro medio salía de aquel cuerpo de estatura media mas bien baja, oyéndose a renglón seguido, como una de las hojas de la última cancela de hierro que quedaba por cerrar, golpeaba contra la otra, vibrando todos los barrotes en un trémolo prolongado; y de seguido, rechinaba en su inicio el cerrojo deslizándose suavemente por la parte engrasada hasta finalizar su recorrido en un golpe seco. Luego, el ronroneo del motor de nuestro coche nos envolvía y protagonizaba junto con el locutor de la emisora de radio sintonizada y los temas musicales de actualidad nuestra vuelta a casa.
Si la despedida había sido por la tarde, después de finalizar las actividades extraescolares y si nos iba invadiendo el crepúsculo o ya nos tenía según la época del curso sumidos en una total oscuridad rota a retazos por la tenue luz de las farolas, soltaba a los perros y desaparecía engullido por la pequeña puerta que daba acceso a su vivienda situada a la izquierda de la amplia cristalera que nos introducía en las diversas dependencias del Colegio al abrigo del porche de la puerta principal.
La cristalera daba a un ancho pasillo o distribuidor encontrándote en la pared, de frente, los tablones de anuncios que se hallaban flanqueados por dos escaleras laterales por las que se llegaba a los laboratorios y aulas que se ubicaban en las dos plantas superiores.
Nunca tuvimos problemas de robos o asaltos a las aulas. Una vez cerradas las cancelas y sueltos los perros, nadie se atrevía a entrar en el colegio. Si algún profesor olvidaba algo, aunque tuviese llave, le daba una voz. ¡Generoso! y allá que aparecía él, recogía a los canes y te franqueaba la entrada.
Generoso, era un hombre más bien callado. Hablaba poco. No era sólo el conserje, era el mantenedor del edificio. No había persiana rota que él no arreglara, cisterna de los servicios que fuera de control nos inundara, puerta que no funcionara, cerradura que no reparara, grifo que se saliera... encerado en mal estado que no pintara, desconchón en la pared que no tapara... en fin: gracias Generoso por haber cuidado de que todo estuviera en buen estado a pesar del poco cuido que teníamos casi todos los que usábamos las distintas instalaciones del Colegio.
Allá donde estés, una y mil veces gracias, Generoso.

domingo, 4 de noviembre de 2007

Jerarquización y orden en matemáticas





Es muy interesante para los niños que desde pequeños se les inculque la necesidad de presentar sus cuadernos ordenados y limpios. Seguir un orden en la realización de sus tareas, expresar por escrito las operaciones indicadas, recuadrar el resultado, realizar las operaciones o cuentas pertinentes debajo de las expresiones aritméticas indicadas es una buena forma de aprender.
Trabajar la materia desde un principio en cuadernos de cuadrícula grande, acostumbrarse a meter cada número y signo de la expresión matemática en su cuadrícula correspondiente, no es ninguna tontería. Es empezar a educar en el orden y limpieza, es estimular el grado de atención del niño, es someterlo a una disciplina, en concreto es inculcar en él una serie de valores que le servirán a lo largo de toda su vida.
Dar pautas para ordenar muchas veces el atropellado fluir de ideas ante el reto que supone el enunciado de un problema, o por el contrario tratar de llevar a ciertos alumnos para que no se queden sin saber que hacer, como empezar, de donde partir. Es una de las tareas fundamentales que tiene que realizar el docente durante el proceso de aprendizaje, no debiendo nunca esperar que todos los alumnos respondan a nuestra labor con brillantez y vayan a asimilar sin dificultades las explicaciones.
Mas tarde llegará la jerarquización de operaciones. El niño se dará cuenta mediante el trabajo diario en la asignatura que no siempre da igual hacer esto que lo otro. Que en todo hay una jerarquía o prioridad, un orden no un barullo y que todo ello es necesario para conseguir un buen resultado.
Por último, en un grado más de abstracción, al resolver los primeros problemas y por qué no, mucho más tarde durante todo el aprendizaje habrá que seguir insistiendo y trabajando sobre lo mismo.
- Leer detenidamente el enunciado.
- Expresar por escrito en una tabla al efecto, datos, incógnita, transformación de unidades si es necesaria, razonamiento y operaciones previas al planteamiento.
- Solución. (Expresiones indicadas que nos llevan a resolver la incognita; a un resultado final).
Los alumnos, llegarán a sacar de un enunciado un planteamiento. A razonamientos que le clarificarán las operaciones y le llevarán a la solución. Durante todo este proceso la matemática no sólo nos ha servido para que el niño aprenda cuentas y problemas sino también para hacer de él alguien con capacidad de síntesis y organización.

Sobre el método "Música viva"


Durante la última década del siglo XX, en 1994, publiqué el cuadernillo nº 1 del método musical "Música Viva" (método de muñecos y colores) destinado en aquellas fechas, a iniciar en el ritmo, en los dictados melódicos y rítmicos, en la lecto-escritura musical, y en el manejo de un instrumento de técnica sencilla (la flauta dulce o de pico) a los alumnos del 1º o 2º ciclo de Primaria.
Se trataba de una publicación manuscrita, totalmente hecha a mano, fruto de las fotocopias que se pasaban a los alumnos día a día para trabajar en clase.
Lo innovador de este método consistía en que se iniciaba al alumno en la lecto-escritura musical, no con la notación tradicional, sino con la notación de muñecos y colores. Con dicha notación las distintas figuras musicales (muñecos) no toman color hasta que no se sitúan en el pentagrama, convirtiéndose así en sonidos. Comenzaba el método en este primer cuadernillo con el estudio de los sonidos "SI", "LA" y "SOL". Estos sonidos se iniciaban en este orden, no por capricho sino para hacer asequible la enseñanza y el manejo de la flauta dulce a los niños más pequeños; y se trabajaban sólo como figuras musicales, la negra, la corchea y el silencio de negra. También aparecían el silencio de corchea así como los compases de dos negras y una negra. Cabe puntualizar que las figuras se trabajaban en el cuadernillo en este orden: negra, grupeto de dos corcheas, silencio de negra, silencio de corchea y corchea. El orden de aparición no era por casualidad sino para facilitar el aprendizaje de los alumnos evitando los consiguientes problemas a la hora de medir y huyendo de todo concepto fraccionario. Los ejercicios continuos de conversión de la notación del método a la notación tradicional, las actividades que se proponían en el cuadernillo y el trabajo del grupo-clase con el profesor completaban todo el plan formativo.

Bienvenidos.



Hoy día 4 de noviembre de 2007, dejando atrás vanas ambiciones, posturas egoístas y tímidos rubores, he decidido establecer un diálogo fluido, ameno y sin barreras con todos los que por simple curiosidad o ávidos de inquietudes en el quehacer cotidiano educativo deseen poner en común una serie de experiencias y pensamientos relacionados principalmente con la maravillosa tarea de enseñar y educar.
Se, por propia experiencia, que las más de las veces, éstas, no son tan agradables como quisiéramos y más que disfrutarlas y compartirlas con toda la comunidad educativa, las sufrimos, llegando a cercenar muchas de las ilusiones con las que accedimos a esta profesión.
Para que el desánimo no cunda, para encontrar y establecer soluciones, para buscar nuevas estrategias y recursos, para que no primen unos aspectos en detrimentos de otros, para no tener miedo a utilizar lo ya utilizado y que ha ido bien, para adaptar a tiempos nuevos fórmulas viejas, para en definitiva ayudarnos en la tarea educativa, quiero recorrer con vosotros esta nueva andadura.